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Ilustración: Ramiro Alonso

No es un pasillo, es político

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Separación del cargo de director del IAVA.

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Un sumario con separación del cargo y retención de 50% del salario para el director del IAVA. Una excusa sobre la accesibilidad de la institución, que sólo es eso, una excusa para sacarles a los estudiantes un salón gremial histórico para el movimiento estudiantil en el que vienen luchando, organizando y ganando derechos para los estudiantes desde hace más de 60 años. No les molestan las paredes sucias, les molestan los estudiantes y la organización estudiantil.

Al promover e iniciar la separación del cargo al director del IAVA basándose en un decreto de 1979, la directora de Secundaria, Jenifer Cherro, demuestra la no intención de comunicación y búsqueda de entendimientos dentro de la organización, comunicación organizacional que nunca aprendió en el posgrado, que nunca hizo en la ex Licenciatura en Ciencias de la Comunicación (Liccom) y que, aunque figuró en su currículum, nunca existió como opción académica en la Liccom. Tampoco entendió nada en el curso de educación permanente que sí hizo, o eso dice hoy en su currículum.

Pero lo cierto es que comunica muy mal a la prensa, y al hacerlo pone de manifiesto la desidia verdadera que implica no arreglar, durante cuatro años, un ascensor que da accesibilidad a un liceo público. No es un ascensor tan antiguo y se paga un servicio de mantenimiento hasta el día de hoy para un ascensor que, como ella misma expresó, no funciona desde hace años. Es inoperancia de las autoridades y/o la excusa de la Dirección General de Educación Secundaria para eliminar de la historia la lucha de los estudiantes y limpiar las paredes del salón gremial del IAVA, transformarlo en un pasillo más, con sus paredes pintaditas de blanco y una rampa que, además, no soluciona el problema, ya que sólo daría acceso a la primera planta del edificio seguiría siendo necesario arreglar el dichoso ascensor para una accesibilidad plena. O sea, comunica a la prensa que los estudiantes son intransigentes cuando en realidad existe una rampa y un ascensor, lo que no hay es intención de mejorar la accesibilidad realmente y lo que hay es un hecho político autoritario y de otras épocas.

Y seguramente Cherro, la directora de Secundaria, no participó en el movimiento estudiantil en su vida, pero ese “pasillo” es patrimonio histórico y social de este país, ya que por allí sacaron estudiantes en la dictadura y luego fue salón gremial y emblema de la lucha estudiantil del IAVA.

La actual directora de Secundaria no transmite a la opinión pública cómo son realmente las cosas; este sumario no es otra cosa que un juicio político disfrazado de acto administrativo, y esa rampa no soluciona nada.

El IAVA tiene una rampa y tiene un ascensor que da acceso a todas las plantas del edificio. El arreglo de un ascensor roto resuelve el problema de la accesibilidad, pero no resuelve el manoseo al trabajador sumariado ni a los estudiantes que defienden un espacio que es histórico y que es suyo.

Los estudiantes ocuparon y en el acta lo primero que solicitaron a las autoridades fue que se deje sin efecto el sumario injusto y autoritario a un director que es buen director, profesor y compañero docente. Y que no cerró el salón gremial porque dialogó con los estudiantes, los escuchó y no cometió el atropello de cerrar a la fuerza un espacio que les pertenece, por orden de una Dirección General de Educación Secundaria que no está dispuesta a escuchar ni a negociar nada con los estudiantes, ni con los docentes, ni con la dirección del IAVA. Los estudiantes piden que no se persiga al gremio estudiantil y que no se intente cerrarles el salón gremial de forma autoritaria. Piden respeto a la historia del movimiento estudiantil y a ellos, a quienes quieren engañar con argumentos ridículos. Y piden diálogo y negociación con capacidad de resolución.

La actual directora de Secundaria no transmite a la opinión pública cómo son realmente las cosas; este sumario no es otra cosa que un juicio político disfrazado de acto administrativo, y esa rampa no soluciona nada. Lo que sí viene comunicando bien es que la administración pública hace cuatro años que no tiene accesibilidad para las personas discapacitadas porque no tuvo la capacidad de resolver el arreglo de un ascensor, cosa que no le pasa ni al edificio más antiguo de Montevideo.

Desidia, inoperancia e intenciones políticas que demuestran que la accesibilidad no les importa y que detrás hay sólo la intención política de destruir y desaparecer la historia. Sólo les falta ahora una circular a los liceos con la orden de quemar algunos libros.

Carla Couto es feminista e integrante de la Agremiación Federal de Funcionarios de la Universidad de la República (Affur).

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