La Cámara de Diputados iniciará una investigación administrativa sobre la actuación de la Comisión Investigadora que trabaja sobre la gestión del Ministerio de Turismo, a raíz de la filtración de información proporcionada por la empresa estonia Kirma Services, que había sido declarada confidencial por los diputados.
El representante nacionalista Juan Martín Rodríguez, que preside la investigadora, explicó en conferencia de prensa que Kirma había enviado por correo electrónico las respuestas a las preguntas hechas por los legisladores en la mañana del jueves, y en el cuerpo del mensaje planteaba que “en virtud de ser información que a juicio de la empresa revestía carácter de confidencial, la misma era suministrada a la comisión pero no consentía su divulgación pública”.
Como en el correo electrónico no se explicaba qué documentación debía ser declarada reservada y cuál no, la comisión acordó que todas las respuestas fueran declaradas reservadas inicialmente para luego volver a comunicarse con Kirma para conocer qué información sí podía darse a conocer a la opinión pública.
El diputado Rodríguez, que estaba acompañado por el representante frenteamplista Gustavo Olmos, relató que hasta este viernes ninguno de los cinco integrantes de la Comisión Investigadora había recibido aún las respuestas de Kirma y que recién en la noche del jueves la Secretaría había terminado de imprimirlas.
Sin embargo, las respuestas se filtraron y fueron publicadas este viernes por El Observador. “Hoy se filtró información que supuestamente estaba contenida en las respuestas. Digo 'supuestamente' porque nosotros no podemos dar fe de que eso que se dice esté incluido”, explicó Rodríguez. Por este motivo, la comisión resolvió solicitar a Diputados el inicio de una investigación administrativa, para conocer cómo surgió la filtración.
“Entendemos que esa información fue suministrada a la Cámara de Representantes y a la comisión en particular y que es nuestro deber aclarar debidamente si esa filtración se dio desde la Cámara de Representantes o no”, explicó el presidente de la investigadora.
En el pedido formal enviado a la Cámara de Representantes, firmado por Rodríguez, se explica que “en el cuerpo del correo electrónico, el Sr. Giorgios Shipillis, remitente en nombre de la empresa, nos expresaba: 'La información y documentación aquí requerida es enviada de forma exclusiva para el conocimiento de esta Comisión Investigadora. La misma es de carácter confidencial en tanto contiene información de mi empresa, por lo que les solicito cordialmente que la misma no sea enviada, de forma directa ni indirecta, a periodistas, medios de prensa, y en general a ningún tercero, en tanto esto no ha sido consentido'”.
El diputado Olmos, por su parte, señaló que “si la filtración fuese de algún legislador, que no es el caso porque no hemos accedido a la documentación, está previsto en la Constitución y la ley que lo reglamenta que es una falta grave que puede aparejar sanciones por parte de la Cámara”. Si el responsable de la filtración fuera un funcionario del Palacio Legislativo, existen “sanciones administrativas”. Sin embargo, tanto el legislador frenteamplista como el nacionalista respaldaron el trabajo de los funcionarios. “Tenemos absoluta confianza en que no fue desde la Secretaría de la Comisión que se filtró esta información”, indicó Olmos.
“Esperamos que de aquí al término de la comisión no sea necesario recurrir más a este instrumento. De hecho, es muy factible que de aquí en más, parte de la documentación que fue entregada por Kirma sea hecha pública”, dijo Rodríguez.
Las respuestas
Según el artículo de El Observador, en sus respuestas, Kirma señala a la Comisión investigadora que el negocio con el Ministerio de Turismo, en ese momento con Germán Cardoso al frente, era para ellos una “puerta de entrada” para trabajar con “la prestigiosa agencia Young and Rubicam”.
Esto coincide con los dichos del colaborador “honorario” de Cardoso, Elbio Rodríguez, que el jueves dijo a la Comisión Investigadora que acercó la propuesta de la compañía estonia al Ministerio de Turismo con la intención de que esta “se convirtiera en un proveedor digital de la agencia y que, como consecuencia, pudiera dar servicios no sólo a Turismo, sino a otros ministerios o entes del Estado, como Antel, el Banco de Seguros del Estado y a las propias empresas privadas que Young & Rubicam tiene en su cartera”.
“Yo fui quien llevó a la agencia Young & Rubicam a la empresa Kirma, como sugerencia a la mejor empresa de comunicaciones del Uruguay. Sí; yo se la llevé. Eso es cierto; no hay nada para objetar ni para decir”, indicó, según publicó la diaria y se desprende de la versión taquigráfica.
Kirma también indicó que cuando surgieron dificultades de pago, Rodríguez acercó a la firma estadounidense Sarasota SA para que ofreciera su cuenta bancaria como alternativa. El vínculo, según informa El Observador, se produjo “exclusivamente por la intermediación del Sr. Rodríguez”.
Rodríguez había sido señalado por la agencia de publicidad Young & Rubicam –que trabaja con el Ministerio de Turismo– como una de las personas que presentaron la propuesta de Kirma Services, por un trabajo de publicidad digital de 280.000 dólares. El trabajo quedó en la nada porque la cuenta a la que pidieron que se transfiriera el dinero era de un banco de Bélgica que no cumplía con los requisitos establecidos por el Banco República para prevenir el lavado de activos.
En el Parlamento, Daniel Reta, quien fue adscripto del ministro Cardoso, dijo que no conocía a la empresa Kirma, aunque luego se supo que fue él quien firmó su inscripción en el registro de proveedores del Estado. Restaba conocer lo que tenía para decir Rodríguez, que luego de la sesión de la comisión evitó hablar con la prensa.