Este martes, la Cámara de Senadores trató como asunto político el archivo de la denuncia penal hecha por el Frente Amplio (FA) a raíz de la concesión del puerto de Montevideo a la empresa belga Katoen Natie. El pedido de tratar este tema fue hecho por el senador del Partido Nacional Luis Alberto Heber, quien cumplía funciones como ministro de Transporte y Obras Públicas cuando se firmó el acuerdo.
Luego de la sesión, que estuvo marcada por los cruces entre el oficialismo y la oposición, el Frente Amplio (FA) ofreció una conferencia de prensa en la que el senador Mario Bergara se refirió al “planteo hecho por el senador Heber con inusual agresividad” de “venir a tapar bocas”, e insistió con que “la oposición tiene que cumplir su rol de oposición, como lo hicieron las oposiciones anteriores y como seguramente lo harán las oposiciones en el futuro”.
Donde haya “posibles actuaciones irregulares, ilegalidades, donde hubiera actitudes o actuaciones reprochables”, la oposición “tiene la obligación de poner el foco, investigar y eventualmente llevar a la Justicia y que la Justicia tome las decisiones que deba tomar”, continuó Bergara, y señaló que desde el FA leen “el dictamen de los dos fiscales con los dos ojos abiertos, no con uno sólo”, esto en referencia a “la parte del dictamen que habla de errores, de contradicciones, de imprudencia, de ocultamiento indebido, de culpa, que habla de actuaciones irregulares y reprochables”.
“Nosotros no sentimos que hayamos agraviado ni insultado a nadie, simplemente actuamos institucionalmente como debemos actuar, haciendo denuncias dentro de los carriles institucionales, dentro de lo que es el relacionamiento político razonable”, agregó Bergara, que también recordó que el caso “sigue su curso” y que el FA queda “a la espera de lo que el Tribunal de lo Contencioso Administrativo [TCA] defina oportunamente”.
“El Frente Amplio no tiene que tragarse ninguna palabra y mucho menos porque se le exija de manera agresiva y fuera de lugar como ocurrió hoy”; por el contrario, “reafirma que cada vez, como oposición, que vea una actuación con irregularidades, con acciones y actuaciones reprochables, va a actuar” y eso “no debe interpretarse ni puede interpretarse como agravio personal o como un mancillamiento del honor de nadie”, zanjó Bergara.
Heber: en el FA “se tienen que tragar cada una sus palabras”
Por su parte, Heber ofreció una rueda de prensa en la que, por un lado, agradeció a la coalición de gobierno por el “apoyo” que recibió, y, por otro, apuntó al FA, porque “durante dos años y dos meses se abusó de decir que nosotros habíamos cometido dolo de abuso de funciones”, y el dictamen del fiscal Gilberto Rodríguez “claramente dice” que no se cometió “delito alguno”.
“Naturalmente, yo esperaba algún acto de grandeza, pero los que no tienen grandeza de espíritu ni honestidad intelectual no admitieron su error”, aseguró Heber. Asimismo, recordó que “la causa penal no habla de dolo ni de abuso de funciones”, pero, en cambio, “en los medios de prensa sí hablaron de dolo y de abuso de funciones”.
Ahora, en el FA “se tienen que tragar cada una sus palabras porque en dos oportunidades la Fiscalía ha dicho que se archive el asunto porque no hay delitos”. Ahora, recordó Heber, “resta esperar el procedimiento administrativo que está siendo estudiado por el TCA y, por lo tanto, también ahí vendrá un fallo”. “Estamos muy seguros de que hicimos lo correcto para el país, para el puerto, para la inversión, para el desarrollo de nuestro país”, agregó el ahora senador, y recordó que en un momento la sesión “se puso tensa”, pero él procuró “no agraviar”.
“Ni insulté ni agravié, que es lo que yo recibí durante dos años y dos meses”, insistió Heber, que reconoció que “frente a algún grito en el momento que estaba exponiendo sí contesté con las mismas palabras que se me estaban gritando, pero traté de esforzarme para no caer en el insulto y bajar el nivel de la discusión de que este es un tema importante”.
“Se procuró ensuciar nuestro nombre. No lo pudieron porque no lo hace quien quiere, sino quien puede, y ellos no pueden ensuciarnos, no tienen la altura moral como para hacerlo”, sentenció.