Exactamente en 30 días dará comienzo el Sudamericano sub 20 en Venezuela. Uruguay, mirará de afuera porque, si bien los partidos de ese día corresponderán a su grupo, la celeste tendrá fecha libre y recién debutará el sábado 25 de enero.
Varias vueltas le dio la Conmebol al torneo. Primero porque había sido programado con antelación de años para jugarse en Perú, en las ciudades de Arequipa y Lima, pero luego, a casi dos meses de su fijación y sorteo, fue cambiado intempestivamente para Venezuela en función de una serie de desarreglos y denuncias penales por estafas y enriquecimiento ilícito del presidente de la Federación Peruana de Fútbol, Agustín Lozano —señor que, por falta de pruebas, aparentemente no será juzgado de los delitos de los que fue acusado ahora y que lo llevaron a estar 12 días en la cárcel, más allá de que sigue siendo enjuiciado por lavado de activos por la reventa de entradas de Perú durante el Mundial de Rusia 2018—.
Luego, fueron días —tal vez semanas— donde llamó la atención el hecho de no conocerse dónde se jugaría el campeonato, con nueve selecciones y toda su organización pendiendo de un hilo sin saber dónde estarán, cómo se instalarán, dónde entrenarán y cómo acomodarán su alimentación para el desarrollo de un certamen que resulta la más grande exposición de futbolistas como proyecto de desarrollos en la alta competencia, con cientos de clubes y captadores atentos a su desarrollo.
Sin cuestionamientos republicanos
El presidente de la Federación Venezolana de Fútbol, Jorge Giménez Ochoa, el más joven de los diez presidentes futboleros sudamericanos —tiene 37 años, al igual que Luis Suárez y Edinson Cavani, por ejemplo— que tiene un vínculo importante con el gobierno de Nicolás Maduro, se propuso de inmediato para albergar el torneo que había quedado sin sede y consideró que se podría jugar en las ciudades de Barquisimeto, Valencia —situadas al norte, ligeramente al oeste de Caracas—, Puerto La Cruz y Maturín —que quedan muy distantes de las anteriores hacia el este—. En Valencia hubo, este año, amplia presencia uruguaya, dado que allí se jugó la serie inicial del Preolímpico en enero y febrero, y después jugaron Defensor Sporting y Nacional enfrentando al Carabobo en el mismo estadio Misael Delgado que no estaba en gran forma.
Finalmente, se confirmó que el grupo se disputará en Cabudare, mientras que el grupo B se desarrollará en Valencia. El hexagonal final pasará a jugarse en Caracas en dos estadios, pero la última y decisiva fecha será en Puerto La Cruz.
Por Uruguay pero sin la celeste
No participan sumando puntos en el campeonato pero juegan en representación de la AUF la terna arbitral designada por la Conmebol integrada por Matías de Armas, Agustín Berisso y Horacio Ferreiro.
Cada país de los 10 participantes está representado por un equipo arbitral, pero esta vez, por un acuerdo con la UEFA, hay una terna italiana que la componen Andrea Colombo, junto a Luigi Rossi y Marcello Rossi.
El cambio de la serie celeste: sale Argentina, entra Chile
Sí, después del segundo sorteo se conocieron las series y a Uruguay le tocó una casi idéntica, otra vez con el local, que ahora es Venezuela como antes lo iba a ser Perú, pero los incaicos, al pasar al bombo de los equipos con más baja calificación en el torneo anterior, volvió a caer en la serie de los celestes. Uruguay quedó en el grupo junto a Venezuela, Paraguay, Chile y Perú (que jugarán en el estadio Metropolitano de Lara).
La diferencia esencial es que en Perú nos hubiese tocado como rival Argentina, y ahora la selección albiceleste pasó a integrar el grupo B con Brasil, Colombia y Ecuador además de Bolivia (se disputará en el estadio Misael Delgado, en Valencia), por lo que ya, como desde hace décadas, cuando hay en una serie equipos que se presumen potentes, lo han denominado el grupo de la muerte.
Uno atrás de otro
De cada una de las series que se desarrollarán en una semana jugando cada 48 horas entre el 23 de enero y el 1º de febrero, clasificarán al hexagonal final —que se jugará entre el 4 y el 16 de febrero— los tres primeros de cada grupo.
El representativo celeste debuta en la segunda fecha de su grupo, dado que el torneo empieza con jornada libre para quienes integraban el segundo copón (Uruguay y Colombia). Jugará el sábado 25 de enero a las 18.00 ante Chile, el nuevo rival en relación con el sorteo anterior. El segundo partido del equipo de Fabián Coito será con Paraguay el lunes 27 a las 20.30; dos días después, el miércoles 29 a las 18.00, enfrentará a Perú; y cerrará la serie ante el local Venezuela el viernes 31 a las 20.30.
La liguilla final se jugará en dos ciudades (Caracas y Puerto La Cruz) y tres estadios (Olímpico de la UCV, Nacional y Anzoátegui) en régimen de todos contra todos, en este caso cada 72 horas, y consagrará además del campeón a otros tres equipos para la disputa del Mundial de Chile, que se disputará del 27 de setiembre al 19 de octubre, en Santiago de Chile, Valparaíso, Viña del Mar, Talca y Rancagua.
