El uruguayo Sebastián Marset fue señalado como quien ordenó la muerte del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, asesinado en mayo en la isla de Barú, en el Caribe colombiano, según informó este martes el diario El Tiempo.

Marset, un hombre de 31 años, asociado al Primer Cartel Uruguayo (PCU) y jefe de una organización criminal en Paraguay dedicada al narcotráfico y al lavado de activos, se encuentra prófugo de la Justicia uruguaya y paraguaya desde que recibió un pasaporte uruguayo que le permitió abandonar Dubái.

La organización que lidera Marset junto al paraguayo Miguel Ángel Insfrán fue desbaratada en Paraguay -donde operaba desde 2017- en la operación “A ultranza”, realizada en febrero de 2022, que implicó 107 allanamientos y la incautación de más de 100 millones de dólares, 98 inmuebles, 28 vehículos, diez avionetas, un helicóptero, 12 carretas, 41 tractores, 48 motos y siete embarcaciones. La organización tenía un mecanismo de lavado a través de clubes de fútbol e iglesias.

El nombre de Marset llegó a la Justicia tras la declaración de Francisco Correa Galeano, un hombre de 43 años señalado como el ideólogo del asesinato de Pecci. Según esa línea de investigación, la organización de Marset entregó el dinero, la logística y la información para matar al fiscal Pecci, quien el 22 de abril de 2022 pidió una orden de captura para cinco de los siete hermanos Insfrán.

En noviembre de 2021, la cancillería uruguaya le otorgó a Marset un pasaporte que le permitió obtener la libertad en Dubái, donde permanecía detenido desde setiembre por portar un pasaporte paraguayo falso. En marzo de 2022, el subsecretario Guillermo Maciel explicó en declaraciones a Subrayado que cuando se concretó la entrega del pasaporte uruguayo a Marset, no estaba vigente el requerimiento de revisar los antecedentes penales internacionales del solicitante. Maciel dijo que ese requisito fue derogado por un decreto de 2014, por lo que no había impedimento legal para negar el pasaporte al uruguayo. Según supo la diaria, fue el abogado Alejandro Balbi quien hizo el trámite y retiró el pasaporte.

En octubre de 2013, una investigación coordinada entre la Unidad de Investigación del Senado paraguayo y la DGRTID de Uruguay reveló que Marset era el destinatario de la droga que transportaba el tío del expresidente Horacio Cartes, conocido como Papacho, en una avioneta incautada el 29 de julio de 2012.

En diálogo con la diaria, la diputada del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) Celeste Amarilla dijo que en Paraguay la investigación contra Marset fue cerrada por la Policía en mayo de 2021 y que Inteligencia paraguaya le entregó al fiscal especializado en Crimen Organizado, Lorenzo Lezcano, toda la información para imputar a Marset y a la familia Insfrán.

“Pasaron los papeles de todos, de Marset, de la esposa, hasta de dos bebés, y todo eso quedó cajoneado hasta después de la muerte de Mauricio Schwartzman”, señaló la legisladora en referencia a un empresario paraguayo vinculado a la organización de Marset, asesinado en setiembre de 2021. “En ese interín, Marset se escapó”, lamentó. El fiscal Lorenzo Lezcano fue ministro del Interior y luego secretario nacional de Inteligencia de Paraguay durante el gobierno de Cartes.

En Paraguay también se investiga el vínculo entre Marset y el empresario uruguayo vinculado al turismo Federico Santoro Vassallo, que habría recibido al Boeing 747-300M de la empresa venezolana Emtrasur, que viajaba con tripulación iraní. Según informó el diario paraguayo Última Hora, el ministro del Interior de ese país, Federico González, dijo que esa investigación está centrada en el vínculo entre Santoro Vasallo y la organización de Marset.

Además de la investigación en Colombia y Paraguay, Marset es investigado por varias causas en Uruguay, entre ellas, la amenaza que recibió la fiscal Mónica Ferrero desde un celular con base en Perú y por la que fue condenado el hijo del contratista de fútbol uruguayo Gerardo Arias.

Fuentes involucradas en la causa por la que condenaron a Arias, informaron a la diaria que durante la investigación, que llevó adelante el fiscal de Flagrancia de 5° turno, Diego Pérez, Marset fue identificado como el líder del PCU y se logró constatar vínculos entre otros indagados y una organización que traficaba autos de alta gama con la organización de Marset, a través de la automotora desde donde se envió el mensaje que amenazaba a la fiscal Ferrero.

“Estamos un poquito enojados, como ve, con la parte de narcóticos. Ya les dimos un pequeño susto para que vean que no les tenemos miedo. Queremos que nos respeten, ustedes, para que nosotros los podamos respetar. A partir de ahí, no va a haber atentados ni contra las entidades a cargo de usted, ni contra usted. Si siguen haciendo las cosas difíciles para nosotros, vamos a ser un poquito más duros. Si ustedes flexibilizan, nosotros también lo haremos”, decía el mensaje firmado con la sigla PCU, que también fue encontrada en varios ladrillos de cocaína.

La amenaza fue enviada el 10 de mayo de 2020, al día siguiente del ataque a la sede de la Brigada Antidrogas, en el que un auto arrojó una granada militar a metros de la entrada de la dependencia policial.

Marset también fue condenado en Uruguay por la jueza Adriana de los Santos como coautor de tres delitos de tráfico de estupefacientes en modalidad de organización, tras la incautación de 170 kilos de marihuana. Tras cumplir la condena, el uruguayo se dedicó a hacer contactos en Bolivia y Paraguay, y al mismo tiempo cultivar un perfil como productor de espectáculos y hombre de la farándula paraguaya.