Oseas Pintos tenía 27 años, era de Rivera y trabajaba como policía en el Penal de Libertad cuando un preso le disparó en la cabeza y murió el 26 abril de 2012. Al otro día, Alcides Caballero fue cesado como director del Instituto Nacional de Rehabilitación y asumió el cargo Luis Mendoza, quien permaneció en este rol hasta 2016.
Mendoza tomó el timón en plena crisis carcelaria, luego de un motín en el Comcar que es recordado como uno de los más violentos de los últimos tiempos. Durante la gestión del Frente Amplio permaneció en el cargo hasta 2016 y luego volvió a asumir este rol con la asunción del gobierno de la coalición en 2020. Este martes, 142 policías egresaron del Centro de Formación Penitenciaria (Cefopen) en una tanda que fue denominada Oseas Pintos, en honor al policía asesinado.
Los policías van a ser distribuidos en cárceles de la zona metropolitana, en la cárcel de Colonia y en el Cuerpo de Seguridad Penitenciaria. La formación implicó unas 750 horas de clases teóricas y prácticas y tuvo más de 200 horas de práctica en territorio en distintas cárceles de la zona metropolitana.
Desde el Ministerio del Interior se destacó que “es la primera que egresa portando la boina gris, característica de la especialidad penitenciaria”. “El retorno de la boina y la creación del nuevo escudo del INR implica reivindicar la identidad de los penitenciarios y su sentido de pertenencia”, indicaron.
Mendoza fue enfático en destacar a los policías penitenciarios, una opción muchas veces subestimada dentro de la Policía: “¿Qué significa la palabra penitenciario? Significa recalcar la especialización”. La formación a nivel penitenciario “significa inculcar lo que tiene que ver con la rehabilitación de las personas privadas de libertad”, subrayó. Planteó que “tienen una dualidad” porque son “policías preparados para combatir las delincuencias y para hacer servicio en el exterior, pero principalmente para trabajar en los centros penitenciarios que hoy son centros de rehabilitación”.
El director del INR adelantó que trabajan para que se considere la posibilidad de que exista una tecnicatura en formación penitenciaria y, “en un futuro no muy lejano, una licenciatura en ciencias penitenciarias”. En este sentido, se pretende que el Cefopen sea “una referencia penitenciaria” y que aunque haya “institutos privados, universidades que trabajan en lo penitenciario”, el Ministerio del Interior “tiene que tener su propia casa de estudio donde se especialicen policías y operadores en la materia penitenciaria”, lo cual “tiene que ser una ciencia, no un destino”.
Además, el jerarca se dirigió a los policías egresados: “Van a trabajar con muchos jóvenes que inclusive pueden coincidir en los estudios con ustedes, pero que el destino quiso que agarraran diferentes caminos y ellos hoy están privados de libertad”. “Por eso ustedes fueron preparados, capacitados, e instruidos para trabajar y darles la oportunidad, abrirles las puertas a la rehabilitación y hacer posible que esos jóvenes que hoy están cumpliendo las penas judiciales tengan toda la oportunidad de rehabilitarse por medio del trabajo, estudio, deporte, recreación y cultura”, les planteó.
Para Mendoza, también en referencia directa a los policías, “esa es la función del INR y nosotros apostamos a ustedes, que como jóvenes capacitados puedan involucrarse en esa misión muy importante”, de la cual “va adepender la seguridad pública, porque si bien el Ministerio del Interior trabaja con la Policía Nacional en la prevención y represión de los delitos”, el INR “cumple su función” de dar oportunidades para que “los privados de libertad procuren, consigan y logren su rehabilitación” y que “esa persona cuando recupere su libertad” no vuelva al “circuito de la delincuencia”, sino que “se inserte en la sociedad y eso va a ser un beneficio para la seguridad pública y para nuestra comunidad”. Por eso, Mendoza resaltó el trabajo que se haga en las cárceles del cual “a partir de hoy van a ser partícipes”.
