La Dirección Nacional de Apoyo al Liberado (Dinali) dejará de ser parte del Ministerio del Interior (MI) y pasará a depender del Ministerio de Desarrollo Social (Mides). Las negociaciones empezaron hace unos meses y, según informó el MI, luego de varias reuniones entre autoridades, el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, y el ministro de Desarrollo Social, Martín Lema, acordaron que la Dinali pase al Mides.

En esta gestión, la cartera liderada por Lema desembarcó dentro de las cárceles con la instalación en la Unidad 4 de Santiago Vázquez, con énfasis en el trabajo asociado al egreso, que es coordinada por la Dirección de Gestión Territorial.

El cambio será incluido en el proyecto de Rendición de Cuentas que se está discutiendo en el Senado. Mediante un comunicado, el Mides informó que Lema va a presentar el jueves el aditivo a esta ley cuando vaya a la Comisión de Presupuestos integrada con Hacienda de la cámara alta a las 10.00.

Explicaron que este cambio se encuadra “dentro de los objetivos a los que apunta el Mides y con esa idea comenzó a haber conversaciones entre autoridades” hasta concretarlo.

La Dinali tiene como objetivo “reinsertar” en la sociedad a las personas que egresan del sistema penitenciario. Es una “herramienta para ayudar a las personas recientemente liberadas a ingresar al mercado laboral”, según plantea el portal oficial. Se hacen talleres, se realiza un seguimiento mediante entrevistas, se analiza la particularidad y las vulnerabilidades de cada uno.

La sede central de la Dinali es en Montevideo, en la excárcel de Cabildo, sobre la calle Miguelete. Tiene además filiales en el interior del país. Su director, el pastor evangélico Gustavo Silveyra, se mantendrá en el cargo.

Silveyra fue pastor de Misión Vida para las Naciones, iglesia liderada por su suegro, el pastor Jorge Márquez. Luego fundó su propia iglesia: Invasión Urbana. Además de pastor, es músico y toca en una banda de rock religioso llamada Profetas Eléctricos.

La Dinali gestiona también la Posada de Medio Camino, un refugio temporal con cupo para 66 personas (60 varones y 6 mujeres) que egresan del sistema penitenciario. En este espacio, ubicado también en la sede de la excárcel de Cabildo, se pueden alojar personas sin alternativa habitacional que son seleccionadas durante la privación de libertad por hasta 120 días.