La obra de construcción de la tercera planta de celulosa de Uruguay, la segunda de la empresa UPM, en Durazno, permanece paralizada desde este jueves, tras una resolución del Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (Sunca) ante el crecimiento de casos positivos de covid-19 y del número de trabajadores en cuarentena.
El secretario general del Sunca, Daniel Diverio, dijo a la diaria que desde el viernes no ha habido avances en la negociación con la empresa finlandesa y que este lunes van “a revisar el preacuerdo”, pero “en este momento no hay condiciones para levantar las medidas porque no hay acuerdo, por un tema tan sensible como el sanitario”.
Diverio explicó que hubo “varias situaciones” en la planta donde se desempeñan “más de 3.500 trabajadores”, que en su mayoría “conviven en Paso de los Toros, Pueblo Centenario y Durazno, lo cual hace a la complejidad de hacer cumplir el protocolo de la construcción”. El dirigente dijo que el protocolo, “así se cumpla”, “es insuficiente para frenar el nivel de contagios, que en esa obra se da tres veces más que en el resto del país, porque ahí hay entre 140 contagiados en 1.200 trabajadores”. “Es un número muy alto, y creemos que habría que tomar medidas para frenar eso. A su vez, hay entre 300 y 400 compañeros en cuarentena, lo cual los lleva a cierta incertidumbre, porque están haciendo cuarentena lejos de la casa. Es muy complejo”, expresó.
“Nosotros venimos hace tiempo reclamando alguna medida en la obra para despejar la posibilidad de contagios, y no son medidas que frenen la producción ni mucho menos, son medidas como la ampliación de los comedores, la forma de ingreso, el lugar de alojamiento para los compañeros que están aislados”, añadió Diverio.
El dirigente dijo que hay un convenio firmado en diciembre “que tiene una cantidad de elementos que son centrales y no se están cumpliendo, como por ejemplo los porcentajes de ingreso por sorteo y una cuota de mujeres, de personas con discapacidad y de gurises del Inisa [Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente]”. Según señaló, de diciembre a la fecha ingresaron unos 1.000 trabajadores más, mientras que por sorteo entraron apenas 18 y no hubo ingresos por las cuotas vinculadas a discapacidad, género o el Inisa.