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Policías afganos controlan vehículos en la calles de Kandajar

Foto: EFE, MATIULLAH ACHAKZAI

El país de la guerra eterna

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Expectativa internacional marca los comicios de mañana en Afganistán.

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El país de la guerra eterna

Expectativa internacional marca los comicios de mañana en Afganistán Se trata de un país devastado, ocu­padomilitarmenteporvariaspoten­cias internacionales, en donde los periódicos atentados de los insur­gentes les quitan la vida a decenas deciviles. En las aldeas, el opiose ex­tiende como una enfermedad, dur­miendo el hambre en los estómagos y sumiendo aun más en la pobreza a los que ya nada tienen, mientras que otros se llenan los bolsillos con las ganancias. Hasta hace poco, en las ciudades miles vitoreaban a los candidatos que mañana disputarán la presidencia, mientras que otros tantos rogaban por que la presen­cia de los políticos en las cercanías de sus casas no las convirtiera en blanco involuntario de los ataques. Aunque lo descrito parezca sacado de un relato de .cción, se trata de la realidad de Afganistán, un país en guerra en el que mañana se celebra­rán elecciones. pado militarmente, en donde no es posiblegarantizarlaseguridaddelos votantes? Tanto las potencias occi­dentalesqueocupanAfganistándes­de el 2001 -al frente de las cuales se encuentra Estados Unidos-como el gobiernoafganonosóloa.rmanque es posible llevar a cabo el proceso de votación que tendrá lugar mañana, sino que están seguros de que el re­sultado será legítimo. Para ello han gastadoalrededorde223millonesde dólares, destinados a .nanciar una compleja logística que contempla la apertura de 7.000 centros de vo­taciónentodoelpaís.Noobstante,la imagendemilesdeburros,caballosy mulasinternándoseenlasmontañas con el material para abastecer a los centros de votación situados en los lugares más inhóspitos -con la que se pretende demostrar que todos los afganos tendrán la posibilidad de expresarse-contrasta con algunos datos de la realidad, como el de que diez de los 364 distritos en los que se divide electoralmente Afganistán están bajo control de las fuerzas del talibán, lo que implicará que alrede­dorde600centrosnoabranlasurnas mañana.A estoseagregaque prácti­camente lamitaddelosdistritosestá amenazadaporlasarmas,aloquese suman losataques que posiblemen­te realizarán los talibanes mañana, que consideran que las elecciones son una fachada orquestada por Es­tados Unidos para permanecer en el país. Por ello, han pedido a la pobla­ciónafgana“queselevante en armas contralosinvasores”,y,apesardeque han señalado que no atacarán a los civiles, les han advertido que impe­dirán que se acerquen a los centros de votación. “Ustedesnodebenparticiparen laseleccionesynodebenacudiralos centros de votación, porque pudie­ra haber funcionarios allí y pudieran lanzarseataquescontraellos”,señala­baunvolantecolocadoelsábadopor lanocheenmezquitasdelaprovincia sureña deKandahar. ¿Cuáles son las características indispensables para que exista un sistema democrático? ¿Se pueden celebrar elecciones en un país ocu-de Relaciones Exteriores Abdullah Abdullah, con 26%, y le seguirían Ramazan Bashardost, un ex minis­tro de Plani.cación y miembro de la minoría étnica hazara, con 10%, y el ex ministro de Finanzas Ashraf Ghani, con 6%. Pese a que, según este releva-miento, Karzai no alcanzaría la mi­tad más unode los votos que necesi­ta para convertirse en presidente sin necesidad de una segunda vuelta, algunosde suscontendientes, como Ghani, lo han acusado de tener pre­parados cientos de miles de votos a su favor, para cometer fraude. A su vez, a pesar de que se ha vinculado conreconocidosseñoresdelaguerra y de que se lo acusa de estar relacio­nadoconelmultimillonarionegocio del opio y con el desío de fondos de la ayuda internacional, Karzai sigue siendo “la mejor opción” para Es­tados Unidos y sus aliados, que lo colocaron en el poder en el 2001, luego de lo cual fue rati.cado como presidente, en 2004.Además, Karzai pertenecea laetniamayoritaria pas­tún, hatejido alianzas con lasdemás etnias yhaefectuadoactosdeúltimo momento para atraer el respaldo de losconservadores,comosucedecon la legislación que aprobó la semana pasadasobreaspectosfundamenta­les de la vida de las mujeres de la mi­noríachiita. Esta ley, que hasido cri­ticadapor laorganización defensora de los derechos humanos Human Rights Watch, estipula entre otras cosas que las mujeres pueden ser privadas de alimento si se niegan a tenerrelacionessexualescon su ma­rido.Representandoapenas35%del electorado, las mujeres han sido las grandesausentesde los discursosde los candidatos mayoritarios; con el pesodehabersidotratadascomoun objeto bajo el gobierno de los taliba­nes, sólo uno de los presidenciables, Ghani -un intelectual de formación occidental que trabajó varios años en el Banco Mundial-, prometió in­vertir en “las hijas del país”. Pero Ghani no tiene posibili­dades frente al actual mandatario, dado que, de entre los presidencia­bles opositores, únicamente uno puede hacerle sombra a Karzai; se trata de Abdullah, un candidato mi­tad tayiko y mitad pastún, aunque la base de su adhesión corresponde a esta primera etnia, que es la segun­da del país. “Karzai ha dicho que cuando gane me ofrecerá pan y té y un tra­bajo en su gobierno”, dijo Abdullah recientemente,tras.nalizarunmul­titudinario acto. “Yo respondí ‘gra­cias por la oferta, pero no ayudará’ [...] Ya gané”, agregó, según consignó la agencia Reuters. Debido a la di.cultad para .s­calizar el proceso eleccionario -la Comisión Europea, por ejemplo, ya anunció que desplegará a sus ob­servadores en los sitios “en que las condiciones lo permitan”-existe el temor de que la posibilidad de frau­de empuje a acciones como las que se registraron tras los últimos comi­cios iraníes, y que los seguidores de Abdullah reclamen que su candida­to es en realidad el vencedor. Al respecto, Abdullah declaró a laagenciaReuters:“Enelcasoimpro­bable de que Karzai gane, alentaré a lasensatez[...]Peroespocoprobable porque yo ya gané”. ¦

