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Ernesto Cardenal.

Foto: Inti Ocon, AFP

Ernesto Cardenal (Granada, 1925-Managua, 2020)

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El poeta nicaragüense Ernesto Cardenal murió este domingo a los 95 años. La escritora Gioconda Belli daba así la noticia en su cuenta de Twitter: “Nuestro gran poeta acaba de morir a sus 95 años, después de una vida entregada a la poesía y a la lucha por la libertad y la justicia”.

Cardenal, sacerdote trapense y uno de los referentes de la Teología de la Liberación en América Latina, fue una de las figuras centrales de la Revolución Sandinista y fue nombrado ministro de Cultura por el gobierno revolucionario el mismo día del triunfo, el 19 de julio de 1979. Ocupó el cargo hasta 1987, cuando el ministerio fue cerrado por motivos económicos.

La adhesión de Cardenal a la causa sandinista le costó una suspensión en el ejercicio del sacerdocio. El castigo, que también alcanzó a los sacerdotes Fernando Cardenal (hermano de Ernesto), Miguel D’Escoto y Edgard Parrales, se mantuvo hasta que, en febrero de 2019, el papa Francisco resolvió levantarlo.

Las relaciones entre Cardenal y el sandinismo se tensaron en los años 90, hasta que, en 1994, el poeta dejó el Frente Sandinista de Liberación Nacional debido a diferencias irreconciliables con la conducción de Daniel Ortega. Tiempo después, junto con Gioconda Belli y Sergio Ramírez, dio su apoyo al Movimiento Renovador Sandinista (MRS), al que acompañó bajo el lema Alianza Partido MRS en las elecciones de 2006.

Ernesto Cardenal fue nominado al Premio Nobel de Literatura en 2005. En 2009 recibió en Chile el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, en 2010 fue elegido miembro correspondiente de la Academia Mexicana de la Lengua y en 2012 fue galardonado con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, correspondiente a la XXIª edición. En Uruguay, la Fundación Mario Benedetti le otorgó en 2018 el Premio Mario Benedetti a la Lucha por los Derechos Humanos y la Solidaridad.

Además de sus numerosos libros de poesía, Cardenal publicó cuatro volúmenes de memorias (Vida perdida, 1999; Los años de Granada, 2001; Las ínsulas extrañas, 2002; La revolución perdida, 2004) y diversos ensayos sobre literatura, política, religión, historia y actualidad.

Durante sus últimos años se dedicó casi por completo a la literatura, y hace un año había publicado su libro más reciente, el largo poema Hijos de las estrellas, ilustrado por Ramiro Lacayo Deshon.

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