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Corte Electoral (archivo, julio de 2021).

Foto: Alessandro Maradei

Los partidos de Lust, Salle y Bonica competirán en las próximas elecciones

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Identidad Soberana y Basta Ya se registraron en la Corte Electoral, mientras el Partido Constitucional Ambientalista presentará las firmas en setiembre.

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Leído por Mathías Buela.
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El 11 de enero de 2024 vence el plazo para que se inscriban en la Corte Electoral los partidos políticos que quieran participar en las próximas elecciones internas, y ya hay dos agrupaciones nuevas que fueron habilitadas a competir el domingo 30 de junio: Identidad Soberana, liderada por el abogado Gustavo Salle, y Basta Ya –escindida, primero, del Partido de la Gente, y luego del Partido Verde Animalista–, encabezada por Jorge Bonica, director del semanario El Bocón.

Si bien Identidad Soberana y Basta Ya son los partidos nuevos que hasta ahora consiguieron el registro –por presentar al menos 1.350 firmas habilitadas–, probablemente habrá más novedades en las próximas elecciones: el Partido Constitucional Ambientalista, del diputado Eduardo Lust –exrepresentante de Cabildo Abierto (CA)– presentará los papeles en los primeros días de setiembre, según confirmó el legislador a la diaria, y en Un Solo Uruguay (USU) continúan las conversaciones sobre la posibilidad de promover un partido político –que trascienda el movimiento, pero se nutra de él–.

En la página web de la Corte Electoral se puede acceder a los comunicados oficiales de registro de las agrupaciones, con sus integrantes, cartas orgánicas y programas de principios, en los que los partidos esbozan contenidos programáticos y prioridades temáticas.

Combate a la corrupción, reducción del Estado y una “Ley de Ficha Limpia”

Presidido por Bonica y secundado por Juan Pablo Arcaro, Basta Ya se define como un partido que nació “de un movimiento social creado por ciudadanos que comparten los mismos principios y valores, los cuales sin experiencia política previa han decidido unirse con el objetivo de lograr un verdadero cambio en la forma de hacer política”, mediante el combate a “la demagogia, la corrupción y el despilfarro de los dineros públicos, así como la mala administración y gestión de todos los recursos en general, incluidos los humanos”.

El foco del partido está puesto en el combate de “todo tipo de corrupción y en todos los niveles”. En esa línea se enumeran una serie de medidas, como la eliminación de los fueros parlamentarios, “en procura de mayor igualdad y justicia, sin excepciones”, y la promoción de una “Ley de Ficha Limpia” que “inhabilite a ocupar cargos públicos a aquellas personas que cuenten con antecedentes penales”.

Desde el punto de vista económico, Basta Ya plantea una reducción del Estado, con el fin de “disminuir el altísimo costo que este tiene”, así como “defender la equidad económica disminuyendo la carga fiscal existente en los pequeños y medianos emprendimientos en contraposición con las multinacionales a las cuales se les otorga en muchas ocasiones mayores beneficios”.

“Defensor de la soberanía nacional”

Si bien la cara conocida de Identidad Soberana es Salle, la presidenta es María Elvira Canoniero, mientras que Salle aparece como vicepresidente. En su programa de principios, Identidad Soberana se declara “defensor de la soberanía nacional, de la forma democrática y republicana de gobierno, así como de los ideales Artiguistas” y “respetuoso de las libertades individuales”.

El partido de Salle se define en contra “de todo tipo de Imperialismo ya sea político, tecnológico, económico, religioso, cultural, racial, además de repudiar toda agresión de Estados que estén contra la libre autodeterminación de los pueblos soberanos”, y entre sus objetivos promueve el fortalecimiento de la Constitución; la defensa del medioambiente mediante el cuidado del agua potable y “el control estricto en el uso de los agrotóxicos”; la penalización del maltrato animal y la promoción y defensa de la familia como “base de la sociedad y la república”.

