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Diego Alonso en Abu Dhabi. Archivo: diciembre de 2017

Foto: Giuseppe Cacace, AFP

El caso de covid de Diego Alonso retrasaría por lo menos por dos semanas la llegada del entrenador a Uruguay

5 minutos de lectura
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Pese a los contratiempos, el 7 de enero se debe elevar la nómina de reservados para los partidos ante Paraguay y Venezuela.

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La cada vez más rocambolesca llegada de un nuevo entrenador a la selección uruguaya, acontecimiento que no sucedía desde el 8 de marzo de 2006, ha tenido un nuevo episodio que retrasará in extremis la labor de Diego Alonso, que el 14 de diciembre, por Zoom, fue designado director técnico de la celeste para los cuatro partidos que le quedan en estas Eliminatorias.

Diego Alonso, que vive en Madrid desde hace un año, después de su salida del Inter de Miami, fue nombrado entrenador de la selección a distancia, tras haber superado con éxito una suerte de casting o licitación abreviada que el ejecutivo de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) realizó con Alonso, Diego Aguirre y Alexander Medina.

El nuevo técnico de Uruguay iba a ser formalmente presentado este jueves 23 de diciembre in situ en Montevideo, pero el análisis PCR de protocolo exigido para viajar y entrar al país le dio positivo de covid-19, por lo que el martes la AUF emitió un comunicado: “Informamos que Diego Alonso, el Director Técnico de la Selección Mayor, ha dado positivo de covid-19 en el día de hoy, lo que imposibilitará su viaje a Montevideo previsto para el jueves 23 de diciembre. Diego Alonso se encuentra cursando una enfermedad sin síntomas y con total normalidad. En los próximos días la AUF comunicará la nueva agenda de trabajo”.

Vuelo demorado

Pasaron 25 días entre el destemplado cese de Óscar Tabárez en medio del remate de la clasificatoria, cuando el entrenador procuraba igualar la marca de cuatro participaciones mundialistas consecutivas, lo que ya sucedió entre los mundiales de 1962 y 1974, y la asunción virtual de Diego Alonso.

En la AUF el discurso era que había tiempo para elaborar el perfil del cuerpo técnico, pero seguro no se tuvieron en cuenta imponderables de este tipo, que ahora retrasarán aún más la presentación y el trabajo de campo del nuevo cuerpo técnico.

Suponiendo que la infección viral de Diego Alonso se empiece a contar desde el 21 de diciembre, y que como ya es protocolo mundial, requiera 14 días de aislamiento, es verosímil pensar que recién el 5 de enero pueda viajar, con todo aceitadísimo y sin el menor inconveniente, y coincidir en Carrasco el 6 de enero con los regalos de Reyes.

A todo esto, como el primero de los partidos de esta penúltima ventana de Eliminatorias será el 27 de enero, el 7 de ese mes se debe elevar la nómina de reservados para los partidos ante Paraguay en el estadio La Olla de Cerro Porteño en Asunción, y el 1º de febrero con la vuelta de Uruguay al Centenario para recibir a Venezuela.

Evidentemente la confección de esta lista se puede hacer de manera virtual, aunque significará problemas y obstáculos de falta de conocimiento y de engranajes no aceitados, dado que hace más de 15 años que sistemáticamente esta solicitud se hacía desde la gerencia deportiva, a cargo de Eduardo Belza, al recibir la lista del cuerpo técnico encabezado por Tabárez.

Complejo

Tal vez a 20 días del partido ante Paraguay –que tiene a su cuerpo técnico aislado por un caso positivo de Gustavo Barros Schelotto- Diego Alonso se pueda instalar en el Complejo Uruguay Celeste junto a Darío Rodríguez y Diego Gabriel Raimondi, que serán sus técnicos alternos, para empezar a preparar todo lo relativo al debut de ambos al frente de la selección. Tampoco podrá haber hasta esa fecha reuniones de trabajo presenciales entre Alonso y el profesor Óscar Ortega, quien, al seguir al frente de la preparación física de Atlético Madrid, participará en los encuentros de Uruguay tratando de asegurar su plaza en Catar 2022.

