Al menos seis personas murieron y más de 70 resultaron heridas en Cali, Colombia, debido a un ataque con explosivos contra una base aérea este jueves. Al mismo tiempo, 12 efectivos de la Policía Nacional fallecieron tras el derribo del helicóptero en el que viajaban, en la zona rural de Amalfi, Antioquia. El presidente colombiano, Gustavo Petro, vinculó ambos ataques con disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Sobre las 15.00 del jueves, un camión bomba explotó en la entrada de la base aérea Marco Fidel Suárez, en Cali. Petro atribuyó el atentado a la columna Carlos Patiño, disidencia liderada por alias Iván Mordisco, uno de los principales comandantes de las ex-FARC, quien dirige el Estado Mayor Central (EMC).
“Después de la derrota producida a la columna Carlos Patiño con la pérdida de buena parte del cañón del Micay, tenemos una reacción terrorista en Cali”, escribió Petro en X, horas después del ataque. “El terrorismo es la nueva expresión de las facciones que se dicen dirigidas por Iván Mordisco y que se han supeditado al control de la ‘junta del narcotráfico’. El gobierno considera aquí y le pide al mundo que considere a la ‘junta del narcotráfico’ como una organización terrorista, así como a sus bandas armadas en el Cauca, Guaviare, Antioquia y el Caribe colombiano”, expresó el mandatario.
En los últimos meses, el presidente Gustavo Petro ha señalado a la denominada “junta del narcotráfico” como responsable de un supuesto plan para asesinarlo. También la ha vinculado con el asesinato del senador y precandidato Miguel Uribe Turbay. Según Petro, esta organización dirigiría desde Dubái el negocio del narcotráfico, bajo el liderazgo de Julio Lozano Pirateque, un esmeraldero que reside en Emiratos Árabes Unidos y que cumplió condena en Estados Unidos entre 2010 y 2016, tras entregarse a la DEA.
Según La Silla Vacía, el nombre del grupo criminal surge de “La Junta Directiva” o “El Cártel del Dorado”, “que operó con bajo perfil a comienzos de los 2000” y cuyo único sobreviviente es Pirateque.
El pasado 10 de junio –tres días después del ataque a Uribe Turbay–, una serie de explosiones en los departamentos del Cauca y Valle del Cauca también fueron atribuidas por el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, a la disidencia de Iván Mordisco, como represalia por el ingreso de las fuerzas militares a un “centro neurálgico” de sus estructuras, como el cañón del Micay y la cordillera de Nariño, según consignó el periódico español El País en su cobertura desde Colombia. Ante el atentado de este jueves en Cali, Sánchez expresó: “Este cobarde ataque contra los civiles es una reacción desesperada por la pérdida del control del narcotráfico en el Valle del Cauca, Cauca y Nariño, donde la Fuerza Pública ha neutralizado gran parte de esta amenaza y avanza en la recuperación irreversible del territorio para la legalidad”.
Petro también compartió la imagen de uno de los presuntos responsables por el atentado, que fue “capturado por la comunidad en el lugar de los hechos”. “Es alias Sebastián y pertenece a las estructuras del EMC, dirigidas por alias Marlon, subordinado a la junta del narcotráfico”, escribió Petro. Una segunda persona habría sido capturada por el ataque.
Por su parte, el alcalde de Cali, Alejandro Eder, apuntó a la columna Jaime Martínez, que pertenece a la EMC, y en una publicación en X calificó a los responsables del ataque de “narcotraficantes que usan a Jamundí [municipio del departamento del Valle del Cauca] de negocio y vienen a violentar a Cali”. Eder anunció una recompensa de hasta 400 millones de pesos “por información que permita dar con los responsables”.
“Este atentado es de parte de la Jaime Martínez, los mismos terroristas delincuentes narcotraficantes que llevan desde mayo metiendo bombas en Cali. Hemos avanzado mucho, se ha conformado el bloque de búsqueda, hemos desarticulado las redes de apoyo al terrorismo que estaban instaladas adentro de Cali, por eso mandan dos camiones desde afuera de Cali, todo indica que desde el norte del Cauca, para que estallen de esta manera”, detalló Eder en una rueda de prensa.
En tanto, el derribo del helicóptero de la Policía se habría producido tras el ataque de un dron al rotor de su cola. Según las autoridades, los policías se encontraban en un operativo de erradicación de cultivos de coca. El ministro Sánchez confirmó que el ataque en Antioquia fue perpetrado por el Frente 36, disidencia de alias Calarca, y descartó que se trate del Clan del Golfo.
La cancillería uruguaya emitió un comunicado en que “condena los atentados perpetrados” en Antioquia y Cali. “Uruguay reitera su más firme repudio a estos actos de violencia que persiguen el fin de aterrorizar a la población civil y desafiar a las instituciones para socavar los esfuerzos de paz y seguridad del Estado y pueblo colombiano”, expresa el comunicado, y agrega: “Ante este injustificable acto de crueldad, Uruguay expresa su total solidaridad con el gobierno y pueblo de Colombia y expresa sus condolencias a las familias de todos los afectados”.