Sebastián Mauvezín fue desvinculado del Liceo Militar, donde daba clases desde el 8 de marzo de 2020, luego de que llegara al Parlamento el documento para el desafuero del senador Gustavo Penadés, investigado por delitos sexuales contra adolescentes. La fiscal Alicia Ghione describió su rol en una posible red de explotación sexual de menores, en el que Mauvezín sería el intermediario entre las víctimas y varones adultos que pagan a cambio de sexo con menores. Su abogado, el exjuez Juan Carlos Fernández Lecchini, intentó conocer la identidad de las víctimas, que están reservadas por su seguridad. Aunque el ministro de Defensa, Javier García, había respaldado públicamente su vuelta a dar clases, citando la “presunción de inocencia”, se resolvió la rescisión luego de ser descripto como el “reclutador” de los adolescentes.
Según informó El Observador, a pesar de haber sido desvinculado del Liceo Militar, Mauvezín envió un mensaje a sus exestudiantes en los que asegura que es inocente y que “va a luchar para demostrarlo”: “Demostraré que estoy siendo víctima y objeto de una campaña de mentiras y calumnias que han tenido como fin último destruir mi persona”. “Por más duro que sea el camino, daremos esa batalla”, planteó en el mensaje, enviado a través de la plataforma que usa el Liceo Militar para la comunicación entre docentes y estudiantes el sábado a las 22.15. El mismo medio informó que Gustavo Etchandy, director del Liceo Militar, afirmó que se pidió la baja urgente del usuario de Mauvezín.
En su “despedida”, el docente escribió a sus exalumnos: “Siento una gran nostalgia al escribir estas líneas, esta extraña lealtad del tener que separarnos”, y que “nos tentará el mirar atrás, pero seguiré caminando. Y donde quiera que el andar se detenga en un amanecer postrero, si lo merezco, buscaré en silencio sus rostros iluminados en medio de una suave multitud alada”.
Según El Observador, hubo antecedentes asociados a Mauvezín que generaron preocupación: en una encuesta voluntaria realizada a sus alumnos cuando comenzaron su curso les preguntó, entre otras cosas, en qué línea de ómnibus se trasladaban al centro de estudios, cuestión que fue señalada como un emergente que estuvo presente en una reunión entre los padres y las autoridades del Liceo Militar.
En sus declaraciones, Etchandy aseguró que se trabaja con el máximo esfuerzo para que los estudiantes no estén en riesgo, y que cuando se hizo pública la investigación, acordó con Mauvezín que pasara por un tiempo a trabajar de forma remota, evitando así el contacto con los alumnos. Pero el director del Liceo Militar indicó que cuando intentó extender ese formato de trabajo, el docente se presentó con una carta de su abogado en la que aseguraba que no había argumentos legales para impedir que diera clases mientras era indagado.