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Marisol Fuentes (archivo, junio de 2022).

Foto: Ernesto Ryan

La ciudadanía uruguaya valora positivamente el rol de las cooperativas, aunque 77% no está vinculado a ninguna

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Para la vicepresidenta de Cudecoop, la no vinculación puede explicarse porque el cooperativismo se ve como una medida “de emergencia para resolver un problema concreto” y no como “una herramienta de cambio social”

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Este mes se presentaron los resultados del estudio Actualidad sobre la percepción ciudadana del cooperativismo nacional, que realizó la Usina de Percepción Ciudadana para saber qué opinan las uruguayas y los uruguayos sobre el cooperativismo. El objetivo era además comparar las valoraciones actuales con las de la década pasada, ya que un proyecto similar fue desarrollado en 2010 por la Confederación Uruguaya de Entidades Cooperativas (Cudecoop). La nueva encuesta, que se llevó adelante en el marco del Programa de Formación Cooperativa, relevó las respuestas de 400 personas representativas de la población nacional mayor de 18 años, entre octubre y diciembre de 2022. Contó con el apoyo de distintas entidades como el Instituto Nacional del Cooperativismo (Inacoop), el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop) y Cudecoop.

La iniciativa surgió a raíz de la “necesidad de contar con información actualizada sobre la percepción que tenía la ciudadanía de las cooperativas, el movimiento cooperativo y la institucionalidad cooperativa”, señaló a la diaria Tania Burjel, coordinadora técnica de la Usina de Percepción Ciudadana. Sobre todo, porque en los 13 años que pasaron desde el estudio anterior hubo “un montón de cambios en todo lo que tiene que ver con el contexto vinculado al movimiento cooperativo, la ley general de cooperativas de 2008, la creación de toda la institucionalidad pública vinculada al cooperativismo, y el desarrollo de un montón de políticas de apoyo y de fomento del sector”, agregó Burjel.

Los resultados del estudio muestran que hoy, en general, la población uruguaya tiene una buena percepción del funcionamiento de las cooperativas y del movimiento cooperativo. Uno de los datos que lo refleja es que 57% consideró que el cooperativismo es “bueno” o “muy bueno”, mientras 22% lo consideró “regular”, y apenas 6% lo definió como “malo” o “muy malo”. A esto se suma que la mayoría (49%) respondió que el funcionamiento de las cooperativas es “eficiente” o “muy eficiente”, frente a 22% que lo catalogó como “ni eficiente, ni ineficiente”, y 10% que piensa que es “ineficiente” o “muy ineficiente”. A su vez, 74% consideró que las cooperativas contribuyen al desarrollo social del país y 67% que favorecen el desarrollo económico.

Al mismo tiempo, 53% de las personas encuestadas dijo que alguna vez pensó en asociarse a una cooperativa. Esto revela un avance en comparación con el estudio de hace más de una década, que mostraba que 38% había contemplado la posibilidad de asociarse a una cooperativa, frente a 62% que nunca lo consideró.

“En el estudio de 2010 ya se vislumbraba una percepción positiva y ahora vemos en varias de las preguntas que los porcentajes de valoración de las cooperativas como ‘muy buena’ y ‘buena’ aumentan, así como aumenta el porcentaje de personas que dice que alguna vez pensó en integrar una cooperativa”, explicó la coordinadora de la Usina. Esto muestra que “la tendencia a una valoración positiva se refuerza en este estudio con respecto al anterior”.

Marisol Fuentes, presidenta de la Federación de Cooperativas de Producción del Uruguay (FCPU) y vicepresidenta de Cudecoop, dijo a la diaria que el estudio constituye un “insumo importantísimo” y que desde el movimiento cooperativo estuvieron analizando “en qué impactaron los resultados y cómo ayudan a un movimiento que está en permanente crecimiento”.

En esa línea, afirmó que los datos llevaron a que a la interna se “replantearan” y “repensaran” algunas cosas. Por ejemplo, dijo que les “quedó grabado” el hecho de que la mayoría de las personas jóvenes hayan mostrado interés en acercarse al movimiento cooperativo pero que no lo hacen por desconocimiento. A su entender, esto puede deberse a que las cooperativas no se están mostrando “como lo que son”, es decir, “como una propuesta de hacer economía de una forma totalmente diferente”. “A veces nos falta apropiarnos más del cooperativismo como una herramienta que tiene identidad propia, y para eso tenemos que hacer más énfasis en nuestros principios y en nuestros valores”, apuntó Fuentes, y agregó: “Quizás esto también fue un insumo para movilizarnos hacia ese lugar”.

Poca vinculación

Pese a que la percepción general de la ciudadanía uruguaya sobre las cooperativas es positiva, 77% de las personas consultadas dijo que actualmente no está vinculada a ninguna.

Para Fuentes, esto puede explicarse porque el cooperativismo todavía se ve como una medida “de emergencia para resolver un problema concreto” y no como “una herramienta de cambio social, que muestra una forma diferente de hacer economía, de relacionarnos y de resolver nuestros problemas”. La referente aseguró que la propuesta cooperativa también es “una forma de vida diferente, que se construye en un colectivo”, y aseguró que el “gran desafío” a futuro es definir una estrategia que logre justamente visibilizarlo de esa manera, para que más personas quieran formar parte.

