“Si esto sucede, no aprendimos nada y pasamos a ser ejemplo en aplicar una medida demostradamente dañina sin evidencia”, sentenció este martes en su cuenta de Twitter el médico pediatra Sebastián González-Dambrauskas en referencia a la decisión del Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) de suspender las clases presenciales durante tres semanas a partir del 3 de julio. “Por favor, dejemos a los niños en paz”, agregó el integrante de la Unidad de Cuidados Intensivos de Niños (UCIN) del Hospital Pereira Rossell.
Con DOLOR hago este video sobre la propuesta de cerrar escuelas por epidemia invernal en Uruguay
— Sebastián González-Dambrauskas, MD (@sgdambrauskas) June 27, 2023
Si estos sucede, NO APRENDIMOS NADA
Y pasamos a ser ejemplo en aplicar una medida demostradamente DAÑINA sin EVIDENCIA
Por favor DEJEMOS A LOS NIÑOS EN PAZ!https://t.co/PfGuALdPrp
González-Dambrauskas acompañó su tuit con un video en el que explicó que “como todos los años” durante esta época, “un poco antes o un poco después”, se dan “picos de infecciones respiratorias”. “Ese pico afecta a toda la población, no solo a niños, pero, en particular, a los más chiquitos: niños de distintas edades que se enferman con gripe, con VRS [virus sincicial respiratorio], con cientos de virus (algunos que ni siquiera conocemos) y desarrollan enfermedades respiratorias de diversa índole. Los pediatras lo conocemos de toda la vida”, manifestó.
El pediatra señaló que es “viejo y conocido” que en nuestro país, desde antes de la pandemia por Covid-19, las vacaciones de julio “tienen en su origen una razón epidemiológica”: “cortar y disminuir la transmisión de infecciones respiratorias”. “Esto es de siempre”, remarcó y reconoció que después de este receso “bajan la cantidad de admisiones hospitalarias”.
Sin embargo, en 2020 llegó la pandemia por Covid-19 y “bien es sabido que una de las políticas más nefastas que se aplicó en todo el mundo fue el cierre educativo prolongado”, expresó el pediatra. En ese sentido, señaló que muchas investigaciones, algunas de las cuales formó parte, demostraron la cantidad de “daños a la infancia” que provocó esta medida: “desde pérdida de capital educativo, de aprendizajes y de interacciones sociales hasta deserción escolar en masa en muchos lugares, sobre todo en los sectores más pobres”, manifestó.
En ese contexto, González-Dambrauskas consideró que ante un “nuevo pico invernal”, que “es una epidemia como las que teníamos siempre”, vuelven a ponerse sobre la mesa “restricciones covideanas hacia los niños” como la suspensión escolar, el distanciamiento social y el uso de tapabocas, que “hoy se sabe que no sirvieron para frenar la Covid-19”.
Por ese motivo, el especialista dijo que “la medida no tiene ningún tipo de justificación, porque ninguna decisión del Ministerio de Salud Pública puede mirar solo una enfermedad”, y afirmó que los contagios por enfermedades respiratorias no han saturado el sistema de salud.
“¿Qué evidencia hay detrás de esta decisión? ¿Quién dice que aislar solo a los niños va a disminuir las transmisiones de estos virus respiratorios? El virus que está predominando en Uruguay, como todos los años, es el VRS. No hay ningún tratamiento efectivo para disminuirlo más que solo lavarse las manos y evitar el contacto con alguien que esté enfermo”, expresó.
En esta línea, el pediatra aseguró que suspender las clases por esta situación es “incorporar una medida drástica pandémica que no movió la aguja”. Además, sostuvo que es una “medida llena de costos y efectos adversos hacia la infancia”.
“Creo que la gente puede reflexionar, ya no es cuestión, ni siquiera, de un tema científico. Aquí se está usando una herramienta que puede tener efectos terribles en nuestros niños desde todo punto de vista”, afirmó el pediatra. “¿Qué pasa con las madres que no van a poder ir a trabajar para cuidar a sus hijos?¿qué pasa con la deserción que puede promover esto? Pensé que era un tema laudado, pero me equivoqué en pensar que habíamos aprendido”, manifestó.
Álvaro Galiana: “Una semana, díez días, dos semanas, sería más que suficiente”
El director del Hospital Pereira Rosell, Álvaro Galiana habló al respecto este miércoles en entrevista con el programa Doble Click, de radio Del Sol. En ese marco, consideró que no se puede comparar la situación actual con la pandemia de Covid-19 y apuntó que está de acuerdo con que un receso en las clases puede aportar a “cortar la diseminación” de infecciones respiratorias.
“Si el pico es ahora, hay que suspenderlas ahora”, expresó Galiana. De todas formas, señaló que suspender las clases presenciales por “una semana, díez días, dos semanas, sería más que suficiente”. “La decisión de pasar a tres semanas no está vinculada a un pedido de la salud”, afirmó.
El director del hospital se mostró de acuerdo con las autoridades de Administración de los Servicios de Salud (ASSE) en que se está ante una situación inusual. “Sabemos que en esta época normalmente aumentan los casos [de infecciones respiratorias]”, señaló, pero apuntó que preocupa la cantidad de niñas y niños en unidades de cuidados intensivos tanto en instituciones públicas como privadas.
Galiana afirmó que la ocupación de CTI pediátrico está entre el 95% y 100%, sin embargo, descartó que exista una saturación del sistema de salud, aunque sí hay un “estrés”. El experto remarcó que a nivel de ASSE se logró incorporar más camas a la unidad de cuidados intensivos y se está trabajando para que haya mayor capacidad de asistencia. “En ningún momento va a faltar asistencia médica para los chiquilines”, afirmó.
El director dijo que hay entre “ocho y diez niños ventilados en el CTI” y alrededor de “50 niños” están internados por VRS y otros tipos de virus influenza.