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Ilustración: Gabriela Sánchez

Tras la guerra nuclear: perspectivas brillantes para la recuperación global

5 minutos de lectura
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El serbio-estadounidense Branko Milanović no es un autor de ficción, sino uno de los más reconocidos especialistas internacionales en desigualdad económica. También es un activo analista de la actualidad global y comparte muchas de sus reflexiones en su blog Global Inequality. Allí, ante la complicada situación que se vive en Ucrania, volvió a publicar esta ucronía que había escrito en 2016 y que lamentablemente hoy se ha vuelto más verosímil que hace unos años.

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Basado en su conocimiento del lenguaje de los organismos internacionales, Milanović creó un informe paródico en el que busca expresar cómo sería el mundo tras la Tercera Guerra Mundial. En esa realidad, el Banco para la Reconstrucción de las Áreas Anteriormente Beligerantes (Estados Unidos, Europa y Rusia) es una especie de sucesor del Banco Mundial, y tanto ese banco como el FMI tienen sede en China. Otros cambios, como la división de Rusia, el traslado de la capital de Estados Unidos a la pequeña ciudad de Bismarck y una nueva composición del G7 son sólo detalles en este texto que alerta sobre lo que podría pasarle al “primer mundo” si ocurre un enfrentamiento nuclear. “El resto se puede entender relativamente fácil, aun si la lectura no es exactamente divertida”, alerta el autor.

Se publicó hoy en Beijing el informe conjunto del Fondo Monetario Internacional y el Banco para la Reconstrucción de las Áreas Anteriormente Beligerantes (AAB), titulado “Perspectivas brillantes para la recuperación global”. Debido a las dificultades de transporte y el temor a la contaminación, las consultas del Artículo IV, en las que se basa el informe, se realizaron por separado con el representante de las AAB en Ciudad del Cabo y Beijing. El informe está escrito bajo la guía general de los principios clave adoptados por el FMI y el Banco para la Reconstrucción de las Áreas Anteriormente Beligerantes, a saber, las Tres P (Paz, Progreso y Prosperidad) y las Dos A (Alegría y Armonía). El informe aborda tres áreas clave: gestión macroeconómica, cuestiones laborales y sociales, y ayuda y deuda internacional.

Gestión macroeconómica

El equipo técnico expresa su apoyo a las autoridades de la AAB (por separado) por sus esfuerzos para estabilizar la situación macroeconómica. Se estimó que el Producto Interno Bruto de Estados Unidos aumentó un 8,2% en el año que finalizó en abril de 2020, lo que representa un fuerte repunte con respecto al año anterior dominado por los problemas de seguridad alimentaria.

De hecho, la situación alimentaria sigue siendo precaria en todas las AAB, y especialmente en Rusia y la República de Siberia debido a la necesidad de importar casi todos los alimentos y a las graves dificultades de transporte agravadas por el enfriamiento global (invierno nuclear). Las autoridades rusas no pudieron proporcionar una estimación del PIB, pero se cree que ha comenzado una modesta recuperación.

En opinión del equipo, la situación en Europa se encuentra entre la de Estados Unidos y la de Rusia y la República de Siberia, con un crecimiento previsto del 4 al 5 por ciento. La adopción de la moneda china por parte de Europa el verano pasado y la importante ayuda alimentaria de los países de la Unión Africana han estabilizado, hasta cierto punto, la situación macroeconómica. Cabe señalar, sin embargo, que, debido a las graves dificultades de recopilación de información y la imposibilidad de los técnicos de viajar a las AAB (por separado), todos los datos de la Cuenta Nacional deben tomarse con mucha precaución.

Los desafíos macroeconómicos abundan en todas las AAB. Se deben a las dificultades de recaudación de impuestos, los ingresos bajos y no registrados, la contaminación continua y las tasas de morbilidad muy altas, que requieren grandes gastos de salud. Las necesidades fiscales estimadas de las AAB se discuten en detalle en el Anexo de este Informe.

