Desde Castelar, 40 minutos al oeste del obelisco porteño, entre el trinar de los pájaros, el psicólogo Matías Cadaveira asegura que va creciendo con sus pacientes y con las familias que acompaña: “Trato de no limitarme desde el consultorio y abrir más mentes, para que aprendamos a convivir entre todos, que no es tan difícil, y yo veo que a veces nos la complicamos”. Con esa meta es que llega esta semana a Montevideo para presentar en el teatro Stella una suerte de conferencia performática que tituló ¿Estás en el espectro? y que con su cuestionamiento recuerda a aquel programa en el que su compatriota Matías Martin le preguntaba a la audiencia de qué lado estaba. “La propuesta apunta a querer dejar de sectorizar, de dar siempre capacitaciones al sector educativo o charlas para padres, y entender que la inclusión, para que sea real, tiene que abarcar a la sociedad y a la comunidad en general. Entonces, en estos diez años que ya llevo como conferencista y 20 como psicólogo, fui cambiando mis formas de educar o de psicoeducar, sobre todo cambiando chips de lo que creíamos que era el autismo, de lo que mucha gente todavía cree que es el autismo”.
En su charla aborda la neurodiversidad desde un punto de vista desestigmatizador e inclusivo, ya que está inmerso en el asunto desde hace tiempo. Cadaveira es autor del libro Autismo: guía para padres y profesionales (Paidós, 2014) y trabaja como supervisor y coordinador de tratamientos integrales en TerapéuticaMENTE y en Eureka, donde se desempeña también como director. Su currículum comprende su desempeño como profesor invitado del curso de posgrado Autismo y Trastornos del Neurodesarrollo, en la Universidad Favaloro. Fue además organizador y coordinador académico del Primer Congreso Argentino sobre Síndrome de Asperger (Buenos Aires, 2013).
Entiende que “el autismo está entre nosotros, es parte de la diversidad humana en general, por la cantidad de niños, adolescentes, niñas, mujeres, adultas y adultos en general con autismo que ya reciben su diagnóstico en distintas etapas de la vida, no solamente en esta infancia temprana”. “Empezamos a darnos cuenta de que hay más autistas de los que creíamos y de que había mucha gente que no tiene tantos desafíos visibles y que tal vez tiene un trabajo, una familia, hijos, o ha estudiado una o dos carreras, que puede también tener autismo sin saberlo”.
Este tipo de capacitaciones que decidió hacer “atraviesan la emoción, la risa, el llanto, los miedos, para darles estrategias a aquellos adultos o personas que acompañamos el desarrollo o que vivimos o conocemos a alguien con autismo, porque hay una de cada 36 personas en el mundo”. El experto pone en perspectiva la situación: “Sabemos que hay personas con autismo que tienen un desarrollo, que no es supuestamente el normal o el neurotípico, pero como adulto responsable entendiendo que el 15% de la población mundial tiene una discapacidad, y si yo quiero tener un hijo, tengo que esperar también la probabilidad de que su desarrollo sea diferente, entendiendo que la discapacidad está en los obstáculos y barreras de los entornos y de nuestras propias mentes”.
Puesto que la presentación será en el contexto de una sala teatral, quizás pueda ser catalogada como un show. “Cuando digo ‘rompemos’ es porque realmente es interactivo, pero nadie va a participar si no tiene ganas”, aclara. “Doy muchos ejemplos prácticos, presento casos clínicos sobre conductas que pueden ser disruptivas y cómo se pueden llegar a desarmar. Doy estrategias prácticas. Claramente no es un stand up, donde solamente te vas a reír, ni una conferencia. Voy a copiar al Chino Darín: ‘Si la defino, la limito’, ¿viste?”, agrega con humor. “La gente la pasa bien, se divierte. Sé que me sale bien y es algo que, como tengo diez años de teatro encima ―en la escuela de Julio Chávez― y nunca fui por el lado de la actuación, empiezo a aunar estos mundos”.
Disruptivo
La invitación es a repensar en cada momento cada palabra que se dice, aplicando la psicología y la pausa activa, la psicología de la felicidad, entre otras estrategias para disminuir la ansiedad, mechando ejercicios para bajar el burnout parental en familias que acompañan a un hijo autista o neurodivergente. “Esto le puede servir a cualquiera que tiene un hijo con discapacidad, no solamente a alguien que tiene un hijo autista”, asegura.
La presentación, en la que discurren distintos tipos de abordajes, tiene una duración de 90 minutos y se divide en actos apoyados por una pantalla. Así Cadaveira va explicando desde el diagnóstico temprano hasta el diagnóstico en adultez, mediante el juego atraviesa el trabajo en equipo y, por ejemplo, habla de los dinosaurios para referirse al modelo médico hegemónico. Aparece con un guardapolvo y se pone a ironizar sobre ciertos discursos muy medicalizados y patologizantes, y adelanta: “Entonces, termino disminuyendo la carga mental que genera un diagnóstico de autismo, empoderando a quien venga a ver la obra, pasando hasta por la sensorialidad de muchas personas autistas y qué cosas podemos contemplar para generar ambientes amigables, entendiendo los desafíos y los porqués de determinadas conductas. Hablo de puesta de límites o de habilidades sociales, pero dando siempre ejemplos concretos”.
