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Alberto Magnone, Estela Magnone y Gastón Contenti.

Foto: Mara Quintero

Piazzolla, bossa, Beatles y una vida de música en familia: Estela y Alberto Magnone más Gastón Contenti

7 minutos de lectura
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Una charla sobre artistas y discos imprescindibles.

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De la vez anterior, cuando hablamos del estreno de Lazos (2022, Bizarro Records), conservaba el recuerdo de un cuidado fichero de biblioteca, un libro sobre Alfred Hitchcock y, especialmente, una colección de vinilos perfectamente cuidados, bajo el tocadiscos ubicado en el centro del living.

“Estaría bueno juntarse para escuchar algo de la música que tenés en tu casa”, sugerí por Whatsapp a Estela Magnone, con la confianza que habilita en cada oportunidad una de las artistas más importantes y prolíficas de la historia de la música uruguaya. Un show junto a su hermano, el pianista y compositor Alberto Magnone, y el trompetista Gastón Contenti fue la excusa perfecta.

En no mucho más de cinco años, en medio de los 80, los tres músicos ayudaron a definir el sonido de la música urbana uruguaya posdictadura con arreglos de jazz, música clásica y colchones de teclados de última generación.

Estela Magnone en su casa.

La lista testigo incluye los discos solistas de Estela y su música con Travesía, Las Tres y Jaime Roos. Alberto y Gastón –que, según ellos mismos, se conocieron “en el Hot Club, o en Clave de Fu”– integraron la banda de Eduardo Mateo La Máquina del Tiempo y participaron en grabaciones del grupo Repique y de las bandas de Roos y Jorge Galemire, por nombrar sólo algunas de las coincidencias laborales.

A los tres también los une un largo camino de exploración por los más diversos géneros musicales, como el folclore, el tango, el bolero, el rock y la bossa nova.

La serenidad de los artistas no deja de resultar intimidante antes de comenzar esta charla con vinilos y casetes sobre una mesa ratona y un tocadiscos prendido durante una tarde noche en el barrio Palermo.

  • Suena Segundos afuera, de Jorge Galemire (Orfeo, 1983. Reedición de Little Butterfly Records, 2022).

Estela: Este disco tiene temas alucinantes y canta mi vieja [Estela Ibarburu]. No está en la ficha técnica, me acuerdo de haber protestado por eso.
Gastón: Yo creo que toqué ahí. El grupo sonaba de una manera tan compacta que daba gusto.
Estela: Y yo canté. Grabamos los tres en ese disco.

¿Cómo llegó tu madre a esa grabación?

Estela: La llevábamos nosotros. Iba al estudio y le decíamos: “Cantá esa nota”.
Alberto: Lo que pasa es que en esa época mi madre le enseñó a cantar a un montón de gente. Entre muchos, a Larbanois & Carrero.
Estela: A Laura [Canoura], también.
Alberto: Con mi madre aprendían la parte técnica. Bueno, mi padre [Dante Magnone, director de coros y orquestas] también ocupó un lugar importante en los años previos. Fue uno de los primeros en incluir música popular en el repertorio de los coros. Ahora ya se desvirtuó, casi todo es música popular.
Estela: Había un equilibrio entre una primera parte de los conciertos de repertorio clásico y el final con piezas de música popular. Después, con los coros empezamos a viajar a Brasil y trajimos un montón de música que agregamos al repertorio.
Alberto: Nosotros crecimos escuchando coros.

Así que lo primero fue música clásica. ¿Qué era lo que más disfrutaban?

Alberto: Bach nos gustaba muchísimo.
Estela: Sí, primero que nada Bach. Primero, segundo y tercero.
Alberto: Había un disco en casa que quedó gastado de tanto usarlo. Era Bach sinfónico, por la Orquesta de Philadelphia dirigida por Eugene Ormandy. Lo escuché 200 veces. Igual que el primer disco de jazz que escuché, que era de un cuarteto de Benny Goodman, con Gene Krupa, Teddy Wilson y Lionel Hampton. Ese disco se lo había mangado a un amigo.

