Este martes se desarrolló una reunión en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social en la que participaron representantes de las gerencias de Lactalis y de Granja Pocha y de los sindicatos de ambas industrias lácteas, que están involucradas en una operación de absorción comercial.
En efecto, el lunes, las empresas Lactalis, de origen francés, y Granja Pocha, radicada en Juan Lacaze, comunicaron que iniciaron “un proceso de asociación estratégica que, una vez completado, resultará en la transferencia de las acciones de Granja Pocha al Grupo Lactalis”.
Esa noticia no fue bien recibida por los trabajadores afiliados al Sindicato de Obreros de Granja Pocha (Sograp) ni por el Gremio de Obreros de Indulacsa de Cardona, ambos afiliados a la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL).
En Cardona, la situación de los trabajadores que trabajan en la planta de Indulacsa, propiedad de la multinacional francesa, es complicada, dado que, tras ese anuncio, en una reunión en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) la gerencia anunció que se perdería más de un centenar de puestos, según explicaron delegados de Groinca a la diaria. Esas personas que verían en riesgo la continuidad laboral están abocadas al procesamiento de leche UHT, que pasaría a ser realizado en la planta de Granja Pocha a partir del 15 de marzo.
Tras la reunión celebrada este martes, “queda claro que esta operación se ha manejado de un modo muy desprolijo para los trabajadores”, lamentó Gastón Altuna, delegado de Groinca. “En esta reunión nos enteramos de que la negociación por la compra de Granja Pocha comenzó en setiembre, a pesar de que la gerencia de Lactalis nos había negado esa situación cuando empezaron a circular rumores sobre una posible compra” de la empresa lacazina por parte de la multinacional francesa, añadió.
Por otro lado, de acuerdo con lo conversado entre trabajadores de ambas empresas, “la capacidad de producción de Granja Pocha” no estaría en condiciones de sumar los 70.000 litros de leche que hoy se procesan en la planta industrial de Cardona, comentó el referente sindical de Indulacsa.
“No hay compromiso de Lactalis, y tampoco de Granja Pocha, con la situación de las 104 personas que perderían el trabajo en Cardona”, porque “lo único que surgió fue una posibilidad para que diez personas pasen a realizar tareas que hoy hacen trabajadores zafrales en Granja Pocha, con un salario mucho más bajo que lo que paga Lactalis”, expresó Altuna. “Lactalis expone a una situación muy dura a trabajadores que siempre mostraron mucho compromiso para sacar adelante la producción de la empresa en situaciones muy dificiles”, lamentó.