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Seis perspectivas para analizar los principales problemas del trabajo

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¿Cuál es la situación del mercado de trabajo en 2024? En esta nota planteo sus principales problemas en comparación con 2023. No hago comparaciones con 2019, en primer lugar, porque el objetivo de esta nota es mostrar la fragmentación del mercado de trabajo actual y, en segundo lugar, porque en una excelente nota a investigadores del Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración de la Universidad de la República, publicada en la diaria el viernes 11 de octubre, se mostró que “los cambios observados no parecen responder únicamente al comportamiento genuino de los indicadores del mercado de trabajo y, por lo tanto, comparar indicadores previos con los posteriores a los cambios metodológicos debería realizarse con más recaudos”.

Los datos de 2024

El cuadro 1 nos muestra las personas ocupadas, desocupadas, subocupadas y ocupadas sin registro en la seguridad social. Los datos resultan del promedio enero-agosto de 2023 y de 2024, última cifra publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En los primeros ocho meses de 2024, aumentaron en 32.510 los empleos en el país. Sin embargo, al mismo tiempo sucedieron dos hechos problemáticos.

En primer lugar, al aumentar la población buscando trabajo (los activos), el nuevo empleo no compensó y, por ende, el número de desocupados aumentó en 6.305.

En segundo lugar, gran parte de los nuevos empleos no se registraron en la seguridad social. Ello lo muestra el propio cuadro 1, donde el 73,3% de los nuevos empleos creados entre 2023 y 2024 fueron informales, sin registro en la seguridad social.

A partir de estos datos construimos una variable (cuadro 2) que se define como “las personas que presentan problemas de empleo”, sea por estar desocupados, sea por estar subocupados, sea por no estar registrados en la seguridad social.

Con la variable “problemas de empleo” afirmamos que las personas con problemas aumentaron entre 2023 y 2024 en 36.844 personas y representan el 31,52% de los activos, es decir, casi una de cada tres personas que están en el mercado de trabajo tiene problemas de empleo.

¿Dónde están los problemas de empleo?

Voy a plantear aquí seis perspectivas para abordar la heterogeneidad en el acceso al trabajo: edad, género, nivel de ingreso, nivel educativo formal, ascendencia étnico-racial y territorio.

En los casos del territorio, el género y la ascendencia étnico-racial incluiremos las tres variables de los problemas de empleo; en ingresos, edad y nivel educativo, por razones de información disponible, sólo el desempleo.

La perspectiva de género

El cuadro 3 nos muestra las tasas de desempleo, informalidad y subempleo de varones y mujeres. El acceso de las mujeres al trabajo es peor que el de los varones. Una tasa de desempleo superior en 21%, mucho mayor subempleo y más equiparado en el caso del no registro en la seguridad social.

En número de personas, los datos nos dan que poco más de la mitad de los 160.000 desocupados son mujeres, a pesar de representar sólo el 45% de las personas que están en el mercado de trabajo. Y si sumamos los tres problemas, son 340.000 mujeres en Uruguay las que tienen un problema de empleo, lo que significa que cuatro de cada diez lo tienen.

La perspectiva étnico-racial

Desde el punto de vista de la ascendencia étnico-racial, el cuadro 3 nos trae la información. Los problemas de acceso al mercado de trabajo son relevantes para la población afrodescendiente. Están más del 50% por encima en las mismas tasas que la población blanca. Si tomamos los tres problemas sumados, llegamos a la conclusión de que el 52% de los activos afrodescendientes –es decir, más de la mitad– tienen problemas de empleo.

La perspectiva de los ingresos

El cuadro 4 nos muestra (en este caso para 2022) que los sectores de menores ingresos tienen tasas significativamente más altas de desempleo y que estas tasas luego descienden hasta que, en el 20% de mayores ingresos, la tasa de desempleo es de 3,5%.

En el caso del 20% de menores ingresos, dicha tasa casi duplica la general.

La perspectiva de la edad

El cuadro 5 nos trae la información por edad y por nivel de instrucción del sistema formal de educación.

