El presidente Luis Lacalle Pou dijo que no tiene claro quién es el Frente Amplio. ¿Cómo evaluás la conducción de la fuerza política?
A mí me parece que es un error poner el foco en la conducción o en la estructura. Verdaderamente me parece que el Frente somos todos, y que tenemos que tomar todos conciencia y sentirlo. Una cosa es cómo se organice, y otra cosa es lo que es. Yo creo que el presidente estuvo mal en la frase que dijo. Creo que fue un exabrupto. En política o en la vida, cualquiera puede tener un exabrupto. Espero que lo corrija. Creo que para hablar con el Frente Amplio [FA] se puede hablar con cualquiera, porque después nos hablamos entre nosotros. No hay que andar buscando un cargo para hablar con el FA. Cualquier cosa que se hable conmigo yo la voy a hablar con mis demás compañeros. Lo que creo es que como frenteamplistas no tenemos que tomarnos a la tremenda el tema de la conducción; lo que sí tenemos que tomar a la tremenda es lo que está pasando en Uruguay. Se están muriendo decenas de personas todos los días. En ese marco, ¿nosotros tenemos que poner el foco en cómo organizamos la dirección del FA? Por supuesto que no. Lo que sí tenemos es que organizarnos para ayudar a la gente, para pensar medidas de reactivación económica. ¿Qué es eso? Es ser genuinamente frenteamplistas. La conducción del FA se va a arreglar, porque en la historia del FA es un problema menor.
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Igualmente, ¿no te parece que la conducción incide, por ejemplo, en la forma en que se hace oposición, y que eso a su vez tiene una incidencia en la realidad nacional? ¿Cómo está haciendo oposición hoy el FA?
Lo estamos construyendo. Yo creo que en la bancada del Senado se generó un muy buen clima de unidad y de discusión. Hay una unidad que se impone y que surge de la discusión. Esa es una parte constructiva que me parece muy bien. Creo que los equipos de gobierno de las tres intendencias frenteamplistas son diversos, y eso va construyendo. Porque no sólo se construye política con el mensaje hablado, sino también con los hechos. Entonces, creo que se va conformando el rumbo del FA. Tabaré siempre decía que frente a una observación, si vamos a decir que algo está mal, tenemos que traer la propuesta de cómo debe ser. El Frente presentó propuestas desde el principio de la pandemia; lo que pasa es que yo te puedo presentar una propuesta, pero si tengo enormes dificultades para difundirla... Y esas enormes dificultades no son sólo temas de publicidad o propaganda: la propia pandemia es una dificultad, no se puede hacer reuniones. Fueron avanzando los mecanismos virtuales, pero no es lo mismo que el cuerpo a cuerpo al que estábamos acostumbrados en la izquierda. Me parece que tampoco tendríamos que verlo en términos de oposición/gobierno, porque ese no es nuestro eje. Nuestro eje es política de Estado, ignorancia o conocimiento, protección o desamparo, desarrollo o reglas de mercado. Después, somos oposición circunstancialmente, por el resultado de una elección, pero lo que nos une es nuestro programa, nuestra historia.
Yamandú Orsi entiende que los intendentes deberían estar más cerca de la conducción de la fuerza política y que se debería generar una especie de organismo asesor o de apoyo que también sirva para acercar la fuerza política a la gestión. ¿Qué te parece esa propuesta?
Me parece, primero, que no es un tema de principios, así que es perfectamente discutible y analizable; no hay una posición a defender a capa y espada sobre el tema. Lo que me parece, de vuelta, es que el eje es otro. Nosotros de lo que tenemos que estar cerca es de la gente, de toda la gente. Para eso, como frenteamplista, yo quiero estar cerca de lo que es el FA. Y estar cerca del FA no es estar cerca de sus autoridades. Yo estoy cerca de los comités, de las coordinadoras, de la militancia frenteamplista, para estar más cerca de todos los montevideanos y las montevideanas. Me parece que tenemos que tener cabeza nueva en ese sentido, no confundir que tenemos que tener un cargo o una posición en una estructura para estar cerca del FA. Porque si yo estoy en una mesa chica, digamos, no alcanza. Eso sería un razonamiento superestructural. Que está bien, puede ser, pero lo más importante es lo otro, lo más importante es que yo no deje de ir a los comités como frenteamplista. Y no entreverarnos con los temas estructurales de la conducción del FA, que lo van a terminar conduciendo todos los frenteamplistas. Los frenteamplistas que no están en ninguna responsabilidad están muy firmes con el FA, con sus ideas, con sus análisis. Me dicen: “Nosotros estamos acá, no vayas a aflojar”. Hay que reconocerse a sí mismo con esa fortaleza como organización. Porque si no me reconozco, sigo pensando en lo superestructural. Hay que mirar pa’bajo y estar ahí.
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¿Qué características debería tener el futuro presidente o presidenta del FA en esta coyuntura?
Debo estar muy sola en esta idea [se ríe]. No sé ni siquiera si dar opinión, porque esto es secundario y falta mucho. Voy a cambiar 20 veces de opinión, no tengo una opinión firme al respecto. En un momento pensé: tendría que ser alguien muy muy joven. Pero muy joven, tipo veintitantos. Después pensé: no sé si podrá. Pero después pensé: ¿los jóvenes cómo no van a poder? [se ríe]. Entonces dejo de pensar en eso y me pongo a pensar en lo que tengo que pensar. Creo que el FA lo va a resolver bien. Cuando estemos más sobre el momento, ahí lo veremos, pero no me desvela. Porque el FA lo va a terminar resolviendo como tiene que resolver las cosas, con la gente.
¿Fue acertada la decisión del alejamiento de Rafael Michelini de la secretaría política?
Yo no hablo con ningún compañero ni compañera por los medios. Nunca lo hice ni lo voy a hacer. Y cuando el compañero Michelini hizo unas declaraciones, yo me comuniqué con él en privado y le dije lo que pensaba. Y lo voy a dejar ahí.