La Sociedad de Cirugía Pediátrica y el Sindicato Anestésico Quirúrgico alertaron sobre la importancia de difundir cómo se manifiesta la torsión testicular, una patología frecuente en adolescentes que “se conoce poco, pero que, una vez que se manifiesta, debe tratarse en una ventana temporal de 12 horas”, según explicó en diálogo con la diaria el cirujano pediátrico Bernardo Berazategui.
La torsión es una afección “típica en los adolescentes”, la mayor incidencia se da entre los 12 y los 18 años, aunque puede aparecer a cualquier edad y lo que sucede es que “el testículo se tuerce sobre los vasos que le suministran la sangre porque no se fijó desde el nacimiento”, agregó el cirujano. Por otra parte, explicó que no se puede detectar sin que aparezcan los síntomas que, por lo general, son dolor agudo e intenso que puede acompañarse de náuseas, sudoración e incluso desmayos.
La recuperación “depende del tiempo de consulta”, algo que es fundamental para la supervivencia del testículo, ya que son claves las horas que pasen entre la aparición de los síntomas y el momento de la cirugía. “Una vez que pasaron las primeras 12 horas, las posibilidades de salvar la glándula son cercanas al 30% y luego de las 24 horas no se puede salvar el testículo”, según Berazategui.
La manifestación clínica de la torsión testicular es clara. “En la examinación del escroto nos tenemos que fijar que comienza a quedar más grande del lado del testículo que duele”. Este y otros elementos clínicos “simples y visibles” habilitan a hacer la cirugía.
La intervención “es muy sencilla” y consiste en destorcer y fijar el testículo. La internación es breve y en una semana el niño o adolescente puede reintegrarse a sus estudios y en un mes a sus actividades físicas.