Este domingo en el Parque Central desde las 16:30, con posibilidades de alargue y penales si vuelven a empatar y no se desempatan en la prórroga, se definirá el Campeonato Uruguayo 2025, ese que los periodistas llaman desde este año Liga AUF Uruguaya, nombre para insertar un patrocinio de unos cuantos pesos, pero que en la cancha, en el barrio, en el pueblo y en la metrópoli, en el país para ser más precisos, seguirá siendo el Uruguayo, el torneo más importante al que cualquier club de fútbol domiciliado en la República Oriental del Uruguay puede aspirar, y desde hace 37 años el más valioso que cualquier equipo de la Asociación Uruguaya de Fútbol haya logrado.
Un partido pesado de dos o tres horas en el que se define por primera vez en la historia un campeonato con hinchas de un sólo club, los de Nacional, que son los mismos que no pudieron estar en el partido de ida en el Campeón del Siglo, donde se empezó a definir todo.
Desde hace días, desde antes de que se jugara la primera final, la del empate 2-2 el domingo pasado en el estadio de Peñarol –que puede ser sancionado por las cosas previamente prohibidas y anunciadas que sucedieron–, no queda ni un solo ingreso para el Parque, por lo que será televisado por VTV Plus y Disney+, y –para quienes lo entienden determinante– el cuerpo arbitral será comandado en cancha por Gustavo Tejera.
Nunca favoritos
Ni aunque los técnicos hubieran hecho una ronda de prensa entregando las oncenas para el domingo, la forma de jugar y las tácticas y estrategias que se están ensayando, es imposible adelantarse a lo que sucederá en un lance de 90 o 120 minutos entre dos colectivos que no se enfrentan a sí mismos, sino a un antagonista que busca tener el protagonismo y resolver, con más goles o con el resultado que le sirva, el partido, y en este caso el campeonato.
Aun con la posibilidad de utilizar como antecedente de análisis el clásico de ida, no se podrían arrojar proyecciones concluyentes, fundamentalmente porque aquel correspondió a una instancia distinta y no definitiva, porque los equipos no se repetirán, porque los técnicos habían pensado y ensayado estrategias y alternativas para aquella contienda, la que querían ganar pero sabían que en realidad lo que querían era quedar bien parados para la instancia definitiva, y porque –aunque sea lo de menos peso– se juega en otro momento y lugar. Pero hay otro elemento que marca al fútbol de élite del siglo XXI, y es la ausencia de periodistas que sigan la evolución de los entrenamientos previos al partido y la imposibilidad de poder contactar con los técnicos o los futbolistas para hacer una composición de por dónde irán los equipos y las estrategias.
¿Maxi Diente?
En el marco teórico nadie tiene ventajas, pero de alguna manera se entiende que la localía absoluta, sumada a la ausencia de afición visitante, da por lo menos una mínima ventaja al local para intentar levantar la copa. En el partido pasado, Jadson Viera, que en este Uruguayo dirigió en 35 partidos a otro equipo (Boston River) y lleva apenas tres encuentros dirigiendo a Nacional, sorprendió con la integración de su delantera dejando en el banco a los máximos goleadores, Maximiliano Gómez y Nicolás Diente López, para colocar al nigeriano Christian Ebere y a Gonzalo Carneiro, quienes a la postre fueron clave en el primer tiempo, en el que fueron absolutamente superiores. De los 16 futbolistas que Viera puso en cancha el domingo pasado sólo hay uno que se sabe que no estará en el formulario: el rápido puntero Lucas Villalba, que ya estaba inhabilitado por llegar a una quinta amarilla en el segundo tiempo –cuando ingresó–, pero además vio la roja después de finalizado el partido. Lo distinto es que esta semana el sanducero Maxi Gómez entrenó sin ninguna imposibilidad física –tenía un estado gripal–, por lo que se supone será titular, y para el caso se trataría de saber si lo hará por Carneiro o por Ebere.
A pesar de los notorios problemas defensivos, es presumible pensar que Viera mantendrá al panameño Luis Mejía en el arco, la línea de cuatro con Emiliano Anchetta, Sebastián Coates, Julián Millán y Diego Romero; en el medio, repetirían Christian Oliva, Lucas Rodríguez y Luciano Boggio; en ataque, es dable esperar que el zurdo Juan Cruz de los Santos repita, y los otros puntas podrían ser Maxi Gómez y Ebere o Carneiro, y quedaría López para el segundo tiempo; aunque no sería nada sorpresivo que el Diente también arranque entre los 11 titulares.
El rompecabeza de Aguirre
Diego Aguirre en Peñarol cuenta con menos futbolistas de los que pensó y usó en la primera final. No contemos a Diego García, a quien Aguirre colocó como titular en el 2-2, a sabiendas de que dos días después sería juzgado por violación y que el futbolista tenía altísimas posibilidades de quedar preso. En la mayoría de las labores, oficios y profesiones no se cuenta, por más idóneo y capaz que sea en su profesión u oficio, con delincuentes sexuales, no habría razón para pensar que en el deporte fuera válido. Ya moralmente García no estaba habilitado para jugar por la acusación por violación y violencia de género, pero los clubes y sus directivos y técnicos lo permitieron.
Administrativamente, Aguirre no contará para el domingo con Javier Méndez, expulsado en el empate 2-2, pero sanitariamente tampoco con Lucas Hernández, el zurdo que ha sido determinante en los cierres de varios partidos para colocar a Peñarol en las finales. A ello se suma la salida por lesión en el primer tiempo de Nahuel Herrera –se dislocó el hombro–, sin dudas la revelación de los carboneros en esta temporada, y de Pedro Milans en el lateral derecho, que si no pueden jugar este domingo modificarían por completo la estructura defensiva de los aurinegros. Es que por delante del chileno Brayan Cortés, si no llegara Milans por el lateral derecho, debería improvisar con Jesús Trindade por ese lado, para acompañar a Gularte y Herrera en la zaga, más el capitán, Maximiliano Olivera, por el carril izquierdo. El tema es si no aparece Nahuel y entonces Maxi Olivera debiera ser el central y jugara como marcador Gastón Silva. Si juegan Milans y Herrera, es posible esperar que en mediacancha Aguirre coloque a Trindade con Eric Remedi e Ignacio Sosa, con Leo Fernández por detrás de Maximiliano Silvera y Matías Arezo.