Ayer, sábado 1º de marzo, luego de una larga transición con sus luces y sombras, Yamandú Orsi recibió la banda presidencial de la mano de Luis Lacalle Pou en la tradicional ceremonia de traspaso de mando.
El nuevo presidente estuvo acompañado de Carolina Cosse, que asumió la vicepresidencia de la república, y de todos los ministros y las ministras que conformarán el nuevo gabinete, quienes tomarán posesión de sus respectivas carteras la semana próxima.
La ceremonia fue la de mayor participación internacional desde la restauración democrática, con presencia de más de 185 representantes de 65 países de todo el mundo, en una verdadera fiesta popular que encontró en las calles de Montevideo a centenares de militantes y votantes de todos los sectores que apoyaron y respaldaron la propuesta del Frente Amplio.
Por el Uruguay que merecemos, sabremos cumplir
Ya instalado el nuevo gobierno, comienza un nuevo tiempo de grandes desafíos para todas y todos quienes formamos parte de este gran equipo que se propone llevar adelante los cambios que el país necesita y merece. Tenemos algunos pendientes que datan incluso de nuestras gestiones anteriores y mucho por enmendar y mejorar luego de cinco años de políticas de recorte en áreas muy sensibles, como la salud, la educación y las políticas sociales en general.
La tarea que nos toca ahora es la de reconstruir el Uruguay. Nos encontramos con un país económicamente golpeado, con escaso crecimiento, fuertemente endeudado, con sueldos y jubilaciones estancados, con industrias que cierran, con un aumento sostenido de los homicidios y la violencia en los barrios y con grandes bolsones de pobreza e indigencia estructural pegando de lleno en nuestras infancias, que deben ser nuestro desvelo.
Chocaron la Ferrari, fundieron el motor y la dejaron embargada. No podemos perder ni un minuto para empezar a recomponerla. La ciudadanía ya nos marcó las prioridades y este gobierno trabajará incansablemente para cumplir con los compromisos asumidos en los tres grandes ejes que estructuran los principales lineamientos programáticos para el desarrollo de este nuevo ciclo de cambios: el crecimiento económico y el fomento de la producción nacional, la inclusión social y la seguridad pública. Será necesario mucho diálogo, cercanía, humildad y transparencia que orienten el camino de un buen gobierno. El nuevo presidente anunció hace algún tiempo que se tomarán varias medidas en el corto plazo en cada una de estas áreas.
En la primera, una de las prioridades será dar apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas y el diseño de una nueva política de desarrollo industrial, junto con el sector privado, enfocada en sectores clave, como tecnologías de la información y la comunicación, bioeconomía, dispositivos médicos, energía y economía circular; así como también el fortalecimiento del acceso al sistema de compras públicas para emprendimientos de la economía social y solidaria.
Vamos a dejar todo en la cancha para resolver los problemas que tenemos hoy, pero siempre con la mirada larga, para que dentro de cinco años Yamandú se despida de la banda que hoy recibe con la tarea cumplida.
En cuanto a los trabajadores y las trabajadoras, será prioritario el aumento del salario y el poder de compra, con especial énfasis en quienes hoy cobran 25.000 pesos o menos, para fortalecer el mercado interno y mejorar la calidad de vida. Se fortalecerá también al Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional para fomentar un proceso de recalificación que permita equilibrar la oferta laboral con la formación disponible. Además, se implementará un programa de empleo para 12.000 jóvenes de 18 a 24 años con formación dual e incentivos tributarios.
En relación con la inclusión social, las prioridades establecidas están centradas en las infancias y las adolescencias, la salud (con un fuerte hincapié en la salud mental), la vivienda y la educación. En este sentido se aplicarán varias medidas, como la duplicación de la cobertura en jardines y escuelas de tiempo completo o extendido, se multiplicarán por cinco las becas para estudiantes de enseñanza media en centros educativos públicos, se concretará la apertura de residencias estudiantiles en diversas regiones del país para facilitar el acceso a la universidad a 250 estudiantes al año y se implementará un apoyo económico para el inicio de clases a familias con niños y niñas en educación inicial o primaria.
En cuanto a la vivienda, se creará el Plan Primera Vivienda, para facilitar el acceso al crédito hipotecario a familias de capas medias, se implementarán proyectos de vivienda colectiva para la vida autónoma de adultos mayores, se establecerá un stock de viviendas para alquileres accesibles y se acelerarán los tiempos en los procedimientos para la construcción de cooperativas de vivienda.
En lo que tiene que ver con la salud, se implementará el Plan de Salud Mental 2025-2030 para abordar la emergencia nacional en la materia, se mejorará el acceso a medicamentos y prestaciones con reducción de costos, se creará una Agencia Reguladora de Medicamentos y se disminuirán los tiempos de espera en cirugías, estudios y consultas mediante sistemas de información y control.
Por último, en materia de seguridad pública, el trabajo se focalizará en algunas líneas clave, que tienen que ver con la persecución inteligente del delito, la incorporación, la formación y la capacitación de personal, la incorporación de tecnología, la atención de la emergencia carcelaria y el desarrollo de la Dirección de Convivencia y de la Policía Comunitaria.
Algunas medidas concretas de rápido impacto serán la incorporación de nuevos funcionarios, la intensificación del patrullaje en los barrios, la creación de una fuerza especial para la investigación criminal, la incorporación de dispositivos móviles de respuesta inmediata para casos de violencia basada en género, el mejoramiento de las condiciones de trabajo del personal policial, el desarrollo de un Sistema Integral de Lucha contra el Crimen Organizado y el Narcotráfico y la implementación del Plan Más Barrio, para controlar el crimen organizado en el territorio.
La tarea que tenemos por delante no será fácil, pero estamos convencidos de que lograremos cambiar los aspectos fundamentales que planteamos en el plano económico y productivo, de la inclusión social y de la seguridad pública, mejorando así la calidad de vida de los uruguayos y las uruguayas. Sin lugar a dudas estas serán las bases de un nuevo ciclo de transformaciones progresistas, para seguir construyendo ese país que soñamos.
Vamos a dejar todo en la cancha para resolver los problemas que tenemos hoy, pero siempre con la mirada larga, para que dentro de cinco años Yamandú se despida de la banda que hoy recibe con la tarea cumplida, dejándola en manos de otro compañero o compañera frenteamplista.
Daniel Caggiani es senador del Movimiento de Participación Popular, Frente Amplio.