Alberto Magnone y Estela Magnone.

  • Cantando en familia, las mejores canciones de los semifinalistas (Sondor, 1978).

Estela: Había un festival de coros en Porto Alegre al que fuimos varias veces. Mi padre era el director y mi hermano Daniel [Magnone] y yo, parte del coro. En esa época también competimos en Cantando en familia, de Canal 4, que es de donde sale este disco. Los integrantes del grupo tenían que ser familiares y se aceptaban novios. Alguno creo que fingió noviazgo.

¿Vos qué hacías?

Estela: Cantaba y en una chacarera tocaba el bombo, ¡una atrevida! Daniel y Andrés Recagno, que es mi primo, tocaban la guitarra. Nuestro grupo se llamaba Ibarburu. Ganamos dos veces, en el 73 y el 78, y después no nos dejaron participar más. Pero estaba buenísimo. El premio era un viaje a Europa y la segunda vez que fuimos nos encontramos con Alberto, que se había ido a vivir a España.
Alberto: Yo les llegué a hacer un arreglo para “Príncipe azul”.
Estela: En ese concurso también participó Mariana Ingold, con Adrián y Claudio, sus hermanos, y creo que estaba Andrea, la novia de Claudio.

  • Apesar de você, de Chico Buarque (Philips, 1970).

Alberto: Chico Buarque se hizo famoso con un tema que se llama “A banda”.
Estela: Nosotros ya conocíamos a Antônio Carlos Jobim, Chico Buarque, Elis Regina e Ivan Lins, cuando acá todavía no llegaba nada de esa música.

¿Quién empieza a tocar bossa nova acá?

Alberto: Manolo Guardia, Federico García Vigil y [Eduardo] Mateo, que fue fundamental para su difusión.
Gastón: Yo tuve un trío de bossa nova. A los diez empecé a tocar la trompeta, pero como no me gustaba la música clásica ni la tropical, que eran las dos salidas laborales que había, me pasé para la guitarra y me morfé todo João Gilberto, que fue lo primero que escuché, y a Daniel Vigletti, que era de los guitarristas que más me gustaban. Con el trío hacíamos temas de Vinícius y algunos de Tom Jobim. Te estoy hablando del año 71, 72.

¿Cómo se llamaba el trío?

Gastón: Os Tres.
Estela: Se mataron con el nombre.
Gastón: Nos promovía Sara Tinsky en su programa de radio y llegamos a tocar en Río de Janeiro. Ahí conocimos a Johnny Alf, uno de los precursores de la bossa nova muy poco reconocido.
Alberto: Era un poco distinto lo que hacía.
Gastón: Dormía en una pensión con una montaña de discos. Un día fue a una disquería, compró un disco suyo, me lo autografió y me lo regaló. Se llamaba Desbunde total. Era un tipo que vivía con lo justo.
Alberto: La música brasileña es un capítulo aparte.
Gastón: Creo que a todos nos pegó mucho la bossa nova. A mí hasta el día de hoy me sigue pegando.
Estela: Y estamos hablando sólo de Río de Janeiro y San Pablo, después tenés toda la música del norte. La primera vez que cantamos en público con Alberto fue en el club Juventus. Éramos adolescentes. Uno de los temas que hicimos fue “Desafinado” [de João Gilberto y Stan Getz] y el otro era “Bésame mucho” [de Consuelito Velázquez]. Esos temas van a estar en el repertorio de este miércoles. Tenemos pensado hacer un minitributo a Jobin y Chico Buarque.

Gastón Contenti con el casette de La barraca Café.

  • La Barraca Café, en vivo. Compilado (Orfeo, 1990, edición casete).

Alberto: ¿Estamos todos en la tapa?
Estela: Yo estoy abrazada con Gastón. Sí, tenés que estar.
Alberto: Yo tenía una campera marrón en ese momento.
Estela: En el primer aniversario de La Barraca [sala de espectáculos gestionada por Daniel Magnone] se hizo un gran concierto [participaron, entre otros, Eduardo Mateo, Fernando Cabrera y Las Tres]. Eso se grabó en audio para un disco y también se filmó. Con ese material se hizo el documental Los músicos por la tonada, que dirigió Laura Canoura.

