Ingresá

Francisco Bustillo hará cinco días de cuarentena y el gobierno apuesta a que en ese lapso no renuncie

1 minuto de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago

“El riesgo existe, porque va a estar trabajando online, pero confiamos en que su amistad con el presidente sirva para que no se vaya”, indicaron desde Presidencia.

Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

Francisco Bustillo arribó ayer al Aeropuerto Internacional de Carrasco procedente de España, país en el que se desempeñaba como embajador uruguayo, hasta que el presidente Luis Lacalle Pou lo designó canciller. El diplomático deberá estar cinco días en cuarentena debido a las regulaciones sanitarias, algo que genera tranquilidad en el seno del gobierno. “Es bueno tener cinco días durante los cuales es casi imposible que renuncie, porque hasta para esta administración sería un escándalo que un canciller se vaya tan sólo un par de días después de asumir”, reconoció una fuente de Presidencia de la República. “Pero ojo, la batalla no está ganada. El riesgo de que renuncie existe, porque va a estar trabajando online, pero confiamos en que su amistad con el presidente sirva para que no se vaya”. Uno de los motivos por los que Lacalle Pou recurrió a Bustillo es que se trata de una persona de su extrema confianza, a quien lo une además un vínculo de amistad. “Confío en que un amigo no va a ser tan sorete de anunciarle que se va mediante un mensaje de texto. Lo mínimo que puede hacer, si decide renunciar, es hablarlo con él personalmente. Y eso es muy bueno, porque no sólo nos da estos cinco días de gracia, sino que además, pasado este tiempo, le da la posibilidad al presidente de retrasar un encuentro con él. Algo tipo ‘sí, más vale, nos juntamos a charlar, yo te aviso cuando tenga un hueco en la agenda’, y después no llamarlo nada”, declaró la fuente consultada.

Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura