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Alaides Paz de Uruguay y Eliana Stabile de Argentina, durante el encuentro por la Liga de Naciones Femenina, el 28 de octubre, en el estadio Centenario.

Foto: Rodrigo Viera Amaral

Uruguay prepara los partidos contra Paraguay y Ecuador en eliminatorias sudamericanas para el Mundial de fútbol femenino

6 minutos de lectura
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La selección femenina se volverá a presentar por la Liga de Naciones, las eliminatorias para Brasil 2027, jugando primero en Asunción ante Paraguay y en Montevideo frente a Ecuador.

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La selección uruguaya femenina entra en una semana clave por la Liga de Naciones, torneo que por primera vez funciona como eliminatoria sudamericana específica rumbo al Mundial de Brasil 2027: dos cupos directos para las campeonas y subcampeonas, y un repechaje intercontinental para quienes terminen tercera y cuarta. El formato es a una rueda, pero jugando un partido en casa y el siguiente de visita (o viceversa).

Otra vez empieza a girar con cierta sincronía ese movimiento suave y persistente que tiene el fútbol femenino cuando se junta para representar al fútbol de Uruguay: un murmullo de botines, un eco de risas, el aire tibio del Complejo Celeste cortado por un sueño común.

Tras quedar libre en la primera fecha y empatar 2-2 con Argentina en el Centenario, después de una gran presentación en donde —como las otras presentaciones de este año— se les escapó la victoria como agua entre los dedos ante el fuerte equipo de las argentinas, la celeste retoma la competencia este viernes 28 de noviembre, cuando visitará a Paraguay a las 20.00, en el estadio La Huerta de Asunción, el viejo estadio de Libertad que últimamente, después de haberse llamado Nicolás Leoz, pasó a ser llamado como La Huerta. Cuatro días después, el martes 2 de diciembre, recibirá a Ecuador a las 18.00 en el Parque Viera, con entradas ya disponibles a través de AUFTickets.

El plantel convocado por Ariel Longo incluye a 23 futbolistas y presenta cuatro novedades respecto a la ventana anterior: regresan Esperanza Pizarro, Ximena Velazco y Valentina Morales, mientras que la delantera Agustina Gómez tendrá su primera citación oficial. El grupo comenzó los entrenamientos el pasado lunes en el complejo, viajará el jueves a Asunción y volverá a Montevideo inmediatamente después del partido para preparar el cruce ante Ecuador.

Los antecedentes recientes invitan a mirar con detalle esta doble fecha. En febrero, también en Asunción, Uruguay le ganó a Paraguay dos amistosos de preparación para la Copa América: 2-1 y 1-0, con goles de Belén Aquino y Alaides Paz. Frente a Ecuador, el cruce más fresco es el vibrante 2-2 del partido inaugural de la Copa América 2025, en Quito: un duelo en el que las celestes llegaron a estar 2-0 arriba con goles de Aquino, un golazo inolvidable de muchísima distancia, y Pamela González, pero que las locales igualaron en el tramo final.

Siento ruido de pelota

Uruguay llega con una generación que sigue creciendo, con futbolistas que se consolidan en ligas de primer nivel y con un plantel que combina renovación y experiencia. Sin embargo, enfrenta la misma barrera de siempre: la mínima visibilidad de un torneo que define el futuro mundialista del fútbol femenino sudamericano. Entre jornadas sin televisión abierta, análisis escasos y coberturas insuficientes, la Liga de Naciones se juega en un silencio que no hace justicia a la magnitud del desafío.

Por eso esta doble fecha vale más que seis puntos: es una oportunidad para sostener el impulso de un ciclo que viene en alza y, también, para volver a poner en agenda un fútbol que pide, desde hace años, un espacio proporcional a su crecimiento.

El plantel de Longo

Goleras

Agustina Sánchez (Belgrano de Córdoba, Argentina), Josefina Villanueva (Nacional), Romina Olmedo (Defensor Sporting).

Defensas

Daiana Farías (Peñarol), Fátima Barone (Belgrano de Córdoba, Argentina), Laura Felipe (Belgrano de Córdoba, Argentina), Yannel Correa (Alhama, España), Stephanie Tregartten (Talleres, Argentina), Stephanie Lacoste (Internacional, Brasil), Ángela Gómez (Bahía, Brasil).

Mediocampistas

Juliana Viera (East Carolina University, Estados Unidos), Pamela González (Racing Power, Portugal), Ximena Velazco (Dux Logroño, España), Pilar González (Talleres, Argentina), Sindy Ramírez (Racing, Argentina), Luciana Gómez (Botafogo, Brasil), Valentina Morales (SC Huelva, España), Alaides Paz (Belgrano de Córdoba, Argentina).

Delanteras

Wendy Carballo (Bahía, Brasil), Belén Aquino (Internacional, Brasil), Esperanza Pizarro (Dépor Abanca, España), Sofía Oxandabarat (Nacional), Agustina Gómez (Liverpool).

De celeste

Y ahí están ellas, otra vez, juntándose para intentar darle nombre a un futuro que todavía les escatiman. Vuelven Velazco y Morales, vuelve Esperanza —ese regreso duele y alivia— y aparece Agustina Gómez como quien abre una ventana nueva. La lista es una flor del momento: un plantel que madura a la intemperie, que se expande en ligas de todo el mundo y que vuelve a Montevideo a seguir haciendo camino sin esperar reflectores, la gestión de Ariel Longo, rugosa, discutida, pero con secuencia de crecimiento integral de lo que representa la celeste de mujeres.

