La ONG Transparencia Internacional publicó este martes la última edición del Índice de Percepción de la Corrupción (IPC); el principal resultado que reveló el informe es que desde 2017 la lucha contra la corrupción está estancada en las Américas, y se apuntó particularmente a la situación de Venezuela y Nicaragua. En contrapartida, Uruguay resaltó como el país de América Latina con menos corrupción por segundo año consecutivo, esta vez compartiendo el puesto a nivel continental con Canadá.
En el índice 2022 se constata que ningún país del continente mejoró significativamente su situación en torno a la corrupción en los últimos cinco años. A nivel global, más de dos terceras partes de los 180 países analizados tenían en 2022 un “problema grave” de corrupción y la puntuación media, que es de 43 puntos, se mantiene igual desde hace 11 años.
El estudio mide la percepción sobre los niveles de corrupción en el sector público en una escala de 0 a 100, que va del país más corrupto al menos. En América, Canadá y Uruguay empataron con 74 puntos cada uno, seguidos de Estados Unidos con 69. En contrapartida, Venezuela terminó siendo el país más corrupto, con 14 puntos, seguido de Haití con 17 y Nicaragua con 19.
“Los gobiernos frágiles fallan en su labor de frenar a las redes criminales, el conflicto social y la violencia y algunos exacerban las amenazas para los derechos humanos al concentrar el poder con el pretexto de responder a la inseguridad”, señaló la presidenta de la organización, Delia Ferreira Rubio, según consignó Efe.
Por su parte, la asesora regional para América Latina y el Caribe, Luciana Torchiaro, explicó a la agencia que una característica común de todos los países de esa región es la falta de sanciones para los casos de corrupción: “El poder judicial es muy lento y en muchos países poco independiente. Todo esto contribuye a este nivel de estancamiento generalizado que observamos”, comentó.
Informe prende varias alertas en distintos países
En la región, tres países bajaron significativamente en la escala en los últimos cinco años: Honduras (23), Haití (17) y Nicaragua (19), que en 2022 bajó a su mínimo histórico desde que se empezó a medir en 1995. También descendieron Cuba (45) y Guatemala (24).
En particular, en el resumen ejecutivo, la organización enfatizó la situación de Guatemala. Se registra en ese país un declive en la lucha contra la corrupción “casi sin precedentes en la región”, destacó Torchiaro, que subrayó una “regresión extremadamente preocupante”.
“Observamos la cooptación total del ministerio público, de las instituciones de justicia, por parte de las élites que gobiernan el país y tienen incluso relaciones con crimen organizado,” apuntó la especialista, y recordó que se han encarcelado o han exiliado varios fiscales, activistas y periodistas. También remarcó el caso de Nicaragua como “extremo” y remarcó que además del alto índice de corrupción hay una “violación masiva de derechos”.
Asimismo, se llamó la atención sobre la situación “volátil” de Brasil, ocasionada por una combinación de “corrupción, autoritarismo y desaceleración económica” en el gobierno de Jair Bolsonaro, que según entienden recurrió a “maniobras corruptas” para beneficiar a aliados políticos y desmanteló estructuras de lucha contra la corrupción. También aparece resaltada la situación de Perú, tras los disturbios que se viven luego de la destitución de Pedro Castillo.