Apenas pasaron seis meses desde el tornado que destrozó la ciudad, dejando 2.200 casas derrumbadas, más de 7.000 personas afectadas y cinco víctimas fatales. Sin embargo, y a pesar de las secuelas de la catástrofe climática, este año se festejó intensamente la tradicional Fiesta de la Primavera. Los doloreños revivieron con este festejo: fuegos artificiales, números artísticos, cerca de 800 estudiantes en el desfile y unos 15.000 espectadores en las calles. El sábado 8, cientos de estudiantes bailaron, cantaron y se divirtieron en la costanera Artigas, con el río San Salvador de fondo. Al otro día se hizo el desfile, con carros y vestuarios reciclados de años anteriores; recorrió varias cuadras y pasó frente a edificios que todavía exhiben grandes destrozos. Esta vez se gastó menos en la realización pero aumentó la recaudación: sirvió para seguir forjando la resiliencia de este pueblo, que con solidaridad y esfuerzo se encamina a su reconstrucción.
Fotos: Adrián Mariotti.
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