A mediados de diciembre, en un evento de Batllistas, el expresidente Julio María Sanguinetti, líder de ese sector, anunció que apoyaría la precandidatura de Tabaré Viera, también de Batllistas, y que el primero de marzo dejará de ser secretario general del Partido Colorado (PC), cargo que había asumido, por tercera vez, en diciembre de 2019. Según el estatuto del PC, quien lo sustituya debe ser alguno de los 15 integrantes del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del partido, pero en la interna siguen sin ponerse de acuerdo para elegir un sustituto y son varios los dirigentes que quieren que Sanguinetti se mantenga en el cargo; sin embargo, según supo la diaria, esta no es una opción para el dos veces presidente de la República.
Ya en diciembre, el diputado de Ciudadanos Ope Pasquet había señalado que “no tiene sentido” que Sanguinetti abandone la secretaría antes de las elecciones internas de junio. El senador Adrián Peña, coordinador general de Ciudadanos e integrante del CEN, en diálogo con la diaria siguió la misma línea y señaló que cambiar al secretario general para elegir otro luego de la elección interna de junio, cuando se formará un nuevo CEN, “no tiene mucho sentido”.
“Nadie va a cambiar la realidad del partido en tres meses, cuando además estamos en plena campaña. Nadie va a poder tener un plan de acción o una hoja de ruta porque sabe que va a ser relevado por otro prontamente”, reflexionó Peña. Además, dijo que para un momento electoral se necesita a alguien con “equilibrios”, y que esa característica la tiene Sanguinetti. Por lo tanto, el senador adelantó que seguramente mantendrá alguna instancia de conversación personal con Sanguinetti para plantearle que se quede, y si sigue con su postura, verán “cuál es el otro plan”.
De cualquier manera, fuentes del entorno de Sanguinetti señalaron a la diaria que, si bien el expresidente no hará declaraciones sobre el tema por el momento, “se mantiene en su posición” de que se irá del cargo el primero de marzo, y aunque Ciudadanos quiere que se quede, como lo han expresado públicamente algunos de sus dirigentes, él “no va a cambiar de decisión”.
Hace cinco años, en el período de transición, quien asumió el cargo de secretario general del PC fue el exdiputado por Rivera Guido Machado, pero lo hizo recién en junio, pocos días antes de la elección interna, y sucedió a Peña (por entonces, diputado) para luego dejarle el cargo a Sanguinetti, en diciembre del mismo año.
En tanto, Margarita Machado (del novel grupo Rebeldes) dijo a la diaria que en las últimas sesiones del CEN, antes del receso, que termina el lunes, se estuvo hablando del tema y ya se veía “difícil” la opción de nombrar a otra persona como secretario general. Al respecto, sostuvo que le parece que esto es así “fundamentalmente porque todo el mundo querrá hacer política, y la persona que esté de secretario general debe tener una actitud más ecuánime”. Agregó que la interna del PC está “muy dividida” y eso se traslada a la dificultad a la hora de encontrar un sustituto de Sanguinetti. Machado subrayó que con la edad que tiene el expresidente (88 años) no se le puede “estar con exigencias”, por lo tanto, “hay que respetar la decisión personal”.
Otro integrante del CEN, que prefirió no ser nombrado, también dijo a la diaria que luego del primero de marzo quedan pocos meses para la elección interna, por lo tanto, el PC “tendría una dificultad para encontrar un nombre de consenso que sustituya al expresidente Sanguinetti como secretario general”. La fuente subrayó que “la mayoría de los miembros del CEN estarán en plena campaña electoral” y, a su vez, “tampoco hay una mayoría clara dentro del CEN como para poder sostener la designación del secretario general”.
En los papeles, la mayoría del CEN era de Ciudadanos, pero ahora las fuerzas están más repartidas, dado que, por ejemplo, la exsubsecretaria de la cancillería Carolina Ache abandonó el sector, así como Machado.
Un dirigente del sanguinettismo subrayó a la diaria que si bien el expresidente ya había anunciado en diciembre que apoyará a Viera y, “obviamente, va a estar en la actividad partidaria”, su decisión de irse de la secretaría general no tiene relación con “un cálculo electoral menor”, sino con la finalización de un proceso, en un cargo en el que estuvo cuatro años. Además, la fuente destacó que, más allá del trabajo político que implica el cargo, también está la parte administrativa, que es “pesada”, por lo tanto, Sanguinetti se podrá enfocar en otros proyectos, como seguir escribiendo libros y dando conferencias.