El viernes se realizó en el hall del Centro Hospitalario Pereira Rossell (CHPR), se llevará a cabo una actividad cuya finalidad fue concientizar sobre la importancia de la detección precoz del cáncer de ovario. Se trata del cáncer ginecológico que presenta mayor mortalidad, debido a que 80% de los casos se detecta en etapas avanzadas.
Isabel Alonso, coordinadora técnica del Servicio de Oncología del CHPR, dijo a la diaria que cada año en Uruguay se diagnostican aproximadamente 230 casos, y entre 130 y 140 personas fallecen por esta causa. “El diagnóstico tardío se debe a que en el caso del cáncer de ovario no contamos con mecanismos de detección precoz, como puede ser la mamografía en el cáncer de mama o el papanicolau en el cáncer de cuello uterino, o como el fecatest para detectar el cáncer de colon. En el caso del cáncer de ovario no hay ningún examen de tamizaje, es decir, un examen que hagas en población sana y que te permita detectar la enfermedad”, afirmó Alonso, quien agregó: “La única manera de controlar el cáncer de ovario, y por eso estamos emprendiendo la tarea de concientizar a nuestras mujeres, es ir al ginecólogo y, si este eventualmente encuentra alguna anomalía, realizar una ecografía transvaginal o exámenes de sangre pertinentes para diagnosticar la enfermedad”. Si el cáncer de ovario se diagnostica en el estadio I, cuando el tumor está localizado en el ovario, la posibilidad de sobrevida es alta y se ubica entre 90% y 95%, pero cuando se detecta en el estadio III se considera una enfermedad pelviana y la sobrevida a cinco años desciende a entre 20% y 25%.
En cuanto a los síntomas del cáncer de ovario, Alonso explicó que no son muy específicos, una característica que también incide en el diagnóstico tardío de la enfermedad. “La persona puede tener una sensación de pesadez abdominal, distensión abdominal, dificultades para comer y sentirse llena rápidamente, cansancio, necesidad de orinar con más frecuencia de lo habitual, dolores pelvianos que la mayoría de las mujeres suelen atribuir al estreñimiento. Este tipo de explicaciones no ayudan a la detección precoz de la patología”.
Otro factor que incide en el diagnóstico tardío es que la enfermedad aparece con mucho mayor frecuencia en mujeres en edades posmenopáusicas. “Las mujeres luego de la menopausia van mucho menos al ginecólogo, y el pico de incidencia del cáncer de ovario se da alrededor de los 60 años”, explicó. En mujeres jóvenes la aparición de cáncer de ovario es mucho menos frecuente, “aunque a veces hay casos de tumores de ovarios, por ejemplo en mujeres de 20 años, que se denominan ‘tumores de la célula germinal’, que en general se diagnostican en estadios tempranos de la enfermedad, tienen otro pronóstico y en la gran mayoría de los casos se curan”.