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Ilustración: Ramiro Alonso

La oposición montevideana vuelve a improvisar

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Leído por Natalia Rodríguez Olmos.
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Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

En el discurso de las principales figuras del oficialismo saliente, el gobierno frenteamplista de Montevideo es un desastre total, y la única opción lógica para la población del departamento es votar por la Coalición Republicana (CR) en mayo de este año. Sin embargo, los datos del mundo real indican que el Frente Amplio (FA) ha ganado en forma ininterrumpida desde 1989, que en la primera vuelta de las recientes elecciones nacionales obtuvo casi 120.000 votos más que los partidos oficialistas y que en el balotaje los votos por Yamandú Orsi fueron casi 150.000 más que los recibidos por Álvaro Delgado.

Con el refuerzo subjetivo para el FA que implica haber ganado el gobierno nacional, las departamentales capitalinas parecen muy difíciles para la CR, y además el Partido Nacional (PN) se perfila como el único desafiante real, de modo que la configuración de la campaña puede acercarse más a la de la segunda vuelta de las nacionales que a la de la primera.

Como al Partido Independiente y a Cabildo Abierto les fue mal en Montevideo en octubre del año pasado (con cerca de 26.400 y cerca de 21.500 votos, respectivamente). El PN logró un apoyo casi cuatro veces mayor, y esto desestimula la presentación de candidaturas y la inversión en campaña por parte de sus aliados menores. En el caso del Partido Colorado (PC), la votación montevideana de octubre no fue tan catastrófica, pero de todos modos se ubicó lejos de la nacionalista, no hay figuras que hayan acumulado trabajo previo para perfilarse con chance de lograr buenos resultados, y ya son varias las personas a las que se les ofreció postularse pero no aceptaron.

El PC viene desacumulando en la capital desde hace tiempo, y necesitaría ahora a alguien dispuesto a sacrificarse para establecer las bases de un eventual crecimiento futuro, pero no abunda el voluntariado. Con este panorama, la candidatura nacionalista de Martín Lema puede resultar, en los hechos, algo muy similar a la de Laura Raffo, única postulante en 2020 por algo muy semejante a lo que hoy es la CR. El problema estratégico para los socios del PN es que así se refuerza su debilidad en Montevideo, y la coalición que integran sigue lejos de una oferta diversa y potente.

En estos días, Lema está definiendo su equipo de campaña, con personas de su confianza y representantes de distintos sectores nacionalistas, para que avancen en la definición de propuestas programáticas: esto tiene dos significados que pueden pasar inadvertidos.

Por un lado, indica que los trabajos comandados por Raffo desde 2020 en la Comisión Departamental de Montevideo del PN, y desde 2021 en el Centro de Estudios Metropolitano, no dejaron resultados en materia de programa que ahora Lema pueda o quiera asumir. En el período de gobierno que termina, los blancos intentaron reforzar las tareas políticas permanentes en la capital, pero el saldo no ha sido el que deseaban. Por otro lado, señala que al candidato nacionalista no se le ocurrió o no quiso mostrar desde ya un equipo con representantes del conjunto de la CR, aunque fuera como un gesto simbólico para fomentar el coalicionismo. La campaña no ha comenzado, pero las elecciones hay que empezar a ganarlas antes.

Hasta mañana.

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