  • Libertango, de Astor Piazzolla (Polydor, 1974).

Alberto: Piazzolla en esa época se complacía en decir que el tango era una música del pasado. Mirá lo que se lee en la contratapa: “Los temas de este LP fueron compuestos sin concesiones y sin la proposición de hacer tango”. Lo hacía sólo para embromar. Una vez llegó a Montevideo y dijo que “La cumparsita” era el peor de todos los tangos. Imaginate el lío que se armó, pero con eso consiguió que la gente lo fuera a ver.
Estela: Mi viejo dirigió a Piazzolla.

¿Cómo es la historia?

Estela: En Punta del Este había una comisión de damas que integraban, entre otras, Mecha Gattás, y le encargaron a Piazzolla una obra para Punta del Este, que se llamó “La suite del Este”.
Alberto: La historia que yo conozco es que Piazzolla andaba caminando por Punta del Este y escuchó a mi viejo, que estaba en una iglesia con una orquesta. Entró al lugar y cuando terminó el concierto le dijo: “Maestro, me gustaría escribir una obra para que usted la dirija”.

Hay dos versiones.

Alberto: También me acuerdo de mi viejo contándome que Piazzolla le había ofrecido dirigir una obra. Me preguntó qué me parecía. “¡Tirate de cabeza!”, le dije.
Estela: La suite se estrenó en marzo de 1980 en la Catedral de Maldonado.
Alberto: El tema tiene una parte trágica porque todo el material de eso, incluidas las fotografías de los ensayos y un montón de otras cosas de Piazzolla, que pasó muchos veranos en Punta del Este, lo tiene la Intendencia de Maldonado y no ha hecho nada.

¿Hay grabaciones también?

Alberto: Hay, por lo menos, dos grabaciones.
Estela: Yo tengo la grabación original.
Alberto: De hecho, un fragmento de “La suite del Este” se utilizó para la película Doce monos [Terry Gilliam, 1996].

  • Magical Mystery Tour, de The Beatles (Capitol Records, 1967).

Estela: Este disco no sé dónde lo robé.
Alberto: “De Silvia para Jorge”, tiene escrito, así que debe ser de un Jorge. Producido por “Big George Martin”, dice en la contratapa. Yo toqué en varias bandas de rock tipo Beatles.

¿Y no grabaste con ninguna?

Estela: ¿Con McGill Clan?
Alberto: Sí, pero eso era música internacional.

¿Qué es lo mejor que hicieron Los Beatles?

Estela: Existir. El otro día volví a escuchar a Paul McCartney contando la historia de cuando él y John Lennon, que sólo sabían los acordes Mi y La, descubrieron que había un músico en la otra punta de Liverpool que sabía cómo tocar el acorde Mi7, y se tomaron un bus para ir a buscarlo. Con tres acordes hicieron todo lo que quisieron. Alberto: Y después está la del segundo acorde de “Michelle”, que se lo robaron a un músico de jazz que estaba tocando en una tienda de discos. McCartney lo escuchó y le dijo: “A ver, mostrame ese acorde”. Y así andaban, le robaban a todo el mundo.
Estela: Todos robamos.
Gastón: Los Beatles robaban bien.
Alberto: Tenían una personalidad muy fuerte. Además de la virtud de que ninguna canción suena como la otra. Ya desde el primer disco la guitarra suena diferente en cada tema. La instrumentación de Los Beatles es muy elemental, parecería que no se le puede sacar mucho, y sin embargo… Y ni hablar cuando empezaron a experimentar.

Alberto y Estela Magnone. Miércoles a las 21.00 en Café Bar Tabaré (José Luis Zorrilla de San Martín 154). Reservas al 2712 3242 y 092 010 103. Músico invitado: Gastón Contenti.

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