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Acceso a la emergencia y CTI del Hospital Español, el 31 de marzo de 2021.

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Entre 70% y 80% de los pacientes que ingresan a CTI con covid-19 no están vacunados

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La sobrecarga del primer nivel de atención, el ausentismo y la dificultad para el rastreo son las principales preocupaciones que tiene por delante el sistema de salud, según Julio Pontet.

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El presidente de la Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva (SUMI), Julio Pontet, comentó este viernes que la situación en los Centro de Tratamiento Intensivo (CTI) está desacoplada de las cifras récord de nuevos casos de coronavirus que registró Uruguay en los últimos días. Afirmó, tal como lo han hecho otros colegas, que “si bien el foco de preocupación mayor no es en la cantidad de pacientes graves, sin dudas va a haber cierto grado de repercusión sobre esto porque el número de casos positivo está subiendo dramáticamente”.

Según destacó en diálogo con la radio Sarandí, en los CTI “se mantiene una proporción de que entre 70% y 80% de los pacientes que ingresan con formas graves no están vacunados”. Además, detalló que salvo un caso que tiene las tres dosis, los que están internados y se dieron las vacunas tienen sólo dos dosis, y remarcó que “no hay un predominio de tipo de vacuna: algunos con dos Sinovac, algunos con dos Pfizer”, sino que “está relacionado a comorbilidades o compromiso del sistema inmune; lo que es muy raro es que la persona sea previamente sana”.

Para Pontet, se trasladó “el foco de la amenaza” en comparación con la ola del primer semestre de 2021; en esta oportunidad, “el foco de riesgo está en la sobrecarga del sistema, ya no hablamos de que vaya a morir muchísima gente, pero sí hay una sobrecarga del sistema que se da en el prehospitalario y a nivel hospitalario”. Esta situación, indicó, “va a permear por un tema de cantidad” hacia la atención en el segundo y tercer nivel de atención, pero “el aumento sustancial se da en las consultas prehospitalarias y en las emergencias, porque la mayoría de los cuadros no son graves”.

A la saturación del primer nivel de atención Pontet sumó “un par de problemas más”: por un lado, “el ausentismo en el personal de salud”, provocado porque los trabajadores se contagian y deben aislarse; por otro, la incapacidad de seguir el rastreo epidemiológico ante el aumento sustancial de nuevos casos diarios.

Con respecto a la idea de la inmunización colectiva que se generaría si la mayoría de las personas atraviesa la enfermedad, Pontet dijo que “no puede ser para nosotros una estrategia buscada, no es una meta planificada, sí puede llegar a ser una consecuencia, y que dentro de unos meses lo veamos como algo que ocurrió”.

Consultado por lo que se puede venir en las próximas semanas, el médico prefirió no aventurar un pronóstico, pero resaltó que en países del hemisferio norte, con altos niveles de vacunación, tal como tiene Uruguay, “han tenido muchos casos pero muy poca cantidad de casos graves”. “En países como Israel y Reino Unidos, sus sistemas de segundo y tercer nivel no se han sobrecargado tanto, tienen un quinto de internados de su ola previa. De esos países podemos aprender que la tercera dosis, y en la medida que superamos 50% de tercera dosis, genera realmente una diferencia”.

En esta línea, agregó que en “los países que están pobremente vacunados la variante ómicron también ha sido más leve, por lo que el virus en sí es menos letal. Podemos mirar lo que se ha encontrado en Sudáfrica, que ha sido la cuna de este problema, y la curva de casos está en franca bajada: llegaron a tener un pico en la segunda mitad de diciembre, y ahora están en un cuarto de ese pico, con niveles de vacunación que no son tan altos, y con un nivel de fallecidos e internados en CTI bastante bajo”.

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