Más allá de sus estudios universitarios, Cadaveira se define como “bastante autodidacta” en adquirir y aplicar todo tipo de recursos a sus presentaciones. Cuenta que los cursos de actuación y las terapias lo ayudaron a reinventarse, porque tuvo una adolescencia compleja, sufría bullying y se sentía sapo de otro pozo. “Siento que las dificultades y los desafíos de muchos pacientes que tengo no son tan distantes de lo que yo sufrí de pibe. Entonces, independientemente de los diagnósticos, muestro también experiencias de vida que sé que han ayudado a familias, escuelas y personas autistas en general”. Dice que la puesta en escena está abierta a la reacción y las consultas del público. “A veces me pongo a actuar sobre cómo fomentar el contacto visual de un niño chiquito a través del juego, por ejemplo, y te muestro en el escenario cómo hacerlo. Por eso, tampoco es una obra que esté tan definida, porque improviso y puedo dar respuesta a lo que la gente me va compartiendo. Tengo una estructura que siempre cumplo a rajatabla con el tema, después la hago flexible, interactiva. Generar este tipo de charlas en un teatro, que tienen otra representatividad y que van dirigidas a todo público, apunta a la plena inclusión de verdad, que involucra a la comunidad”.
Cadaveira no esquiva el tema de la multiplicación de diagnósticos y la aparición de varios referentes públicos en el espectro. “La comunidad de personas con discapacidad hace años que viene intentando reeducar a la sociedad”, apunta. Y advierte sobre los test que abundan en redes sociales: “A ningún diagnóstico se llega a través de una única herramienta. Por eso, para hacer una evaluación seria tenés que ir a varios profesionales, ni siquiera a uno solo”.
El autismo no es una enfermedad, recalca el psicólogo: “Vamos a trabajar tus dudas y tus certezas, porque acompañás a una persona autista o estás en pareja o tenés un empleado o un estudiante. Por eso, más que de inclusión o de integración, deberíamos hablar de convivencia, de cómo actualizarse en los paradigmas más amigables, que entienden las personas autistas y con discapacidad como verdaderas protagonistas, y ver qué podemos hacer nosotros para brindarles apoyo para una mejor calidad de vida, sin interferir, sin invadir, presumiendo capacidad. Por lo general, uno piensa que son esos chiquitos que no hablan; también pueden ser adultos con altas capacidades intelectuales. También puede ser el presidente de una nación... No tiene que ser ‘todos tienen discapacidad intelectual’, o ‘todos tienen epilepsia’ o ‘todos tienen déficit de atención con hiperactividad’, pero muchos de ellos cursan su desarrollo con todas estas condiciones juntas también”. De allí que Cadaveira encuentre nocivos los encares como el de la película Goyo (Marcos Carnavale, 2024), sobre un personaje con Asperger, ya que “refuerza el patrón del superromanticismo, una imagen multi todo lo que la comunidad no quería. Eso pasa cuando tuviste en cuenta a un solo chico. ¿Hasta qué punto valoramos las buenas intenciones cuando terminás haciendo una película totalmente sesgada?”, sostiene.
Otro manual
En abril, en el marco de la Feria del Libro de Buenos Aires, presentará un libro en coautoría con Bruno Silva, que también es psicólogo, en su caso de Mar del Plata, bajo el título Modo ansioso, bajo control (Paidós, Grupo Planeta). “Los dos hemos vivido cuadros de ansiedad en nuestro adolescencia, los dos hemos sufrido bullying, y es un libro que, lejos de lo vivencial, pero sí desde lo emocionalmente fuerte a la hora de sentarnos a escribir en conjunto, pauta lo que es un ataque de pánico, lo que es un pico de ansiedad, lo que es la ansiedad como amiga, como activadora ante la lucha o la huida ante el peligro, lo que es un trastorno en la ciudad. Con palabras fáciles, con divulgación científica, pero accesible a todos. Es un libro muy interactivo; los primeros ejemplares vendidos van a venir con una birome para que vos puedas escribir. Lleva a un código QR para que puedas completar oraciones que vos sientas, cosas que faltan, sacar una foto, etiquetarnos, y nosotros vamos a tener una actualización en la que vamos a incluir toda esa interacción con el lector”, adelanta.
Única presentación: miércoles 20 de noviembre a las 20.30 en el teatro Stella d'Italia (Mercedes y Tristán Narvaja). Entradas en venta en Mi Entrada desde $ 896.
Ciudadanía española
Quienes estén buscando informarse sobre las vías de acceso a la nacionalidad española podrán recibir orientación y asesoramiento gratuito brindado por la filial uruguaya del PSOE. Habrá una instancia sobre ciudadanía española, ley de memoria democrática, documentación requerida, así como dónde y de qué modo obtenerla este miércoles a las 19:00, en el hotel Regency Way Montevideo (Rivera 3377). Ya que los cupos son limitados, es necesario inscribirse previamente al correo gestorapsoeuruguay@gmail.com o a través del teléfono 091 932 579.