Es claro que cuanto más jóvenes son las personas, mayores problemas en el acceso al trabajo tienen. La desocupación en la franja de 14 a 24 años triplica la desocupación media, y en el tramo siguiente, de 24 a 29 años, está 35% por encima.

En 2024, las condiciones del mercado de trabajo se han deteriorado, expresado en mayor cantidad de desocupados y en que el 73% del empleo creado no está registrado en la seguridad social.

De los 160.000 desocupados, más de la mitad (un orden de 85.000) son menores de 29 años. Mientras que los menores de 29 años representan una cuarta parte de los insertos en el mercado de trabajo, son más de la mitad de los desocupados. De ellos, 63.000 son menores de 24 años.

La perspectiva del nivel educativo del sistema formal

Quienes no han culminado la educación secundaria tienen un desempleo del orden del 20% superior a la media; los que sí la culminaron, pero no terminaron la terciaria, tienen poco más que la media, y el gran salto en la reducción del desempleo se da en quienes culminaron la educación terciaria.

La perspectiva territorial

Finalmente, vamos al análisis territorial. Para este caso tomamos como referencia la variable antes mencionada: “problemas de empleo”. Para el caso de Canelones tomamos en cuenta sólo el desempleo en cuatro subzonas. El cuadro 6 nos trae la información de los departamentos y de los municipios de Montevideo.

Respecto de los departamentos, vemos cuatro grupos. El primero de ellos, departamentos muy por encima de la media nacional (que es 31%), que se agrupan sobre todo en el norte y el noreste del país. En un segundo grupo, también por encima de la media, se mantiene esta tendencia geográfica, pero incluyendo buena parte del litoral.

Finalmente, es claro que el grupo con menores problemas se encuentra en el sureste y centro sur del país.

Si bien en todos los casos la informalidad es el problema principal (un orden de 65% del total de personas con problemas de empleo), en los departamentos más afectados, esta variable llega a más del 70% y, en el caso de Cerro Largo, el 84% de las personas con problemas de empleo son informales.

En el caso de Montevideo también es muy clara la diferencia respecto del promedio. Tres municipios (D, A y F) se alejan de manera muy importante del promedio (23,8%). Un segundo grupo lo integra el Municipio G, que es levemente mayor al promedio. Le sigue un grupo de tres municipios (E, B y C), levemente inferior al promedio, y finalmente el CH, que está muy por debajo de la media.

En Montevideo, también la informalidad es la principal fuente de problemas, pero con menor importancia que en el interior. En la capital del país es del orden del 55% y comparte importancia con el desempleo.

Finalmente, el cuadro 7 trae el desempleo en cuatro zonas del departamento de Canelones. También aquí se ven diferencias respecto de la media, con dos subzonas con mayores niveles de desempleo (ejes de las rutas 8 y 5), la costa en el promedio y el noreste y el Santoral por debajo de la media.

Síntesis

  1. En 2024, las condiciones del mercado de trabajo se han deteriorado, expresado en mayor cantidad de desocupados y en que el 73% del empleo creado no está registrado en la seguridad social.

  2. Casi una de cada tres personas activas tiene algún problema de empleo (o sea, no lo tienen, no tienen suficientes horas o no están registradas en la seguridad social).

  3. La mayor participación de los tres rubros de problemas es el no registro en la seguridad social. Esta mayor participación de la informalidad es especialmente relevante en el interior del país y en especial en el noreste y el litoral.

  4. Estos problemas tienen niveles de heterogeneidad muy altos y afectan en mayor medida a las mujeres, a jóvenes menores de 29 años, a los que tienen ascendencia étnico-racial afro y a los que no completaron la secundaria.

  5. La desocupación afecta significativamente más a las personas con menores ingresos.

  6. Desde el punto de vista territorial, las diferencias son significativas, con un eje de problemas en el noreste y en menor medida en el litoral, y bajas tasas en el centro sur y este.

  7. Montevideo y Canelones tienen, a su vez, ellos mismos diferencias internas significativas que se ven en los cuadros respectivos.

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