En julio de 2023, el frigorífico Rosario cerró sus puertas debido a las cuantiosas deudas que mantenía con sus proveedores y dejó a más de 250 personas sin empleo. Lo mismo ocurrió con el frigorífico Lorsinal. Ambos pertenecen al consorcio chino Sundiro.
La empresa adeuda cerca de diez millones de dólares. En febrero de este año, representantes de esa empresa anunciaron el inicio de negociaciones con los acreedores para saldar las deudas. Sin embargo, al no recibir el pago correspondiente, los acreedores presentaron un reclamo judicial. A pedido de los propios acreedores, que han recibido nuevas promesas de pago de los empresarios chinos, la Justicia ya había postergado en dos oportunidades el llamado a concurso.
Hasta el momento han sido embargados los bienes pertenecientes a Lorsinal, pero al formar parte de la misma empresa, los activos del Frigorífico Rosario también caerán en el concurso.
El martes 29 la Justicia otorgó un plazo de seis días a la empresa Lorsinal para hacer frente a las deudas contraídas con distintos acreedores, y de ese modo evitar el llamado a concurso.
Con la apertura de ese nuevo plazo, los representantes de esa empresa en Uruguay deberán hacer gestiones para “destrabar el ingreso de dinero en el BROU [Banco República]”, según supo la diaria.
El miércoles 23 el consorcio chino envió tres millones de dólares para hacer frente al pago de deudas con consignatarios de ganado, pero el dinero no pudo ser acreditado en las cuentas de la empresa financiera que está a cargo de hacer frente a esos pagos, ya que la Unidad de Lavado de Activos del BROU considera que no existe la documentación suficiente para permitir el ingreso de esas divisas al sistema bancario local.
Tras esa determinación, el asunto fue tratado en una sesión de directorio del BROU la semana pasada, en la que se resolvió atenerse a las recomendaciones expresadas por la Unidad de Lavado de Activos y los servicios jurídicos de esa institución.
Fuentes del BROU comentaron a la diaria que hace dos meses Sundiro envió 310.000 dólares para hacer frente a deudas con UTE “y ese dinero ingresó sin ningún tipo de trabas”. “China se maneja con lógicas comerciales y financieras que son distintas de las de Estados Unidos, y la documentación que a veces se le exige puede demorar operaciones de pago en un momento como este, que es muy difícil para esa empresa, porque la Justicia puede declarar el concordato”.
Este jueves, tras la resolución del Juzgado de Concursos de Primer Turno, con sede en Montevideo, el directorio del BROU volvió a analizar la situación de esa empresa perteneciente a capitales chinos, y, según informaron fuentes de esa casa bancaria a la diaria, “los servicios jurídicos del banco habrían accedido a información que otorgaría mayores posibilidades para que ese dinero finalmente pueda ingresar al sistema para empezar a pagar a los acreedores”.
Más allá de que la empresa propietaria de ambos frigoríficos comience a negociar el pago de deudas con los consignatarios de ganado y otros proveedores privados, la Federación de Obreros de la Industria Cárnica (Foica) no es optimista con la posiblidad de lograr una reapertura “ni siquiera en los primeros meses de 2025”, comentó a la diaria Martín Cardozo, presidente de la organización sindical.
El miércoles 24 se llevó a cabo una reunión tripartita en el ámbito del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social en la que representantes de esa empresa informaron sobre la estrategia de pago a los proveedores para evitar el llamado a concurso. “En caso de que finalmente la empresa logre ingresar dinero al sistema financiero de nuestro país, comience a pagar a los acreedores, los créditos laborales deberá pagarlos en su totalidad, y realmente nosotros no creemos que estos frigoríficos estén en condiciones de lograr la reapertura en los primeros meses del año próximo”, dijo el presidente de la Foica.