Una delegación del Sindicato Anestésico Quirúrgico del Uruguay (SAQ) concurrió a la Comisión de Salud Pública y Asistencia Social de Diputados y constató su preocupación por la reválida “flexible” de los títulos de los médicos extranjeros que se instalan en Uruguay, especialmente aquellos que se desempeñan en el área anestésico-quirúrgica.
Desde el sindicato plantean que, durante los últimos años, la normativa que rige el trámite cambió varias veces de formato y de dependencia, carece de control y permite el desempeño de profesionales que se encuentran habilitados a través de un proceso fácil que en la actualidad se limita a una constancia que se consigue en línea.
Según consta en la versión taquigráfica de la sesión, a la que accedió la diaria, Daniel Montano, el presidente del SAQ, planteó a los legisladores que si bien “históricamente” el trámite de reválida del título se presentaba en la Escuela de Graduados de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República, donde se iniciaba un trámite “netamente académico” y se formaba un tribunal con profesores grado 4 y 5 que estudiaban la formación documentada que presentaba el aspirante y decidía si se podía otorgar la reválida total, parcial o negar la solicitud, en 2008, con la llegada de oftalmólogos cubanos a trabajar en el Hospital de Ojos, el trámite se modificó por decreto y pasó a ser competencia del registro temporario de títulos obtenidos en el extranjero de especialidades médicas, dependencia del Ministerio de Salud Pública (MSP).
Con la modificación, la reválida se volvió “más fácil” por un convenio que Uruguay firmó con Cuba y, al presentar la documentación para la reválida, se comenzó a extender una constancia con la que al concurrir al MSP se podía incorporar al registro temporario y, junto a un contrato laboral, la persona podía trabajar como especialista por un plazo de dos años, con posibilidad de dos años más de prórroga.
Para el SAQ, la modificación presentó la dificultad de que los profesionales comenzaran a trabajar sin “una evaluación previa de su capacitación”, sin controles del ministerio o de los prestadores que los contratan, explicó Montano.
Luego, en 2021, con Daniel Salinas como ministro de Salud Pública, se decretó hacer controles semestrales de las reválidas en el Departamento de Habilitación y Control de Profesionales de la Salud de la cartera y que todos los prestadores que contratan profesionales inscriptos en el registro elevaran una copia de los contratos a la Junta Nacional de Salud. El decreto también establece que el incumplimiento de estas disposiciones será sancionado con apercibimiento o multa a las instituciones.
Según el SAQ, el último decreto tampoco se cumplió y poco tiempo después, con la ley de urgente consideración, llegaron nuevas modificaciones. En concreto, la ley le asignó al Área de Educación Superior, dependiente de la Dirección Nacional de Educación Médica del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), las competencias referidas a los procedimientos de reconocimiento y reválida de títulos obtenidos fuera del país.
Además, se aprobó un reglamento para el procedimiento que establece que al postulante, al inscribir su solicitud de reválida en el MEC, se le expide una constancia automática que le permite ingresar al registro temporario. Esta inscripción es digital. Montano reparó en que, de este modo, “ni siquiera hay una persona que pueda comprobar que el aspirante está presentando los documentos mínimos necesarios para iniciar un trámite de reválida”.
“Actualmente, se desempeñan profesionales extranjeros que no fueron evaluados en cuanto a su capacidad y experiencia, a quienes se les exige menos que a los especialistas formados en nuestro país, que están imposibilitados de trabajar si no tienen el título”, agregó Montano, y contó que se han dado casos en los que, al analizar el pedido de reválida de los postulantes, fueron rechazados porque no tenían el título de médico, y estaban trabajando de especialistas”. “El trámite es tan vulnerable” que requiere revisión y control, advirtió el presidente del SAQ.