Debemos tratar de imaginar un Mercosur más sofisticado, que salga de este estado de “muerte cerebral”. Un Mercosur que sea capaz de pensar una agenda de desarrollo del bloque regional poscovid.
En el caso de Abreu, una posición nacional podría fortalecer su candidatura en el plano regional ampliando la base de países dispuestos a acompañar la estrategia de Uruguay al respecto.
Este es un paquete bastante complejo de reformas de carácter ultraliberal, concentrador, autoritario, que promueve la falta de transparencia y la falta de participación, y que tiene un claro tinte privatizador.