Al menos seis personas murieron luego de un bombardeo ruso sobre un edificio de apartamentos situado en la ciudad de Toretsk, en el óblast (provincia) de Donetsk, informó France-Press.
El ataque de las fuerzas de Moscú está enmarcado en su ofensiva sobre esta región situada en el sureste del territorio ucraniano. Pese a que las informaciones provenientes del campo de batalla no parecen ser muy halagüeñas para el gobierno de Kiev, en su habitual mensaje nocturno el presidente Volodímir Zelenski dijo este lunes, de acuerdo a lo que consignó El País de Madrid, que es “es cada vez más difícil para el Ejército ruso mantener posiciones en los territorios capturados”. “Las fuerzas armadas han sido capaces de infligir pérdidas logísticas significativas. Paso a paso, avanzamos. Rompemos las cadenas de suministro, identificamos y neutralizamos a los colaboradores”, agregó el presidente ucraniano.
Sobre este último punto, el lunes Zelenski nombró a Vasyl Maliuk como jefe interino del Servicio de Seguridad del Estado, un día después de que ordenara la destitución de Ivan Bakanov –un amigo de su infancia– por lo que describió como una falla en erradicar la traición en la agencia. El domingo también se dio a conocer la remoción del cargo de la fiscal general de Ucrania, Iryna Venediktova, que había estado dirigiendo investigaciones de crímenes de guerra. La sorpresiva destitución del jefe de seguridad y de la fiscal general de Ucrania agudizó las dudas sobre la infiltración de la inteligencia rusa en ministerios clave antes de la guerra, además de sugerir divisiones cada vez más públicas en el círculo íntimo de altos funcionarios más cercanos a Zelenski.
Gas y cereales
En muchos países de Europa existe el temor fundado de que Moscú pueda mantener suspendido el flujo de gas a las naciones a las que considera hostiles en represalia a las sanciones impuestas a Rusia, lo que podría generar una crisis energética que a su vez conduzca a la región hacia una recesión.
Acerca de este tema, la agencia de noticias Reuters difundió el lunes una carta a la que accedió, fechada el 14 de julio, en la que el gigante energético ruso Gazprom les comunicaba a varios clientes europeos que no puede garantizar el suministro de gas debido a circunstancias “extraordinarias”. Uno de los destinatarios de la comunicación fue la empresa Uniper, el mayor importador de gas ruso de Alemania. Un alto funcionario de esta empresa, que pidió no ser identificado debido a la sensibilidad del tema, dijo que las circunstancias “extraordinarias” se referían a los suministros de gas que llegan a través del Nord Stream 1. Los flujos a través de este gasoducto actualmente están suspendidos por cuestiones de mantenimiento, y aunque está previsto que el jueves estas tareas concluyan, nada garantiza que el flujo de gas se reanude en forma normal.
Además de la cuestión energética, otro efecto colateral de la guerra es la cancelación parcial de toneladas de cereales ucranianos que se encuentran almacenados en sus puertos, pero que no pueden llegar a sus destinos debido al bloque ruso. Este tema será abordado este martes en una reunión que el presidente ruso, Vladimir Putin, tendrá con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdoğan, en Teherán, la capital iraní.
Según se informó desde el Kremlin, en su primer viaje fuera de la antigua Unión Soviética desde el comienzo de la guerra, Putin también se reunirá con el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei. Desde Moscú se considera que las sanciones impulsadas por las potencias occidentales contra la economía rusa constituyen una declaración de guerra económica, por lo que el gobierno de Putin está acercándose sin disimulo a China, India e Irán.