La interpelación de los ministros del Interior, Luis Alberto Heber, y de Relaciones Exteriores, Francisco Bustillo, dejó a su paso varias repercusiones, tanto desde la oposición como dentro de la coalición de gobierno, que al final del día se mostró más abroquelada que en los días previos respecto de las circunstancias que llevaron al envío de un pasaporte uruguayo al narcotraficante Sebastián Marset, lo que le permitió salir de Emiratos Árabes Unidos, donde se encontraba detenido.
Uno de los que se pronunciaron al respecto este martes fue el senador de Cabildo Abierto (CA) Guillermo Domenech. En diálogo con el periodístico Nada que perder de M24, Domenech sostuvo que a su juicio “quedó probado que se actuó de acuerdo a la reglamentación vigente y que la expedición del pasaporte no se debió a un favor especial a la persona beneficiaria del mismo”, o, “en lenguaje vulgar”, como lo definió, “no obedeció a ninguna gauchada”.
En su momento, el senador cabildante había manifestado su “preocupación” por la situación, puesto que su “principal duda”, según reiteró, “era que el pasaporte no obedeciera a una gauchada”, ya que, “al margen de las disposiciones legales, que sin duda se cumplieron estrictamente”, no le parecía “bueno” que el gobierno “apareciera haciéndole un favor a una persona con antecedentes penales importantes”, a pesar de haber sido “clausurado por una resolución de la Justicia competente en el año 2020”.
Asimismo, para Domenech “es realmente llamativo que las autoridades de Emiratos Árabes no sometieran a juicio penal a una persona que ingresó a ese país con un pasaporte falsificado”, al tiempo que sostuvo que en Uruguay “la reglamentación vigente establece que no se deben tener causas abiertas y requisitorias” en el país, algo que Marset no tenía.
“La persona esta, en ese momento, tenía todas las actuaciones penales cerradas en el país y no tenía una requisitoria formal que se pudiera conocer ante Interpol”, continuó el legislador, y sostuvo que no se puede “guiar por un rumor de que Fulano de tal va a ser requerido por tal o cual país” para este tipo de procesos.
Sin embargo, al ser consultado por el hecho de que la Policía uruguaya venía trabajando de un tiempo a esta parte con autoridades paraguayas, Domenech sostuvo que no le “merece tanta confianza la secretaría antidrogas de Paraguay”, país desde donde, según el senador, “proviene precisamente la droga que ingresa a Uruguay”.
“En ese país el tema drogas la verdad que no se maneja con absoluta eficiencia; a Uruguay han entrado en los últimos años importantísimas cantidades de droga y provienen precisamente de Bolivia y Paraguay”, remarcó, e indicó que “a la información que venga de Paraguay” la toma “con pinzas”. “A mí lo que me interesa es la información nacional, porque yo les tengo confianza a las autoridades de mi país”, sentenció.
La reunión
Ante otro de los elementos que surgieron a raíz del caso Marset, como la reunión que mantuvo la vicecanciller, Carolina Ache Batlle, con el abogado del narcotraficante, Alejandro Balbi, aparentemente para discutir el tema del pasaporte, algo que Ache negó en un comunicado publicado en su cuenta de Twitter, Domenech dijo creerle a la jerarca y sostuvo que si alguien le pide una audiencia, “sobre todo si es un profesional”, probablemente “se la conceda”.
“¿Qué tengo que hacer? ¿Cerrarle la puerta de todas las oficinas públicas al doctor Balbi?”, se preguntó. “Es un abogado que ejerce su profesión, la ejerce en el campo del derecho penal; uno puede tener una opinión negativa sobre el delito, que es lo más lógico, pero todos los delincuentes merecen tener un defensor y el doctor Balbi se dedica a eso”, añadió.
“Ella [Ache] dice que no hizo ningún favor especial y tengo que aceptar que eso es así, porque además no tengo ningún indicio en los hechos de que el pasaporte haya sido expedido en tiempo que no correspondía”, concluyó Domenech.