El ejército israelí lanzó ataques con explosivos este martes en la ciudad de Doha, la capital de Qatar, contra el “liderazgo sénior” del movimiento Hamas.
Según informó Al Jazeera, la ofensiva fue dirigida contra una delegación negociadora de esa organización islamista-palestina, que estaba reunida para discutir una propuesta estadounidense de cese del fuego en la Franja de Gaza. Poco antes, el propio Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel había anunciado que el gobierno de Benjamin Netanyahu aceptaba esa propuesta, con la condición de que todos los rehenes israelíes fueran liberados y que Hamas depusiera las armas.
Isaac Herzog, el presidente israelí, confirmó después que el objetivo del ataque era el jefe de la delegación negociadora de Hamas, Khalil al Hayya. “No olvidemos que Khalil al Hayya es un terrorista asesino con la sangre de miles de personas en sus manos, uno de los artífices de la masacre del 7 de octubre, al igual que muchos de sus colegas”, argumentó.
Si bien Al Hayya sobrevivió al ataque de este martes, sí murieron su hijo, Hamam Khalil al Hayya, y otro integrante de la delegación de Hamas en Qatar, Yihad Labad, director de la oficina del jefe de los negociadores, informaron Al Jazeera y Efe.
Qatar repudió esta ofensiva militar “contra edificios residenciales que albergaban a varios miembros del buró político en Doha”. Un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores qatarí, Majed al Ansari, dijo que “este ataque criminal constituye una flagrante violación de todas las leyes y normas internacionales y representa una grave amenaza para la seguridad de los qataríes y sus residentes”. Al Ansari agregó que Qatar “no tolerará esta conducta imprudente de Israel ni la continua perturbación de la seguridad regional”.
Repudio internacional
Dentro de Israel hubo manifestaciones de preocupación por las consecuencias que este ataque podría tener para el objetivo de recuperar a las personas secuestradas por milicianos palestinos el 7 de octubre de 2023.
Así lo expresaron el Foro de Familias de Rehenes y Desaparecidos y también el líder opositor Yair Lapid, que pidió al gobierno que explique “si se tuvo en cuenta el riesgo para sus vidas al tomar la decisión”.
La vocera del presidente estadounidense Donald Trump, Karoline Leavitt, dijo que “bombardear unilateralmente en Qatar, una nación soberana y aliada cercana de Estados Unidos que trabaja muy duro y asume valientemente riesgos junto con nosotros para negociar la paz, no contribuye a los objetivos de Israel ni de Estados Unidos”. Pero agregó que “eliminar a Hamas” es “un objetivo respetable”.
Varios gobiernos manifestaron su repudio contra el ataque por su ilegalidad y porque aumenta la inestabilidad en la región. Para Emiratos Árabes Unidos, el “cobarde ataque israelí” contra Qatar, además de violar su soberanía, constituye una “escalada irresponsable” que amenaza la seguridad de Medio Oriente. En términos similares se expresaron Siria, Líbano, Irak, Arabia Saudita, Omán y Kuwait.
El alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, repudió el ataque y señaló que “mina los esfuerzos de paz, mientras continúan los asesinatos y el sufrimiento”, y llamó a respetar el derecho internacional.
Desde Europa, el ministro de Relaciones Exteriores alemán, Johannes Wadephul, dijo que esta acción militar de Israel “no sólo viola la soberanía de Qatar, sino que pone en peligro todos nuestros esfuerzos por la liberación de los rehenes”, y la calificó de “inaceptable”.
A su vez, el primer ministro británico, Keir Starmer, también condenó esta ofensiva durante una reunión con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, a quien le planteó la necesidad de “evitar una mayor escalada en Medio Oriente”.
Sanciones de España
También repudió este ataque España, cuyo ministro de Relaciones Exteriores, José Manuel Albares, dio a conocer los detalles de un paquete de medidas contra el gobierno de Israel anunciado el lunes por el presidente Pedro Sánchez.
Esas medidas incluyen la prohibición del ingreso a España de los ministros ultraderechistas israelíes Itamar Ben Gvir, de Seguridad Nacional, y Bezalel Smotrich, de Finanzas. El lunes, ante los primeros anuncios, el gobierno israelí vetó la entrada a su territorio de dos ministras españolas, Yolanda Díaz y Sira Rego.
España, además, prohibió el acceso a su espacio aeroportuario a todo transporte que participe en la ofensiva en la Franja de Gaza, vetó la importación de productos elaborados en asentamientos israelíes ilegales y reforzó su aporte económico a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos y a la cooperación con Gaza.
Sánchez dijo el lunes que España “apoyará siempre el derecho de Israel a existir, a garantizar su seguridad y prosperar”, pero también señaló que “una cosa es proteger tu país, proteger a tu sociedad, y otra muy distinta es bombardear hospitales y matar de hambre a niños y a niñas inocentes”.