El ministro de Gobierno de Bolivia, Eduardo del Castillo, mostró fotografías y documentos inéditos vinculados a la operativa del narcotraficante uruguayo Sebastián Marset. El material estaba en un pendrive que se incautó en uno de los allanamientos que se llevaron a cabo mientras la Policía buscaba a Marset en la zona de Santa Cruz de la Sierra.
En la conferencia de prensa, Del Castillo dijo que en la memoria USB se encontraron “correos y capturas de chat” de comunicaciones que se establecieron con autoridades de Uruguay y Paraguay mientras Marset estaba detenido en Dubái y buscaba tramitar un pasaporte para salir de la cárcel.
El ministro de Gobierno también anunció que todo el material del pendrive será enviado a la fiscalía boliviana que investiga a la organización que lidera Marset en Bolivia, Paraguay y Uruguay. La Policía boliviana elaboró una presentación de 42 páginas con base en documentos incautados (capturas, fotografías y videos), pero no aclaró si existen otros materiales que no hayan sido tomados en cuenta para la conferencia.
La conferencia que convocó Del Castillo este jueves 15 generó reacciones en la región al día siguiente. En Uruguay, el fiscal especializado en Delitos Económicos y Complejos de primer turno, Alejandro Machado, que tiene a cargo la investigación por la entrega del pasaporte y sus derivaciones, se pondrá en contacto en los próximos días con sus pares de Bolivia, según pudo saber la diaria por fuentes cercanas a la causa.
Al menos en la presentación de la Policía boliviana, el capítulo de los contactos con autoridades uruguayas no arroja grandes novedades: se incluyeron dos capturas de pantalla de un intercambio de correos electrónicos entre la cónsul uruguaya en Emiratos Árabes Unidos, Fiorella Prado, y el abogado Alejandro Balbi, del 7 de octubre de 2021, casi un mes después de la detención de Marset en Dubái.
Estos dos mensajes ya estaban en la investigación administrativa del Ministerio de Relaciones Exteriores, uno de los documentos que utilizó el fiscal Machado en su investigación. La Policía boliviana incluyó una foto de Balbi y otra del entonces embajador uruguayo en Dubái Álvaro Ceriani, a pesar de que el intercambio ya mencionado no fue con él, sino con la cónsul Prado.
En el “capítulo paraguayo” la situación es diferente y complicó al exembajador paraguayo en Catar y actual ministro de Justicia, Ángel Barchini. “Pasado mañana llego a Dubái. Que me llame haber [sic] qué se puede hacer para ayudarlo. Con que te recompense a vos es más que suficiente si es un acto de justicia”, dice un mensaje de una aplicación telefónica que la Policía boliviana le atribuyó a Barchini, que estaría hablando con alguien sobre la situación de Marset.
El ministro de Justicia hizo una conferencia de prensa este viernes para intentar aclarar la situación. Barchini dijo que nunca conoció a Marset, aseguró que nunca recibió “un pedido de nadie para que le ayude” y sugirió que podría tratarse de un mensaje “clonado” mediante algún tipo de tecnología.
“Están a disposición mi teléfono, mi correo electrónico y todos los documentos que hagan falta”, remarcó el jerarca, que se puso en contacto con sus contrapartes en Bolivia para conocer qué tipo de información hay en el pendrive.
No es la primera vez que el nombre de Barchini aparece vinculado con las negociaciones que estableció Marset desde la cárcel de Dubái. En el informe de inteligencia A Ultranza que elaboró la Secretaría Nacional Antidrogas paraguaya, hay escuchas telefónicas entre Miguel Ángel Insfrán Galeano (Tío Rico) y Marset en las que sugieren que estaban en contacto con Barchini.
“Le envié los audios a la señora y el embajador va a estar mañana en Dubái, el embajador de Paraguay”, le dice Tío Rico. Marset le pregunta cómo se llama y Tío Rico le contesta: “Ángel Barchini, él es el embajador. Él quiere hablar con el abogado y con tu señora, para que le explique”.
Fotos, fiestas, flores y fajos
En el pendrive que incautó la Policía boliviana hay mucho material gráfico: fotos, videos, capturas de pantalla, documentos escaneados. Tal vez la información no sea útil para la causa penal por la entrega del pasaporte, pero sí revela nuevos indicios sobre la operativa que logró desplegar la organización de Marset en los últimos años.
