“La gota que derramó el vaso” para el Comité de Guardavidas de Montevideo, según señaló a la diaria su vocero, Martín Valmaggia, es que luego de que el 1° de noviembre haya renunciado un trabajador a la brigada, que el 1° de enero se hayan jubilado otros, que hubo otros zafrales que “se fueron a otras brigadas del interior” y que aún no se haya contratado por parte de la comuna capitalina más personal para cubrir esos puestos. Valmaggia indicó que “hay nueve guardavidas menos” en las playas.
Además, planteó que en 2024 junto al Comité mantuvieron reuniones con los jerarcas de la Intendencia de Montevideo (IM) Federico Graña, director de Asesoría de Desarrollo Municipal y Participación, y Silvia Pérez, directora de Educación Física, Deporte y Recreación, para plantearles el pedido de que el 15 de noviembre estén los materiales, la vestimenta, los marineros de Prefectura, los guardavidas zafrales, los contenedores donde están los baños –también utilizados para guardar el equipamiento–, y que las casillas estén en “óptimas” condiciones.
En una reunión previa al 15 de noviembre, según relató Valmaggia, “se prometió que las cosas estaban avanzadas, que los materiales iban a estar”, así como las casillas. “Nosotros llegamos el 15 de noviembre a la playa y ya nos encontramos con casillas en mal estado”, recordó, y agregó que a algunas de estas “les faltaba alguna ventana”.
Por otro lado, señaló que “los contenedores no estaban”, y cuando finalmente llegaron, dos semanas después de la fecha indicada, lo hicieron “totalmente destruidos sin haber tenido ningún tipo de mantenimiento durante el año”. Asimismo, indicó que los arreglos de estos “demoraron prácticamente un mes”, y quedaron listos para fines de diciembre.
Consultado sobre qué respuesta han tenido por parte de la IM, Valmaggia dijo que “se echan la culpa entre ellos”: “Que el expediente [de los trabajadores zafrales] se demoró en tal dirección, que la ropa en los almacenes no la encontraban, que para los contenedores no había presupuesto para arreglarlo, siempre es la culpa de alguien”, lamentó.
El vocero apuntó que el viernes 24 tuvieron una asamblea como comité en la que resolvieron entrar en “estado de alerta”, y por tanto, si desde la IM no se atienden los reclamos para el sábado 1° de febrero, a partir del 2 no bajarán a la playa y no brindarán el servicio.
“Los trabajadores andamos atrás de todo para que todo esté, para que sea de buena calidad, cuando tendría que ser al revés, tendríamos que llegar nosotros y despreocuparnos”, planteó, y agregó que esto es necesario para “ocuparnos en brindar el mejor servicio que podamos y cumplir con todo lo que haya que cumplir”.
En ese marco, según dijo Valmaggia, este jueves a las 16.00 habrá una instancia bipartita entre la IM y el Comité, en la que también estará como invitada la Asociación de Empleados y Obreros Municipales. Después de esta instancia, tendrán una asamblea y definirán los próximos pasos.
Según informó la IM a la diaria, en la plantilla de guardavidas hay 170 trabajadores presupuestados y 30 zafrales cada verano; el 1° de diciembre se jubilaron cinco funcionarios presupuestados. De acuerdo a dos informes de la Intendencia a los que la diaria tuvo acceso, el 23 de enero se resolvió contratar a un guardavidas con un contrato zafral y también a cinco presupuestados.
A partir de la fecha de la resolución, los contratados tienen cinco días hábiles para presentarse en el Servicio de Administración de Gestión Humana y así “manifestar su voluntad de aceptar el nombramiento”.
A su vez, la efectividad de la contratación “quedará supeditada a la recepción del Certificado de Antecedentes Judiciales y del Certificado de Delitos Sexuales”.