No hay “blindaje mediático” posible para tapar la realidad que se vive en torno a la falta de seguridad en buena parte del país, ni para los graves delitos cometidos que involucran a figuras del gobierno.
En este marco de movilización creciente es que concebimos estas elecciones internas del FA, y no como un mero acto de gimnasia democrática o para cumplir con los estatutos.
Nadie duda de la capacidad de los compañeros y compañeras propuestas ni de su compromiso con la fuerza política, pero las candidaturas deben surgir producto del debate.
La seguridad de abastecimiento es un dato nada menor, que un operador privado no necesariamente tendrá entre sus prioridades. Porque es lo que hay detrás de toda esta charamusca: entregar el jugoso negocio de los combustibles a un privado.
Se trata de generar acciones que obliguen al gobierno a cambiar el rumbo de la ortodoxia liberal y que este juegue en beneficio de la población y no de una –de su– clase social.