Este viernes Paraguay contará con otro técnico nuevo, e interino, pero una convocatoria similar a la de sus últimas competencias, en donde destaca la joven de 17 años, Claudia Martínez, Claudinha, que en cuestión de meses se convirtió en la gran figura del fútbol guaraní. A los 15 años dejó su pueblo y el fútbol sala para llegar a Asunción y jugar el Mundial sub 17 y sub 20 y la Copa América con la absoluta. A los 17 años y catalogada entre las mejores futbolistas del mundo, Claudia lidera el ataque del elenco albirrojo.

La segunda es el martes 2, en el Viera, donde las celestes recibirán a Ecuador. Las entradas están a la venta, sí. Los horarios también. El fixture dice que Uruguay recién empieza, que este torneo es a una rueda y que no hay margen, que cada punto es un ladrillo.

Después de dos fechas entre las nueve participantes -Brasil no juega porque está clasificada de oficio por organizadora del Mundial 2027- Colombia es la única que tiene puntaje perfecto, 6 puntos, después de debutar goleando a Perú en Medellín por 4-1 en la fecha inicial -cuando Uruguay tuvo libre-, y en la segunda le ganó de visitante a Ecuador en Quito por 2-1; hay un lote de perseguidoras con 4 puntos producto de una victoria y un empate, que son Argentina, Chile y Venezuela; Ecuador está en el tercer escalón con 3 puntos después de un partido ganado y otro perdido, y recién en el cuarto escalón y en el sexto puesto aparece Uruguay con un punto tras el empate ante Argentina en el Centenario en el único partido que disputó. Perú, Bolivia y Paraguay cierran la tabla porque han perdido lo que jugaron. Las peruanas, un único partido, y las bolivianas cayeron en El Alto con Ecuador 4-0 y en Rancagua ante Chile 5-0. Queda por ver las derrotas de Paraguay, que perdiera en el arranque en La Paternal, en Buenos Aires, en el estadio Diego Maradona ante Argentina por 3-1, y luego cayera en Asunción ante Venezuela 2-1, lo que motivó el reemplazo del cuerpo técnico encabezado por el brasileño Fabio Fukumoto, que debutó en la selección justamente en los amistosos ante Uruguay para ser reemplazado interinamente por Herminio Barrios, que había sido parte del cuerpo técnico guaraní en la Copa América de Ecuador y que además acompañó también a la selección paraguaya en el Mundial sub 17 de Marruecos.

Por raro que parezca, Barrios dirigirá a las albirrojas solamente en esta doble fecha como interino, mientras que Fukumoto asumirá el cargo de coordinador técnico metodológico, función desde la cual acompañará los procesos de desarrollo y fortalecimiento de las distintas categorías femeninas.

Paso a paso

Aunque la celeste llega con una base sólida de entrenamiento y algunas buenas noticias en la lista —incluidas las vueltas de Velazco y Pizarro—, el contexto competitivo marca que nada está regalado: según los promedios del ranking FIFA del último año, Uruguay aparece en el puesto 67, Ecuador en el 68 y Paraguay bastante más arriba, en el 48. Es decir, un triángulo de fuerzas donde cualquiera puede lastimar a cualquiera, y donde cada punto pesa para seguir construyendo prestigio. Más aún después de que, tras la última Copa América, Uruguay escalara ocho lugares para quedar en el lugar 55 y alcanzara su mejor ubicación histórica. Pero, como pasa siempre, esos méritos quedan flotando en un aire sin micrófonos: del ranking, de las mejoras, del trabajo silencioso, casi nadie se entera.

La Liga de Naciones femenina debutó sin grandes transmisiones, sin muchos análisis, sin casi programas dedicados a lo que pasa con el equipo que Pamela González administra como si tuviera patines desde la mitad de la cancha, que tiene a Belén Aquino corre que te corre a cada pelota para transformarla en peligro o en gol, que arranca desde los jóvenes guantes de Agustina Sánchez, sin esos minutos u horas de radio que cualquier partido o entrenamiento de hombres recibe sin pedir permiso. Y mientras tanto, estas muchachas —las mismas que acaban de hacer una Copa América enorme, las mismas que casi se suben al podio en una definición injusta— siguen empujando contra la corriente para que el país las vea.

Y al final, lo que queda es que ellas mismas son la noticia. Que entrenan en la mañana, que vuelven a casa con un cansancio bueno, que se suben a un avión sin saber si en Uruguay algunos de los vehículos de comunicación masivos y machacones con la pelota que vende y tiene retorno reparará en esa noche de fútbol. No importa, las chiquilinas sostienen una ilusión que no debería pesar tanto sobre sus espaldas, y lo sabemos y nos emociona.

La doble fecha se viene encima como una ola: Paraguay allá, Ecuador acá. Y detrás de cada pase, de cada recuperación, de cada grito de gol que todavía no se escuchó, late la misma pregunta: ¿cuándo será el día en que este fútbol tenga la visibilidad que merece?

Mientras llega ese día, ellas juegan igual. Y nosotros estamos. Porque alguien tiene que prender la luz.

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