Vote por mí Alrededor de 17 millones de afga­nos se han inscripto para votar en laseleccionesdemañana,enlasque seanunciaban“nuevastácticas” para detener las elecciones, estaba podrán elegir entre más de cuaren­ta candidatos presidenciales y entre cercade3.300 quesepresentanpara los consejos provinciales. Si bien el sufragio es universal, el registro de votantes fue de ins­cripción voluntaria, dado que en el país no existe censo, por lo que los datos que se manejan di.eren según el emisor y en todos los casos son aproximaciones. A pesar de la imprecisióndelosdatoso.cialesde­bido a la di.cultad para relevarlos -dado que culturalmente existe reti­cencia para brindar información de carácter privado-, se han difundido algunas encuestas de opinión que relevan la intención de voto, aun­que no se publicó cuál fue el pro­cedimiento para llegar a los datos. Esas encuestas, patrocinadas por institutos estadounidenses como el International Republican Institute, muestran como ganador de los co­micios al actual presidente, Hamid Karzai, con 44% de los votos. En segundo lugar estaría el ex ministro

ción civil para quitarles su base a los talibanes-, la violencia in­surgente no cesó, sino que, por el contrario, se ha incrementado. “La realidad es que el Ejército soviético, cuando invadió [Afga­nistán] a .nes de los años 70,tenía el doble de soldados y no pudo con Afganistán. Tuvo que reti­rarse. ¿Cómo diablos se las van a arreglar los estadounidenses con la mitad de tropas? Tendrán que retirarse también”, opinó Robert Fisk en una reciente entrevista con la BBC. El periodista añadió que Obama debía percatarse de que el único camino posible era retirar las tropas, porque Afga­nistán era “el cementerio de los imperios”. ¦ .rmadoporGhulamHaidar,coman­dante operativo del talibán en Kan­dahar, según apuntó la agencia AP. De hecho, el mes pasado fue el más sangriento para las tropas in­ternacionales desde que hace ocho años comenzaron la ocupación, lo cual se re.ejó también en dos he­chos signi.cativos hace unos pocos días; el sábado, un atacante suicida hizoexplotaruncochebombafrente a la entrada del cuartel general de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF, por sus siglas en inglés) -asesinando a siete per­sonas e hiriendo a más de noventa-, y, también ese día, el gobiernobritá­nico anunció que se había pasado el límite de 200 soldados de esa nacio­nalidad fallecidos en Afganistán. El anuncio fue realizado por el primer ministro británico, Gordon Brown, quien agregó que “la mejor manera de honrar la memoria de los caídos” era “continuar hasta el .nal”. El incremento en los ataques, según han indicado diversos analis­tas internacionales, podría indicar que el talibán está ganando nuevos adeptos entre la población afgana. Esto podría deberse a que los tali­banes, que estaban al frente del país hasta que fueron derrocados mili­tarmente por la coalición de tropas internacionales, han comenzado a representar la oposición a la ocupa­ción. Así lo señaló en una reciente entrevista con la cadena británica BBC el periodista Robert Fisk, un reconocido corresponsal en Medio Oriente. “No ha sido simplemente que el talibán comenzó de repente a ser popular o que lo adoran”, de­cía Fisk en la entrevista, “ha sido el hecho de que comenzaron a repre­sentar la oposición a la ocupación, aun cuando sus políticas sociales, si se pueden llamar así, hayan sido horribles”, señaló.

El amigo americano Las elecciones en Afganistán son unapartefundamentaldelaestra­tegia que conducen las potencias occidentales, con Estados Unidos a la cabeza, y con ellas pretenden demostrar que los ocho años de ocupación militar han rendido sus frutos, ya que el país se enca­mina a consolidar una estructura institucional acorde con los prin­cipios democráticos. Actualmente, existen dos misiones o.ciales de las tropas extranjeras; Libertad Duradera, que depende directamente de Es­tados Unidos y cuenta con 26.000 efectivos, y la de la ISAF, de la que participan42países -entre los que resaltan, además de Estados Uni­dos, Gran Bretaña y Canadá-con más de 61.000 soldados. Más de la mitad de los efectivos de las dos misiones militares combinadas pertenecen a EstadosUnidos,que pretende continuar aumentando el número de soldados en el co­rrer del año, dado que Afganis­tán es el objetivo prioritario del gobierno del demócrata Barack Obama, que ha expresado que derrotar a los insurgentes en ese país evitará futuros atentados, como el que ocurrió en terri­torio estadounidense el 11 de setiembre de 2001. Pese a que la estrategia militar del Ejército estadounidense ha cambiado desde que Obama asumió la presidencia -ya que ahora trata de ganarse apoyos entre la pobla­

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