Mendoza hizo una advertencia a los policías egresados: “Como director y policía de muchos años, es mi misión también recalcarles y aconsejarles que no caigan en los tentáculos de la corrupción, ya que en este trabajo que hoy ustedes van a asumir, la corrupción está presente, aprovechándose de la debilidad del ser humano y de las oportunidades”. “No quiero que ninguno de ustedes tenga que terminar en la Justicia, es mi deber de corazón decirles porque oportunidades hay, pero sí, si ustedes tienen los valores y la honestidad puestos al servicio de la sociedad, no al servicio personal, ustedes van a cumplir la misión que tienen”, agregó, subrayando que de esa manera “vamos a no manchar el uniforme”.
Para finalizar, Mendoza recordó a Oseas Pintos, sobre quien dijo que “murió por una bala asesina que fue disparada por un arma de fuego” y “esa arma de fuego fue ingresada por uno de nosotros o porque nosotros no tomamos la medida para que no ingresara”. “Esa arma terminó con uno de nosotros y, por eso, que eso nos sirva de enseñanza. Y cada día que ustedes se levantan a trabajar y a prestar servicios, recuerden que Oseas Pinto dejó marcado su trabajo, su dedicación y su compromiso”, agregó.
En su discurso, el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, destacó que “la formación especial en materia penitenciaria genera un acercamiento” que definió como “trascendente”. Explicó que el Ministerio del Interior tiene “dos funciones esenciales que en otros países está dividido”. Por un lado, la prevención y represión del delito, “que es la tarea fundamental de la Policía”, y al mismo tiempo, este ministerio “tiene la función de la que hoy se ocupa el INR y, como lo dice el nombre, es rehabilitar a las personas”. El jerarca resaltó que “en otros países esto es un ministerio aparte o descentralizado para cumplir esta función”, mientras en Uruguay “son casi dos ministerios que tenemos adentro” cumpliendo roles en todas las etapas, desde la persecución hasta la rehabilitación.
“Queremos darle dignidad a quien tiene que pagar sus cuentas y no que salga peor de lo que entró, y sobre todo aprendiendo modos delictivos que no los tenía antes de ingresar al sistema penitenciario”, indicó Heber, y agregó: “Nosotros venimos a defender y queremos reeducar para que vuelvan a ser gente que acepte democráticamente y en plena libertad la posibilidad de hacerse un futuro en su vida con base en el trabajo y no a la delincuencia que ha destruido familias en nuestro país”.
También se refirió a gestión de las penas alternativas, para las que resaltó que se necesitan “más efectivos, más controles y más personal técnico para que ayude a que las penas alternativas sean penas que también rehabiliten y no que sean una forma de disfrazar la posibilidad de continuar en libertad, sino que tengan un seguimiento”.
En rueda de prensa, Heber destacó la importancia del egreso de 142 policías que “precisaba el INR porque estamos construyendo nuevas cárceles que están demandando más personal policial, además de operadores penitenciarios”, sobre lo que adelantó que ya se está haciendo un llamado.
Según el ministro, “no es lo mismo la formación de un agente que tiene que prevenir el delito, que tiene que reprimir el delito, a quien tiene que tratar con personas privadas de libertad y tratar de tener una cercanía, un diálogo, una comprensión de la situación, sobre todo porque nuestro sistema penitenciario está lejos de cumplir los objetivos que nosotros nos hemos trazado en esta administración, como sacar del hacinamiento a la gente que se encuentra recluida”. En este sentido, Heber enfatizó en que “de los 14.800 tenemos más de 3.000 personas que están hacinados”. Por eso, dijo que el comisionado parlamentario penitenciario ha presentado habeas corpus que “nos ayuda a generar la comprensión por parte de la administración que estas cosas son urgentes y que tenemos que empezar a construir nuevas cárceles para darles dignidad a quienes tienen que cumplir sus penas en función de lo que dictamina la Justicia”.
En su discurso también habló sobre el tema y explicó “por qué ayuda el comisionado parlamentario cuando señala que hay reparticiones en nuestro sistema penitenciario que no tienen condiciones”. “Se lo agradecemos, no está contra nosotros, está a favor nuestro cuando señala” las carencias que hay en el sistema. Para el ministro, tanto “las críticas” como los recursos de habeas corpus son “bien recibidos” para que “tomen conciencia no solamente en el Ministerio del Interior, sino fuera del Ministerio del Interior, tanto en el Parlamento, como en otras oficinas” y así “nos ayuden” a generar “las condiciones humanas que nosotros no merecemos en nuestro país”.