La dirigente dijo que el cooperativismo plantea además una “opción diferente” en “una sociedad capitalista que apuesta cada vez más al individualismo y al ‘arreglate como puedas’”, al apostar a “una herramienta de soluciones colectivas que están basadas en una cantidad de principios y valores que van a contrapelo de esa sociedad capitalista”.

Por su parte, Burjel aclaró que este fue un “primer estudio” y que, luego de la presentación de los resultados y en conversaciones con actores involucrados, surgió la intención de profundizar en algunas cuestiones que no se exploraron en este informe. Una de ellas tiene que ver justamente con las razones por las que la mayoría de las personas no está actualmente vinculada a una cooperativa.

A la vez, la coordinadora técnica recordó que se trata de un estudio “muy general”, en tanto “no sabemos si, cuando estamos hablando de cooperativas, la gente está pensando en una cooperativa de vivienda, en una de trabajo, en una de consumo, etcétera, que son cosas bien distintas”. Por eso, dijo que varias de las federaciones plantearon también la necesidad de profundizar en ciertos temas “según las clases de cooperativas”.

Mujeres, jóvenes e interior

Los resultados de la encuesta parecen indicar que hay un mayor desconocimiento sobre las cooperativas y el movimiento cooperativo entre jóvenes –como destacó Fuentes–, mujeres y personas que residen en el interior del país. Consultada sobre si hay estrategias orientadas a llegar específicamente a estas poblaciones, la presidenta de la FCPU dijo que la organización está “trabajando fuertemente el tema del desarrollo territorial”, y una medida que contemplan en ese sentido es el cambio de los estatutos de la federación. “Hoy tenemos una conformación de la dirección de la federación que se concentra solamente en Montevideo. Lo que pretendemos con el nuevo estatuto es dividir al país en regionales y que cada regional tenga representación en la dirección de la federación. Eso nos va a llevar también a repensar una cercanía mayor con el interior y vernos como una federación que realmente abarca todo el país”, explicó la dirigente.

En cuanto a promover la llegada a más mujeres, Fuentes mencionó el proyecto Cooperación con Equidad, financiado por la Unión Europea, que “permitió trabajar toda esa cercanía tan grande que tuvimos con mujeres de todo el país y también nos está llevando a pensar y a mirar el desarrollo del cooperativismo con lentes de género, atendiendo a que es un sector que tiene que ser tratado con cierta especificidad”. Remarcó en particular la importancia de que se hayan planificado y redactado los estatutos de la FCPU junto con la Secretaría de Género, que hoy está “integrada directamente a la dirección” de la federación.

El estudio “ayudó mucho, porque mostró esa gran debilidad de que no hemos sabido mostrarnos hacia afuera como una alternativa a la urgencia, que muestra otra forma de construir sociedad”, reiteró Fuentes, y apuntó que una de las formas de construir de manera diferente es precisamente involucrar la perspectiva de género.

El fenómeno de las cooperativas de vivienda

Por otra parte, 83% de las personas encuestadas dijo recordar alguna cooperativa. El tipo de cooperativas que más recuerdan es el de vivienda (58%), seguido por las cooperativas de ahorro y crédito (13%), las de trabajo, sociales y artistas (8%), y las de consumo (7%). La prevalencia de las cooperativas de vivienda también apareció ante la pregunta de cuál es la primera palabra que se les viene a la mente cuando piensan en cooperativas: las más mencionadas –en orden de veces– fueron “vivienda”, “unión”, “ayuda”, “solidaridad”, “cooperación” y “trabajo”. Y, otra vez, en las respuestas que muestran que las dos instituciones más conocidas del sistema cooperativo uruguayo son la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (Fucvam) (40%) y la Federación de Cooperativas de Vivienda (Fecovi) (13%).

En la investigación de 2010, las cooperativas predominantes fueron las de consumo (30%), las de ahorro y crédito (29,6%), y recién en tercer lugar las de vivienda (18%).

¿Por qué, entonces, ganaron más visibilidad las de vivienda? Para Fuentes, la mayor visibilidad se condice con el crecimiento que han tenido en los últimos años. “Si analizamos las estadísticas, vemos que, en estos últimos años, y a partir del surgimiento de la ley [de cooperativas], del Inacoop y de todo el tema de la cogestión de política pública, las que crecieron más fueron las cooperativas de vivienda, seguidas por las de trabajo”, detalló.

Pero también lo atribuyó a que las cooperativas de vivienda “son más visibles físicamente”. “Sin dudas que se instala una cooperativa de vivienda en un barrio y la gente ve que se está construyendo, eso tiene otra visibilidad, en comparación con una cooperativa de trabajo, por ejemplo. Eso también ayuda a que la gente perciba más cuántas cooperativas de vivienda se están instalando en varios lugares y es parte del motivo por el que la gente las visibiliza más”, consideró.

Fuentes aseguró que, en definitiva, el estudio de la Usina de Percepción Ciudadana logró “ordenar y poner énfasis en las debilidades y en las prioridades” del movimiento cooperativo. “Una de las prioridades que tenemos hoy por hoy es mostrar lo que significa el movimiento cooperativo como una propuesta de construcción de una sociedad más sustentable, más equitativa y más cooperativa”, reflexionó. Es decir, “que se entienda que tenemos una propuesta de sociedad distinta”.

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