El Ministerio de Salud Pública (MSP) anunció como distribuirá una serie de fondos destinados a iniciativas de atención en salud mental, por un total de 60 millones de pesos. Así lo anunció el director general de Secretaría de la cartera, Rodrigo Márquez, durante el encuentro Acción País por la Salud Mental, celebrado este lunes por la tarde en el Auditorio Nacional Adela Reta.
El evento significó la conclusión de un proceso de diálogo con diferentes actores abocados a la temática que la cartera lanzó en agosto con la intención de fortalecer la atención en salud mental y avanzar en el cumplimiento de la normativa vigente. Asistieron representantes del oficialismo y la oposición, así como los ministros de Ambiente, Edgardo Ortuño, Vivienda y Ordenamiento Territorial, Tamara Paseyro, e Industria, Energía y Minería, Fernanda Cardona, y las subsecretarias de Interior, Gabriela Valverde, y Transporte y Obras Públicas, Claudia Peris.
Según un documento al que accedió la diaria –y tal como anunció Márquez durante el evento–, tres de los fondos anunciados serán destinados a iniciativas planteadas en el marco del proceso: un fondo dirigido a iniciativas territoriales que abordan “temáticas prioritarias” identificadas por las propias comunidades; otro que busca “fortalecer la articulación y cooperación entre actores” dentro de “redes regionales e interinstitucionales”, y un tercero a asignar a propuestas de integración de la salud mental “en espacios culturales, deportivos y educativos”. Esto implica el desembolso de alrededor de 30 millones de pesos uruguayos, a los que se suma otro fondo de monto equivalente cuyo propósito es “fortalecer convenios” con la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), el Ministerio de Desarrollo Social (Mides), gobiernos departamentales y programas de prevención del suicidio como Ni Silencio Ni Tabú.
Márquez destacó que dentro del “marco de restricción” que caracterizó a los primeros meses de gobierno no sólo se haya buscado “armar una inversión importante en salud mental”, sino también “ordenarla”, lo que implicó “convocar a todos a pensar otros espacios donde la política pública debe invertir y debe trabajar con lo que ya existe”.
Más allá de ello, remarcó que los esfuerzos “no terminan hoy”, sino que “arrancan”, y reveló que la intención es reeditar el diálogo el año próximo. “La Acción País no termina hoy; hoy arranca”, acotó, y agregó que el año próximo la cartera convocará nuevamente a actores interesados. “Esto no debería parar, esto debería continuar”, valoró.
El jerarca llamó a “entrar en una nueva etapa” en la materia, algo para lo que resulta imprescindible “hacerlo desde los hechos”, y dijo que espera que “sirva para potenciar la Acción por la Salud Mental”. No descartó la posibilidad de “hacer mayores inversiones”, y dijo entender que ASSE “va a hacer una inversión también grande e importante en salud mental”. “Está claro que todos estamos trabajando en la línea de invertir: invertir eficientemente e invertir orientando en este enfoque comunitario”, concluyó.
Nozar: es necesario que “el abordaje comunitario de la salud mental sea una realidad”
Por su parte, para la directora general de Salud de la cartera, Fernanda Nozar, si bien hoy en día la normativa provee de “estrategias vigentes que sirven de sostén”, es necesario “pasar a acciones más específicas”, que “se traduzcan a resultados”, para que “el abordaje comunitario de la salud mental sea una realidad”, ya que “falta un trecho importante”. De este modo, tildó a Acción País como “una gran oportunidad”.
La jerarca resaltó la importancia de los enfoques territorial e interinstitucional, con “la participación activa de las personas”, algo que definió como un “gran desafío”, que “muchas veces es muy difícil de articular desde el Estado”. Nozar reveló que se presentaron más de 300 iniciativas en una primera instancia, que “en el proceso de depuración, articulación y visualización” llevaron a unos 275 proyectos “esparcidos a lo largo del país”.
Así, y en línea con lo expuesto por Márquez, consideró que el evento del lunes no supone el final de un proceso, sino “un gran punto de partida para la continuidad de un trabajo”, que anheló que “efectivamente sea colectivo y de proyección nacional”. “El plan que tenemos para llevar adelante busca esto: transformar la realidad de la institucionalización a la inclusión”, afirmó, si bien matizó que “su éxito dependerá de la articulación efectiva entre los diferentes sectores”.
Lustemberg: “no puede ser” que la salud sea “en algunos lugares un privilegio”
En último lugar, la ministra de Salud Pública, Cristina Lustemberg, ahondó en las líneas de trabajo y algunos de los conceptos abordados en intervenciones anteriores. La ministra recordó que las políticas “no son públicas porque las formula el Estado, sino porque abordan asuntos de interés público” y que, por lo tanto, su “ciclo de elaboración incorpora a diversos actores” y es una responsabilidad colectiva.
Lustemberg reiteró la idea y notó que “uno no puede elaborar una política pública de espaldas a quienes a diario trabajan en la ejecución de esa política pública [ni] a quienes desde hace años tienen experiencia de trabajar a nivel territorial”. Así, subrayó el valor de los diferentes ejes en los que se enmarca la propuesta de la iniciativa y preocupan al ministerio, entre ellos los vinculados a los derechos humanos y las territorialidades.
“Este tema que nos convoca es un verdadero problema de salud pública no sólo por su magnitud o gravedad, sino porque afecta al bienestar de una parte importante de nuestra población y porque exige el diseño de políticas públicas específicas”, continuó. Es así que anunció la elaboración de un documento basado en el proceso que “permita tomar herramientas para diseñar las acciones específicas”, entre las que se encuentran las inversiones anunciadas por Márquez.
“No puede ser que teniendo un Sistema Nacional Integrado de Salud, cuando la salud tiene que tener y ser una concepción de derechos, hoy sea en algunos lugares un privilegio”, se lamentó. “Sepan que no vamos a transar”, aseveró. Y remató: “En lo que no vamos a descansar es en que el derecho a la salud mental tiene que ser una garantía para cualquier persona que lo requiera”.