Como públicamente no se conoce el plan de trabajo de Diego Alonso, no sabemos cuánto se ha perdido por esta incómoda situación de enfermedad, pero sí está claro que todo lo visible e inevitable institucionalmente, como el nombramiento de futbolistas y la ejecución del protocolo de trabajo de esta nueva dirección, interactuando con jugadores, gerencias y otras articulaciones interinstitucionales, ha quedado extremadamente comprometido por falta de tiempo, y de múltiples ejercicios que se harán por primera vez y que entonces no contarán con la casi automatización que se venía dando.

Multinacional

La vinculación de Diego Alonso es hasta que Uruguay termine su participación en el Mundial 2022, cuya fase final se jugará entre noviembre y diciembre del próximo año en Catar. Es posible, por lo tanto, que se extienda por 11 o 12 partidos si llegara hasta los últimos días de la competencia, o cuatro si en estas próximas dobles fechas (Paraguay de visitante, Venezuela de local, Perú de local y Chile de visitante) Uruguay no consigue descontar el punto que le llevan Colombia y Perú, que en la actualidad lo separa de la zona de clasificación directa.

Junto con Diego Alonso llegarán Darío Rodríguez, recientemente campeón uruguayo con Peñarol como asistente de Mauricio Larriera; el argentino Gabriel Raimondi, que fue asistente de Mihailovic en Bologna, con quien Alonso nunca trabajó; el profesor Guillermo Souto; el fisiólogo portugues Guilherme Rodrigues, y, claro está, Ortega, quien desde el punto de vista de su presencia física junto a la selección no ha sido establecido en la comunicación pública, por lo que se supone que llegará en cada convocatoria. Carlos Nicola será el entrenador de arqueros, y será la única línea en la parte técnica en la que habrá cierta continuidad, dado que Nicola ha participado como asistente y preparador de arqueros en juveniles y también lo ha hecho circunstancialmente con la selección mayor. El nuevo director técnico de la selección adelantó que además quiere contar con dos o tres analistas, cuyos nombres aún no se conocen.

Fuera del ámbito de decisión de Diego Alonso, pero también como continuidad, el médico Alberto Pan seguirá siendo, como desde hace 16 años, el jefe de sanidad.

Elegibilidad, elegibles, elección

El sábado 18 de diciembre, Rodrigo Romano hizo la hasta ahora única entrevista a Diego Alonso como entrenador de la selección uruguaya. Lo hizo en exclusividad, o con la exclusividad de AUF TV. Se suponía que este jueves en su presentación no habría restricción ni exclusividad, pero la covid-19 no lo quiso así, y también su contacto con la prensa tal vez llegue junto a alguna globa, juegos y muñecos, el 6 de enero.

Romano le preguntó a Alonso cómo sería su criterio de elección del plantel, y el entrenador señaló estos puntos: “Hay cuatro puntos fundamentales para las elecciones de los jugadores: uno no puede obviar el historial del jugador con la selección cuando lo va a elegir; lo segundo es el rendimiento de los últimos seis meses en selección; el rendimiento de los seis últimos meses en clubes; y, por sobre todas las cosas, la performance del último mes. Yo creo que esa combinación nos va a permitir elegir. Hay una regularidad, debe haber una regularidad. No porque un jugador tenga un mes bueno ya es citable. Puede pasar, pero no es la idea. Yo entiendo que más allá de que hay un grupo que es selecto, que seguro son jugadores de selección, también van a entrar y salir jugadores que estén en buen nivel, o que precisemos porque sea necesario citar a alguien para un partido puntual. En la selección deben estar los mejores, y los mejores lo transmiten con el rendimiento que tienen en la cancha”.

Diego Alonso señaló que están observando entre 60 y 70 jugadores, y que en el primer filtro llevarían esta cifra a 45.

Señaló –la entrevista fue realizada el sábado, antes de que se supiera su caso positivo de covid- que por cuestiones de política de previsión ante el incremento de casos en Europa, la lista de reserva posiblemente sea grande. Otro punto que dejó entrever Alonso es que será complicado contar con futbolistas de la primera división del fútbol uruguayo, en el entendido de que en enero no habrá competencia, lo que limitaría muchísimo la capacidad de elección para los futbolistas locales.

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