Al menos 80 palestinos fueron asesinados este miércoles en la Franja de Gaza, al menos una decena de ellos mientras intentaban acceder a la ayuda humanitaria que está distribuyendo una empresa privada estadounidense que trabaja en coordinación con las autoridades israelíes.
En total, se estima que más de 500 personas murieron desde que la Fundación Humanitaria de Gaza se hace cargo de la distribución de la ayuda en el enclave palestino, un proceso calificado de una “trampa mortal” por funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas.
Centralizada únicamente en cuatro puntos de Gaza, la entrega de insumos básicos para la supervivencia está siendo deficitaria, lo que agudiza la gravedad de una situación ya de por sí gravísima.
En la noche del miércoles, en un comunicado conjunto, el primer ministro y el ministro de Defensa de Israel, Benjamin Netanyahu e Israel Katz, respectivamente, acusaron a Hamas de estar tomando el control de la ayuda humanitaria que entra por el norte de Gaza, quitándosela a los civiles gazatíes. En el comunicado los dos jerarcas ordenaron al ejército la presentación en 48 horas de un plan para impedir que esta situación se siga repitiendo.
El anuncio se produjo apenas una hora después de que el ex primer ministro Naftali Bennett, quien se perfila como uno de los principales rivales de Netanyahu en las próximas elecciones, publicara en su cuenta de X una filmación en la que se ve a hombres armados, presuntamente integrantes de Hamas, trepados a camiones llenos de ayuda humanitaria. Bennett escribió que soldados israelíes que están en el lugar le informaron que tenían órdenes de dejar entrar los camiones a Gaza sin controlar su destino.
De acuerdo con cifras oficiales de las autoridades palestinas, más de 56.000 personas murieron desde que comenzó el conflicto en curso con Israel, que por su parte reportó la muerte en el mismo lapso de 440 soldados en Gaza. Las últimas muertes se registraron el martes en Jan Yunis, en el sureste de Gaza, cuando siete soldados perdieron la vida después de que un vehículo blindado en el que viajaban fuera alcanzado por un artefacto explosivo lanzado por un militante de Hamas.
A la tétrica situación que se está viviendo en Gaza se suma la altísima conflictividad que persiste en Cisjordania, donde la violencia de los colonos israelíes está provocando asesinatos casi de forma diaria.
Este miércoles, las autoridades palestinas de Cisjordania, informaron que al menos tres personas murieron y otras siete fueron heridas por disparos del ejército israelí, después de que decenas de colonos atacaran a palestinos en la localidad de Kafr Malik, cerca de Ramala, la capital del territorio.
Los colonos, quienes actuaron con la protección de tropas israelíes, quemaron autos y casas mientras se enfrentaban a la población local, una situación que se viene reiterando con matices desde hace meses.
La autoridad palestina condenó la creciente violencia de los colonos en Cisjordania y acusó al gobierno israelí de respaldar los ataques. “La violencia y los disturbios de los colonos, bajo la protección del ejército de ocupación, son una decisión política del gobierno israelí implementada por los colonos”, declaró el vicepresidente palestino, Hussein al Sheikh en una publicación en su cuenta de X.
Después de la guerra
Desde la ciudad neerlandesa de La Haya, donde participó en la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, el presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó este miércoles que funcionarios de su país conversarán la semana que viene con representantes iraníes, continuando el diálogo interrumpido por la reciente guerra entre Israel y Teherán. “Les diré una cosa: vamos a hablar con ellos la próxima semana, con Irán. Quizás firmemos un acuerdo, no lo sé”, declaró el mandatario.
Paralelamente y contradiciendo lo que habían expresado en un inicio, tanto Trump como su secretario de Defensa, Pete Hegseth, reconocieron tener ciertas dudas sobre la magnitud del daño infligido a las instalaciones nucleares de Irán por el bombardeo estadounidense del sábado, después de que una evaluación del Pentágono indicara que el programa iraní se había retrasado sólo unos meses.
“La información de inteligencia fue muy poco concluyente”, declaró Trump en una conferencia de prensa en La Haya. Estas palabras causaron incertidumbre tras varios días de declaraciones categóricas en las que afirmaba que la destrucción había sido total. “La información de inteligencia dice que no lo sabemos. Pudo haber sido muy grave. Eso es lo que sugiere la información de inteligencia”, agregó el presidente estadounidense.