Sebastián Alberti Rossi, cuñado del narcotraficante Sebastián Marset, se entregó en la tarde del jueves ante la Jefatura de Policía de San José, tras una larga negociación en la que alcanzó un acuerdo con la fiscal de San José Serrana Corsino para ser condenado por autoevasión.

Tras la entrega, Alberti Rossi fue trasladado al juzgado y en la audiencia de juicio abreviado reconoció su responsabilidad en el delito de autoevasión, firmando un acuerdo por ocho meses de prisión.

El delito de autoevasión fue creado en la ley de urgente consideración y tiene una mínima de seis meses y una máxima de cuatro años. Además, la reclusión en el Penal de Libertad fue parte de la negociación.

Más temprano, en una rueda de prensa y tras una noticia de radio Sarandí, el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, había confirmado que Alberti Rossi será recluido en el Penal de Libertad, considerando su fuga de la cárcel de Juan Soler, en San José.

“Antes tenía una reclusión que le daba la instancia de poder rehabilitarse y estar trabajando, ahora va a tener una reclusión mucho más segura”, agregó el ministro.

Además de la pena de ocho meses por autoevasión, Alberti Rossi tiene pendiente cumplir la pena por el homicidio por el que estaba preso, en el que le quedan cinco años y un mes de privación de libertad.

Alberti Rossi, de 29 años, estaba prófugo de la Justicia uruguaya desde abril de 2021, cuando se fugó de la cárcel de Juan Soler, en San José.

Pareja de Jimena Katherine Marset, fue imputado por homicidio el 23 de setiembre de 2020 y estaba privado de libertad en Punta de Rieles hasta que en 2021 fue trasladado a la cárcel de mínima seguridad de Juan Soler, en el kilómetro 41,500 de la ruta 11.

Alberti consiguió autorización para sacar la basura de la cárcel y el sábado 3 de abril se fugó junto a un motociclista que lo estaba esperando al lado del contenedor. El día anterior, según reveló la investigación administrativa realizada por el Ministerio del Interior, la hermana de Marset había viajado a Brasil. Además, la investigación interna constató que no había ninguna resolución judicial que justificara la autorización para salir del recinto penitenciario para sacar la basura, además de ser excepcional que alguien que cumple una condena por homicidio esté en un establecimiento carcelario de mínima seguridad como es Juan Soler.

Según la información difundida por la Policía boliviana, Alberti Rossi ingresó a Bolivia con un documento falso a nombre de Ademar Cheneibo Arauz, una persona ya fallecida, y formaba parte de la organización de Marset. Hasta la caída de Marset en Dubái el nombre de Alberti Rossi no figuraba en las investigaciones realizadas por la inteligencia paraguaya, por lo que se estima que el cuñado del narcotraficante uruguayo se integró al círculo de Marset luego de su regreso a Bolivia.

la diaria conversó con personas que participaron en la negociación con la Fiscalía, quienes destacaron la buena disposición de las partes involucradas en la negociación y señalaron que hay más conversaciones en el entorno de Marset. “Pueden seguir pasando cosas como estas, puede haber más entregas”, expresaron.

En el caso de Marset, al estar requerido por la Policía paraguaya como cabecilla de la organización criminal que integraba junto a los hermanos Insfrán, debería ser extraditado a Paraguay en caso de que se entregara a las autoridades uruguayas.

Marset está requerido por Interpol desde el 7 de marzo de 2022, tras la operación A Ultranza, que desbarató la organización criminal y en la que fueron detenidas 24 personas vinculadas a la organización de Marset e imputadas por tráfico de drogas, asociación criminal y lavado de activos. A Ultranza fue considerada la mayor operación antinarcóticos en la historia de Paraguay. Además está siendo investigado en Colombia como presunto autor intelectual del asesinato del fiscal de estupefacientes paraguayo Marcelo Pecci.

Luego de la operación A Ultranza fueron cayendo los principales socios de la organización, entre ellos Miguel Insfrán, que fue detenido en Brasil en febrero de este año, y el uruguayo Federico Ezequiel Santoro Vassallo, considerado el responsable de las finanzas de la organización criminal, que fue detenido en Foz de Iguazú en agosto de este año.