Ambos torneos, Sudamericano y Mundial, son para jugadores nacidos a partir del 1° de enero de 2005, por lo que ninguno de los campeones mundiales en 2023 podrá repetir, ni tampoco de los que hicieron de su participación en el último Sudamericano en Colombia 2023 una gran campaña manteniéndose imbatidos hasta cinco minutos antes del último encuentro con Brasil, donde a los celestes se les escapó el título.
Muchos partidos en el lomo
El futbolista más cercano a esas exitosas selecciones es el zurdo Joaquín Lavega, que estuvo en ambos planteles hasta el momento de viajar a Colombia y Argentina. Ahora Lavega, que es el futbolista del actual plantel preseleccionado con más partidos en primera división (96), no sólo será el más experiente en cuanto a fogueo, sino que además cuenta con haber participado de una convocatoria a la selección mayor de Marcelo Bielsa, y estuvo disponible en el banco de suplentes del partido ante Ecuador en el Centenario.
El otro muy experiente en primera es Lucas Agazzi, que el viernes completó su partido 65 en Defensor Sporting con quien ya es bicampeón de la Copa AUF Uruguay, además de haber jugado Libertadores y Sudamericana.
El rochense Renzo Machado debutó en Liverpool en 2023 y con sus 52 partidos es multicampeón: ganó el Uruguayo, dos veces la Supercopa y además jugó fase de grupos de la Libertadores.
Agustín Albarracín, que debutó en Wanderers en 2023, ha jugado 44 partidos en primera división, incluyendo Sudamericana. El danubiano Mateo Peralta, por su parte, jugó 29 partidos en primera incluyendo tres de la Sudamericana.
El joven defensa izquierdo nacido en San Ramón, Juan Martín Rodríguez, jugó esta temporada 24 partidos en primera, todos en Boston River, a donde llegó procedente de Peñarol, pero además, jugó ya un internacional A con la selección de Diego Pérez ante Costa Rica, y estuvo en el banco de suplentes de Bielsa en los últimos dos partidos del 2024 de las eliminatorias mundialistas, ante Colombia en Montevideo y frente a Brasil en Bahía.
El maragato Lucas Pino este año jugó 16 partidos en primera, 15 de ellos en la B con Montevideo City Torque, y hay que sumarle el de su precoz debut en la A en 2022, y uno de Copa Uruguay en 2023, aunque sus credenciales más importantes son sus representaciones con la celeste: jugó e hizo un gol en la selección de Diego Pérez ante Guatemala, y además estuvo en la selección de Bielsa participando como suplente ante Venezuela en las eliminatorias.
Nicolás Ramos es otro de los que ha jugado mucho en Segunda División Profesional, dado que a préstamo de Nacional a Rentistas jugó en 24 ocasiones.
Importados de otras canchas
Thiago Helguera, que viene desde Portugal, donde revista en Sporting Braga, carga con 20 partidos en la primera de Nacional incluyendo Libertadores, y un par en el elenco lusitano donde debutó en agosto de este año.
Además del sanducero Helguera, que recién fue llamado para esta fase final de la preparación, están los cuatro que fueron campeones en el torneo juvenil de L'Alcúdia, donde vencieron en la final a sus pares argentinos dirigidos por Diego Placente. Ellos son el sorianense Marco Oroná, ex La Villa (de su pueblo Villa Soriano), Sportivo Barracas de Dolores, en donde jugó sus únicos partidos de primera división por Copa Uruguay —donde incluso anotó en el primer triunfo de un equipo de OFI ante un Primera A de AUF (frente a Cerro Largo 3 a 2 en 2023)—, que se fue a Universidad de Chile, donde aún no ha debutado en Primera División; Alfonso Montero, hijo de Paolo que juega en juveniles de Juventus en Italia; Mauro, hijo del Cabeza Zalazar, que está en Schalke 04 en Alemania; y Bruno Calcagno, en Palencia desde setiembre de este año, pero que antes estuvo en Mallorca.
Preselección celeste*
Goleros
Kevin Martínez (Danubio)
Federico Bonilla (Nacional)
Felipe Ortiz (Dep. Maldonado)
Mathías Aguiar (M.C. Torque)
Paulo da Costa (Peñarol)
Defensas
Facundo González (River Plate)
Nico Ramos (Nacional)
Paolo Calione (Nacional)
Alfonso Montero (Juventus, Italia)
JM. Rodríguez (Boston River)
Patricio Pacífico (Defensor Sporting)
Lautaro Dufur (Rentistas)
Axel Frugone (Nacional)
Mediocampistas
Erico Cuello (Defensor Sporting)
Mateo Peralta (Danubio)
Mauricio Amaro (Defensor Sporting)
Mauro Zalazar (Schalke 04, Alemania)
Thiago Helguera (Sporting Braga, Portugal)
Marco Oroná (Universidad de Chile)
Lucas Agazzi (Defensor Sporting)
Lucas Pino (Torque)
Pablo Suárez (Wanderers)
Agustín Albarracín (Wanderers)
Alejandro Severo (Racing)
Delanteros
Germán Barbas (Peñarol)
Bruno Calcagno (Palencia CF, España)
Exequiel Mereles (Nacional)
Joaquín Lavega (River Plate)
Nahuel da Silva (Torque)
Renzo Machado (Liverpool)
Esteban Crucci (Wanderers)
Gonzalo Petit (Nacional)
(*) De estos 32 futbolistas que seleccionó Fabián Coito viajarán sólo 23, incluyendo tres arqueros.
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