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Víbora de cascabel.

Foto: pxhere.com

Vecinos estivales

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La mascota y su contexto.

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Los perros, y en menor medida los gatos, que acompañan nuestros días de descanso no suelen tener la más mínima idea de cómo relacionarse con algún que otro bicho que anda en la vuelta y que no se parece a otro perro o gato.

Es así que sapos, víboras, arañas, comadrejas y demás deben tolerar al “turista canino”, y muchas veces no les queda otra que hacerle entender que no debe molestar. Estos encuentros en realidad son esporádicos, pero es bueno tener en cuenta algunos detalles de concretarse.

Tanto los sapos como las víboras y las arañas suelen ser mas activos al atardecer y en la noche, por lo tanto, hay que prestar mayor atención en estos horarios, ya que las posibilidades del encuentro aumentan.

Sapos

Los sapos son objeto de asedio, mordidas y caza por parte de perros y gatos; muchas veces esto se inicia simplemente por curiosidad y la necesidad de conocer todo lo que los rodea.

Si un perro o un gato toma contacto con sapos, en general aparecen síntomas tales como salivación, arcadas y vómitos, sacudida de cabeza, o se intentan “limpiar” colocando sus patas delanteras en la boca.

¿Cómo actuar?

No existe un antídoto, pero debemos actuar de inmediato lavando la boca del animal con abundante agua y llamar al veterinario disponible.

Víboras

Aunque no es frecuente, en algunas zonas de Maldonado y Rocha el encuentro casual de víboras y perros o gatos puede suceder.

Cascabel, yarará, crucera y coral son las especies que pueden terminar con la vida de nuestra mascota y poner en riesgo incluso la nuestra.

Los síntomas dependerán de la especie con que se interactúe, pero en general se puede evidenciar dificultad para caminar, dolor, inflamación, hinchazón en la zona afectada, dificultad respiratoria, shock general, que puede terminar acabando con la vida del animal.

¿Qué hacer?

Lo ideal es identificar la especie de serpiente, ya que eso ayudará al veterinario actuante, y tranquilizar al animal, ya que la excitación aumenta la circulación sanguínea, lo que favorece la absorción del veneno.

Lavar con agua y jabón la zona afectada y llamar a la seccional policial de la zona, ya que en muchos casos existen sueros con antídotos para alguna de las especies peligrosas.

Esta situación es un evento de notificación obligatoria dentro de las primeras 24 horas. Se debe notificar al Centro de Información y Asesoramiento Toxicológico (CIAT), teléfono (2)1722.

¿Qué no hacer?

Colocar hielo, torniquetes o hacer cortes en la zona afectada con el fin de evitar que el veneno se mantenga contenido o expulsado del lugar de inoculación.

Arañas

En Uruguay existen algunas especies que pueden llegar a ser peligrosas tanto para humanos como para mascotas. Entre ellas están la araña del lino o viuda negra, la araña homicida o de los cuadros, la araña del banano y la araña lobo.

Si bien cada una de ellas puede generar algún que otro síntoma específico, en general se repiten síntomas tales como dolor agudo en el sitio de la picadura, excitabilidad intensa, fiebre, debilidad y dolores musculares y articulares, y el animal pueden sufrir convulsiones, shock e incluso la muerte, especialmente con la picadura de una araña viuda negra.

¿Qué hacer?

Ubicar el lugar de la picadura y lavarla con agua y jabón. En general la ubicación se encuentra fácilmente, ya que la herida se hincha y muchas veces suele caerse el pelo alrededor de la zona.

Identificar o capturar a la especie que atacó al animal puede ayudar con su pronóstico. Se puede capturar viva o muerta.

Comunicarse con el CIAT e informar lo sucedido, y asistir a su médico veterinario de forma inmediata.

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