En la presentación hay unos 40 documentos de identidad emitidos en Uruguay, Paraguay, Bolivia, Brasil, Emiratos Árabes Unidos y España. La mayoría pertenece al núcleo familiar de Marset, pero también aparecen otras personas que todavía no habían sido mencionadas, entre ellas una funcionaria de la Jefatura de Policía de Montevideo.
Una fotografía que llama la atención es una cédula de identidad de Marset expedida en Mozambique; el documento se emitió en la ciudad de Maputo, capital del país, el 17 de agosto de 2018 y venció hace poco, en agosto de 2023.
También hay imágenes de un documento de residencia en Dubái emitido en agosto de 2021 a nombre de Gianina García Troche, la esposa de Marset, que allí figura como directora ejecutiva de Santino DMCC, sigla de Dubái Multi Commodities Centre, la principal zona de libre comercio de ese país. En otra foto se lo ve a Marset con un casco de Emaar, una de las principales empresas del mercado inmobiliario emiratí (entre otras cosas, construyó el Burj Khalifa, el edificio más alto del mundo).
En otra imagen aparecen Marset y su medio hermano, Diego Marset Alba, en una zona desértica de Dubái, con otras siete personas. La temática “Emiratos Árabes” era una obsesión para Marset, según puede verse en la galería de fotos por su festejo de 30 años, que se llevó a cabo el 11 de abril de 2021 en una estancia de su propiedad en el departamento paraguayo de Paraguarí.
El Observador reveló este viernes que en la fiesta temática “Emirates Marset” tocaron Gerardo Nieto, El Gucci y los Pikantes. En las fotos de la Policía boliviana se puede ver que afuera del local había una avioneta y que la invitación, que simulaba ser un pasaje de ticket aéreo, era para el “cumpleaños del comandante Marset”.
En las fotos de ese cumpleaños número 30 aparecen muchos personajes cercanos a la organización de Marset, entre ellos el abogado de Marset en Bolivia, Roberto Arana Suárez, y su pareja, la modelo Natalia Milliet. También varios empresarios que jugaron un rol clave en el esquema de lavado de dinero de la organización, como el paraguayo Alberto Koube Ayala –vinculado a la automotora Total Cars –, y el uruguayo Federico Ezequiel Santoro Vasallo, que fue detenido en agosto por la Policía paraguaya.
Santoro Vasallo es uno de los dueños de Adshey Turismo y Transporte de Ciudad del Este, y estuvo involucrado en el caso del avión venezolano que fue retenido en Argentina con tripulación iraní.
Hay otras fotos incautadas del pendrive que tienen interés para Uruguay. Una de ellas es una captura de un estado de Whatsapp de un teléfono de Bolivia, que dice “PCU cambió mi vida, me juego mi vida al final”. La referencia es a la sigla Primer Cártel Uruguayo, una presunta organización que se atribuyó las amenazas de muerte contra la fiscal de Estupefacientes, Mónica Ferrero, y el atentado contra la Brigada Antidrogas en el Prado, en mayo de 2020. Esta causa sigue abierta y el fiscal Diego Pérez intenta determinar cuál es el tipo de conexión entre el PCU y Marset.
Una última imagen sintetiza algunos aspectos de la historia de Marset. Es una especie de santuario, con estatuillas arriba de una mesa, una foto de dos personas arriba de un cuatriciclo, en una zona desértica, y tres ramos de flores apoyados en el piso, dos rojos y uno blanco.
Una de las esculturas es de san Jorge, el santo católico preferido de Marset. San Jorge se llamó el grupo de empresas que lavó dinero para la organización, en un gimnasio de Asunción que administró el grupo había una gigantografía para homenajearlo y a la estancia ganadera en la que se festejó el cumpleaños de tres décadas le pusieron 23 de Abril, la fecha en la que se recuerda la muerte de este “soldado mártir”.
Pero lo que más llama la atención de la foto es lo que aparece abajo, atrás de uno de los ramos de flores. Hay que acercar la imagen y se termina de apreciar con claridad: es una pila, bastante alta, con fajos de dólares americanos. Es imposible de calcular, pero seguramente sean decenas de miles de dólares. Tampoco hay manera de saber si tiene algún significado, pero la plata está escondida detrás de las flores blancas.