¿A qué te dedicás y desde cuándo?
Tengo un taller de carpintería y herrería con mi amigo Marcos. Hacemos todo tipo de muebles y proyectos, desde máquinas de gimnasio hasta instalaciones de mobiliario a medida. En mi caso en particular, me especializo en la parte de la carpintería; empecé en el rubro hace cinco años y desde 2018 trabajo de forma independiente.
¿Cómo afectó la pandemia tu trabajo?
Hubo unos meses, sobre todo al principio, en que se cortó el flujo de trabajo. Después, cuando se empezaron a flexibilizar más las actividades, la demanda se disparó, al punto de que hoy en día tenemos cola de trabajo y nos cuesta contestar todas las propuestas.
¿Qué cambios te parece que vinieron para quedarse?
Sobre todo, diría que el teletrabajo hoy es una realidad, se avanzó mucho para ese lado. Después, me gusta creer que la pandemia trajo un poco más de conciencia sobre la soledad, la ansiedad, la depresión; problemas y situaciones comunes que por ahí antes no tenían tanta visibilidad o traían más carga de estigma para aquel que las sufre.
¿Qué cosas habría que hacer para mejorar la actividad en tu sector?
Me parece que los oficios en general están un poco abandonados desde la educación. En carpintería, en particular, cuesta mucho encontrar una formación actualizada. El rubro cambió mucho y hay que aprender trabajando, o a prueba y error, para aquel que se lo puede permitir. Tengo la impresión de que es algo que pasa en el oficio en general; ahí hay un espacio en el que se puede trabajar.
¿Qué te parece que va a pasar en el futuro con la covid-19?
Espero que pase y quede como una anécdota, que la contemos como aquellas cosas que te cuentan tus padres y uno siente tan lejanas y ajenas. La teoría que me gusta creer es que con el tiempo se va a convertir en una especie de gripe y prácticamente en un virus inocuo.
¿Te gustó este material fotográfico? Mirá más imágenes capturadas por el equipo de fotografía de la diaria.
Más artículos de Fotografía