Atletismo | Déborah Rodríguez, Emiliano Lasa y María Pía Fernández son los tres uruguayos en la disciplina reina del olimpismo

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La palabra “atleta” tiene su origen en la cuna de los Juegos Olímpicos, en la Grecia antigua. Allí, el término athletes significaba “el que compite por un premio”. De forma atinada, esa etimología ha llevado a que muchas veces el término sea usado como sinónimo de “deportista”. Pero acotando el universo, atletas son los que participan en las pruebas de atletismo, semilla del espíritu olímpico.

En aquel origen, la carrera de mayor prestigio era en línea recta, recorriendo la distancia de un stadion, 600 pies (183 metros). El nombre de la distancia se convirtió en el nombre de la carrera, y esta se convirtió en el nombre de los escenarios, llegó al latín como stadium y, hasta nuestros días, como estadio.

Lo que en sus inicios fue una distancia, un espacio abierto donde competir, ya desde la Antigüedad se convirtió en algo digno de ver. Una prueba para la que se construyeron explanadas y graderías, los cimientos culturales de nuestros escenarios modernos.

El diaulo era otra de las carreras tradicionales y consistía en recorrer la arena, ida y vuelta, cambiando de sentido al pasar alrededor de un poste. Aquella competencia, que se disputaba en calles marcadas con tierra blanca, no es más que la antecesora de los 400 metros actuales.

Pruebas de pista y de campo, de velocidad y de fondo, carreras con y sin obstáculos, hacen al atletismo moderno el centro de atención para muchos en cada edición de los Juegos Olímpicos.

El atletismo es considerado el deporte organizado más antiguo del mundo. Su federación internacional, World Athletics (ex IAAF), tiene registradas 214 federaciones nacionales, más que los 193 miembros de la Organización de las Naciones Unidas, más que las 209 federaciones de natación y que las 211 reconocidas por FIFA. Incluso se quedan cortas las “apenas” 206 naciones aceptadas por el Comité Olímpico Internacional.

Historial uruguayo

800 m. Marcela Britos, en 2008, finalizó 36ª entre 42. Déborah terminó en el puesto 46 de 65 atletas en 2016.

Salto largo. Fermín Donazar compitió en 1956 y 1960 y terminó 12º de 31 y 23º de 46. Mónica Falcioni estuvo en Sídney 2000 (6,05 metros, 24ª de 40). Emiliano Lasa consiguió meterse en la final olímpica y terminar sexto entre 32 competidores en 2016.

1.500 m. Elena Guerra, en Atenas 2004, terminó 41ª de 45.

Sistema de disputa

800 metros. Las 48 atletas clasificadas se dividen en seis series de ocho atletas cada una. Quienes obtienen los tres mejores tiempos de cada carrera se clasifican a las semifinales, ganándose un lugar entre las 24 mejores. Las restantes seis plazas se completan con los seis mejores tiempos de todas las series. En las semifinales se dividen las 24 en tres series. Las dos primeras de cada una avanzan a la final y los dos mejores tiempos restantes de todas las series se quedan con los últimos dos cupos. En la final, en la que compiten las ocho mejores, se definen las colocaciones y las medallas.

1.500 metros. El formato es similar a los 800 m. Son 45 atletas clasificadas y se dividen en tres series de 15 atletas cada una. Las mejores seis de cada serie pasan directamente a semifinales y los mejores seis tiempos restantes completan las 24 clasificadas a semifinales. En esa instancia, se corren dos semifinales de 12 atletas cada una y los cinco primeros avanzan a la final, junto con los dos mejores tiempos restantes.

Salto largo. En la fase preliminar, los 32 saltadores se dividen en dos grupos de 16, sólo a los efectos de tener una competencia más ágil. Cada competidor tendrá tres intentos. Sus marcas se rankearán del 1 al 32 indistintamente de si integran el grupo A o B. La organización establece una marca clasificatoria para la final. Todos los que la superen estarán en la final. En caso de que menos de 12 saltadores superen esa marca, los cupos finalistas se completan con las mejores marcas hasta el 12º puesto. En la final no se acumulan las marcas de la fase anterior. Todos los competidores tienen tres intentos y, luego de ellos, los ocho mejores hasta ese momento se ganan el derecho de saltar tres veces más.

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