Temas laborales y sociales

Los técnicos informan que en la conversación con todas las AAB (por separado) se señala la escasez masiva de mano de obra altamente calificada. En los Estados Unidos, la cantidad de personas con título universitario se ha reducido en aproximadamente dos tercios (en línea con la tasa general de bajas), pero la migración de trabajadores altamente calificados hacia otros países ha exacerbado el problema. Por lo tanto, las autoridades de Bismarck estiman que Estados Unidos ha perdido más del 80 por ciento de sus graduados universitarios. Las autoridades estadounidenses han mencionado el plan de construir un muro para detener la salida de mano de obra calificada, pero los costos de construcción (especialmente dado el nivel extremadamente alto de endeudamiento externo del país; ver más adelante) son prohibitivos. El equipo técnico también argumentó que tales impedimentos al libre flujo de mano de obra no están de acuerdo con el espíritu de los principios incorporados en las Tres P y las Dos A.

La escasez de mano de obra calificada es aún mayor en Rusia, Tartaristán y la República de Siberia. Tal escasez de mano de obra, incluso cuando el financiamiento del Banco para la Reconstrucción de las Áreas Anteriormente Beligerantes está próximo, impide el esfuerzo de reconstrucción. Los intentos de atraer mano de obra de otras partes del mundo han resultado infructuosos. Los técnicos a cargo han acordado con los representantes de Irak y Somalia, que tienen experiencia en la reconstrucción en condiciones severas, la llegada de asistencia técnica a las AAB (por separado).

Según las estimaciones del Banco para la Reconstrucción de las Áreas Anteriormente Beligerantes, el número total de personas que viven en esas zonas con menos de $4 por día es aproximadamente el mismo que en Brasil. Dado que la población combinada estimada de las AAB es algo mayor que la de Brasil, la tasa de pobreza es un poco más baja.

Los niveles de desigualdad en las AAB (por separado) también han disminuido impulsados ​​por las fuerzas “malignas” de las guerras, la contaminación y las epidemias. Aun así, el equipo observa con satisfacción que el crecimiento real del PIB del último año fiscal también ha contribuido a la reducción de la pobreza y la desigualdad sustancialmente por debajo de los niveles de 2019.

Ayuda internacional y deuda

En la reciente reunión en Yakarta, siguiendo los principios de las Tres P y las Dos A, los miembros del G7 (China, India, Indonesia, Brasil, Vietnam, Nigeria y Sudáfrica) acordaron brindar una ayuda sustancial a las AAB. Si bien los primeros tramos de ayuda son de carácter humanitario, los siguientes tramos serán en condiciones menos favorables hasta el momento en que las AAB (por separado) puedan volver a los mercados financieros.

La capacidad de las AAB para solicitar préstamos y pagar su deuda se ve obstaculizada por sus proporciones extremadamente altas de deuda respecto al PIB, que, en los casos de los Estados Unidos y Europa, superan el 450 por ciento (debido, por supuesto, a la reducción masiva de sus PIB). La cancelación multilateral de la deuda puede contemplarse para parte de la deuda, pero no para toda. Incluso los países menos endeudados de Europa (como, por ejemplo, Grecia, con una relación deuda/PIB inferior al 200 por ciento) tienen dificultades para pagar el servicio de la deuda. Para Francia, Alemania y el Reino Unido esto es casi imposible. Por lo tanto, el Informe sugiere convocar lo antes posible una conferencia internacional en la que se discutirá el problema de la deuda de las AAB (por separado) en el espíritu de las Tres P y las Dos A.

El problema de la deuda se ve agravado por la fuerte caída del comercio internacional y las dificultades macroeconómicas de China, que ha perdido en muy poco tiempo sus mercados de exportación más importantes. Los intentos de China de reajustarse de un crecimiento impulsado por las exportaciones a uno impulsado por el mercado interno, que datan de antes de la Tercera Guerra Mundial, se han vuelto aún más difíciles. Esto también, a juicio del equipo técnico, explica la caída del 2,1 por ciento del PIB de China el año pasado.

El G7 se compromete, al menos a corto plazo, a seguir proporcionando ayuda en especie a las AAB sin compensación. Las cantidades de ayuda alimentaria de África a Europa han sido particularmente significativas y han ayudado a evitar el hambre. Se espera que la necesidad de ayuda alimentaria disminuya en los próximos años, a medida que las condiciones en las AAB (por separado) se normalicen.

Conclusión

El Informe señala perspectivas prometedoras para la economía mundial, que son especialmente alentadas por un entorno macroeconómico más estable en las AAB (por separado). Se espera que las mejoras continúen, a pesar de los desafíos que quedan por delante.

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