Ingresá

Movilización de trabajadores del Mides, durante un paro parcial (archivo, 2024).

Foto: Rodrigo Viera Amaral

Sindicato del Mides realiza un paro parcial este jueves por un hecho de violencia en Dinali

2 minutos de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago

Desde Utmides denuncian que las autoridades no intervinieron y se negaron a aplicar el protocolo de seguridad establecido.

Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

La Unión de Trabajadoras y Trabajadores del Ministerio de Desarrollo Social (Utmides) realiza un paro parcial este jueves, con concentración en la Dirección Nacional de Apoyo al Liberado (Dinali), en protesta por una situación de violencia sufrida por trabajadoras de dicha dirección.

En un comunicado a la opinión pública, Utmides denunció la “total inacción de la dirección y de las jefaturas”, quienes “se negaron a aplicar el protocolo de seguridad que fue aprobado de forma bipartita”. y precisaron que la situación se prolongó durante tres horas, sin la intervención de las autoridades.

Ana Castellucio, dirigente de Utmides, explicó a la diaria que la semana pasada, en una de las oficinas de Dinali en Montevideo, ingresó una persona descompensada que ejerció violencia física, al arrojar objetos y golpear, sobre trabajadoras y usuarios por más de tres horas. “Esto fue avisado a la dirección y a las jefaturas y fueron absolutamente omisas, no dieron ninguna respuesta”. La persona debió ser reducida por varios funcionarios policiales.

La Dinali dejó de pertenecer en 2020 al Ministerio del Interior y pasó a estar bajo la órbita del Ministerio de Desarrollo Social (Mides). Castellucio comentó que el pasaje fue bastante complejo y “administrativamente todavía no se ha completado, los funcionarios todavía siguen dependiendo del Ministerio del Interior”. Para Castellucio, ese “caos administrativo” tiene su correlato en el funcionamiento de la dirección. “De alguna forma, la Dinali no se dio cuenta de que es parte del Mides”, afirmó Castellucio. Desde el sindicato piden que la dirección rinda cuentas y asuma los protocolos.

Castellucio explicó que el protocolo de seguridad incumplido tiene un eje de prevención y de actuación ante una situación de violencia. Sobre el segundo punto, mencionó algunas acciones que se deberían haber tomado, entre ellas, detener la atención para no exponer a más usuarios a la violencia, realizar la denuncia correspondiente y liberar de su puesto a las trabajadoras que se vieron directamente afectadas.

Estas situaciones “se inscriben en un marco de violencia instalada”, afirmó Utmides

Desde Utmides recordaron que en junio realizaron un paro “ante la gravedad de dos situaciones de violencia acaecidas en oficinas territoriales de Montevideo y Tacuarembó”. El sindicato señaló que dichas situaciones no son aisladas, por el contrario, “reflejan el creciente malestar ante la falta de respuestas del ministerio y las escasas herramientas que el Mides genera para prevenirlas”. Castellucio considera que son “la cara visible de políticas sociales que están muy desgastadas” y, por tanto, reciben la “violencia estructural que la población recibe”.

Castellucio señaló que hace un año en la posada de medio camino de Dinali, “un espacio para que las personas liberadas de centros de reclusión tuvieran un espacio para pernoctar y demás”, se dio una situación de violencia que acabó con una persona fallecida.

En el comunicado, las trabajadoras expresan su hartazgo ante la violencia sufrida en el marco de su trabajo, así como la violencia “institucionalizada” del organismo, que no “exige a sus propias direcciones cumplir con los compromisos mínimos asumidos”. También hacen énfasis en que sus jefes y directores son cargos de confianza que demuestran, “día a día, que no están a la altura de sus puestos”. “Nos han llenado todos estos años de cargos de confianza y después no son capaces de gestionar una situación así”, aseguró Castellucio.

¿Tenés algún aporte para hacer?

Valoramos cualquier aporte aclaratorio que quieras realizar sobre el artículo que acabás de leer, podés hacerlo completando este formulario.

Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura