Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.
El proceso parlamentario del proyecto sobre tenencia compartida muestra complejidades de la coalición de gobierno nacional.
Al final del documento “Compromiso por el país”, elaborado para justificar el apoyo a Luis Lacalle Pou en el balotaje, se afirmó que si los partidos firmantes llegaban al gobierno la construcción de acuerdos seguiría adelante, “profundizando y especificando otras líneas de acción y nuevas medidas concretas”.
Sin embargo, el proyecto de Ley de Urgente Consideración y el de Presupuesto mostraron dificultades para lograr nuevos entendimientos relevantes entre los partidos Nacional, Colorado y Cabildo Abierto (CA), indispensables para aprobar leyes si votan en bloque. Varias iniciativas que Lacalle Pou quiso incluir en esas normas quedaron por el camino. A su vez, CA se quejó durante todo 2021 de que proyectos que considera prioritarios no eran apoyados sino frenados por el resto del oficialismo, y para el relacionado con la forestacion aceptó la aprobación en ambas cámaras con los votos del Frente Amplio (FA), frustrada por el veto presidencial.
Eso no significa, por supuesto, que las posiciones cabildantes se hayan acercado a las frenteamplistas. Por un lado, la vetada ley forestal no fue producto de una negociación con el FA, sino que este decidió apoyar lo que CA proponía. Por otro, el actual proyecto sobre tenencia compartida sí fue negociado, a partir de uno presentado por los senadores cabildantes Guido Manini Ríos, Guillermo Domenech y Raúl Lozano, y otro de sus pares nacionalistas Carmen Asiaín y Graciela Bianchi.
Está claro, entonces, que lo que le interesa a CA, como a cualquier otro partido, es lograr que sus propuestas se conviertan en leyes. Para ello, no tiene el menor problema en sumar votos de izquierda o de derecha, aunque la evidencia muestra una sintonía con Asiaín y Bianchi que habilitó el diálogo para acercar posiciones, a diferencia de lo que ocurrió con el FA.
La cuestión es que este acercamiento implicó, al mismo tiempo, un alejamiento de otros socios de la coalición, notoriamente el sector colorado Ciudadanos y el Partido Independiente (PI). En la campaña electoral de 2019 fueron, justamente, los que manifestaron con mayor énfasis sus diferencias con CA, y ahora han expresado su rechazo al proyecto de tenencia compartida.
En la Cámara de Representantes el PI tiene sólo un diputado, cuyo voto no define hacia qué lado se inclina la mayoría, pero Ciudadanos tiene ocho, y sin ellos el oficialismo queda en minoría. Esto haría naufragar el proyecto aun si fuera aprobado en el Senado, cosa que todavía está por verse.
Sin el par de senadores de Ciudadanos, al resto de la coalición de gobierno le queda una mayoría de 16 en 31, pero sólo si cuenta con el voto de la vicepresidenta Beatriz Argimón. Esta ha expresado importantes reparos al proyecto y en general se ubica en una posición afín a la de colectivos contrarios a esta iniciativa, lo cual le ha valido duras críticas de sus defensores, pese a que la última frase de “Compromiso por el país” promete “un gobierno fundado en la confianza recíproca y en la cooperación”.
Hasta mañana.