En el último punto se detalla que “la defensa de la niñez tendrá prioridad” y, en consecuencia, “se presentarán los proyectos de ley que penalicen en forma ejemplarizante el abuso sexual, sicológico, físico, económico y socio-cultural, independiente del género de dicha franja etaria”, así como la declaración de que “la libertad de orientación sexual es un derecho de la persona y como derecho tiene que ser ejercido por propia voluntad y una vez que el individuo haya cumplido su mayoría de edad”. Salle ha sido un detractor de lo que denomina “ideología de género” e incluso presentó un recurso de amparo para eliminar del Censo una pregunta sobre la identidad de género de las personas de 12 o más años de edad, que fue rechazado.

El Partido Constitucional Ambientalista cuenta las firmas

Lust y sus seguidores están “contando las firmas” que llevarán a la Corte Electoral, en setiembre, para registrar formalmente al Partido Constitucional Ambientalista –que originalmente se iba a denominar Partido Ambiental Constitucional– y, según planteó el diputado a la diaria, ya se superó el mínimo necesario de 1.350 adhesiones. Asimismo, señaló que la semana que viene se terminarán de redactar “los estatutos, el programa de principios y los documentos jurídicos” que llevarán a la Corte Electoral.

Sobre los lineamientos programáticos, Lust indicó que “básicamente va a ser un programa republicano, democrático” que parte de la base de que “todo el sistema político, sin excepción, ha creado un estado paralelo a la Constitución de 1967, que es lo que le permite ejercer el gobierno, bien o mal, apartándose de la Constitución”. En ese sentido, el programa buscará “ajustar la administración a la Constitución” y un ambientalismo “compatible con el avance de la ciencia y la tecnología y las necesidades humanas”.

Según planteó el abogado, un objetivo que entiende viable para esta primera instancia sería “continuar en el Parlamento y sumar a alguien más”, o sea, mantener la banca que ahora ocupa y sumar otra. Lust dijo que su propósito es “que los partidos chicos puedan tener cierto peso en la mayoría parlamentaria”, y adelantó que si se produce una segunda vuelta, su partido va a apoyar al candidato de la coalición, por un “tema filosófico”. “Nosotros defendemos más la libertad en todo sentido, el Frente Amplio es más estatista”, evaluó.

“Conversaciones” en Un Solo Uruguay

En los últimos años, la idea de conformar un partido político a partir de USU ha sobrevolado en el movimiento, con manifestaciones a favor y en contra en la interna, donde no hay consenso. Sin embargo, es un hecho que se mantienen las “conversaciones” sobre la posibilidad de impulsar un partido que trascienda la organización de “autoconvocados”, y figuras de primera línea entienden que esto es realizable, incluso, para las próximas elecciones.

Guillermo Franchi, exvocero de USU, es uno de los que impulsa este camino. En diálogo con la diaria, apuntó que “intentar o seguir en el intento de incidir a nivel político desde el movimiento social es imposible”, porque “el sistema político te deja llegar hasta cierto lugar”, por lo que se deben abrir dos caminos: uno por el que debería seguir el movimiento como tal, y otro por el que se impulse la creación de un partido político que trascienda USU y al que se incorpore “gente del sector privado, tanto trabajadores como empresarios –el panadero, el farmacéutico, el productor rural–” para “llegar al Parlamento a discutir de igual a igual con un político, y no tirar piedras desde abajo”.

Si bien afirmó que “está todo en conversaciones previas”, Franchi consideró que “todavía hay tiempo y quizá se llegue” a presentar las firmas necesarias antes del 11 de enero, porque recolectar 1.350 voluntades no sería un problema para el movimiento.

En una línea similar está Federico Holzmann, también referente del movimiento, quien, consultado por la diaria, sostuvo que “habría que hacer un esfuerzo en, por lo menos, dar el puntapié inicial” para la conformación de un partido político este año. Al igual que Franchi, consideró que esta agrupación debería ir “por separado” del movimiento, para cuidar “la libertad” que lo caracteriza, pero poder “concretar” los reclamos.

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